lunes, 16 de noviembre de 2015

UN TOQUE DE ATENCIÓN (V)



A propósito del ataque musulmán de ISIS el pasado viernes 13 en París, se han recogido muchas opiniones, un 90% de condena al terrible acto criminal y un porcentaje menor a declaraciones no muy comprometedoras basadas en en el populismo,  ya que la indiferencia de los países occidentales ante el avance del terrorismo islámico es el resultado de una política exacerbada de derechos humanos, una falsa convivencia multicultural y de un igalitarismo irrazonable, todo ello llevado por el proselitismo  de los partidos populistas.
Sin ánimo de entrar en consideraciones apocalípticas, las derivaciones de este hecho abominable de atroces características puede significar la chispa de una guerra religiosa de alcance universal. Lo habíamos vaticinado hace más de seis meses en los artículos "Un toque de atención, I, II, III y IV."
Los momentos actuales que se están viviendo, con el reconocimiento de un estado de guerra por el presidente de Francia, Hollande, la extensión por seis meses del estado de emergencia, los graves procedimientos que desarrolla el gobierno en Bélgica, además del apoyo prestado por Inglaterra, Rusia, Alemania y los Estados Unidos para el combate del terrorismo unido a la reciente condena del Papa Francisco, acreditan la perspectiva de este presagio.
Si bien una gran cantidad de organizaciones musulmanas en todo el mundo, han condenado el ataque salvaje e indiscriminado de la pasada semana, y se han desvinculado totalmente de sus autores, hay que tener bien presente que son de la misma religión y por más buena fe que exista en sus posiciones, la obediencia fanática a los mandatos de Alá, y la presencia de muertes, destrozos y heridas de sus hermanos en crueles batallas  y bombardeos, tienen que incidir forzosamente en sus ánimos y llegar a constituir una quinta columna en la retaguardia de los países europeos. No hay que olvidar que el Corán LXVII, 4-5, 7-9 dice: "Cuando encontréis a los infieles matadlos hasta el punto de hacer con ellos una carnicería. Los que hayan sucumbido en el camino de Alá (en la guerra), Alá los introducirá en el paraíso. ¡Oh creyentes! si asistís a Alá en su guerra contra los malvados. él también los asistirá y dará firmeza a vuestros pasos. En cuanto a los incrédulos, ojalá perezcan".
Transcribimos un significativo comunicado que en mayo de este año distribuyó la CIA con referencia al problema:
"Querido americano:
Olviden Irán, Irak, Ucrania y Siria, pues aquí es donde comenzará la tercera guerra mundial.
Debería el alza de los conflictos a través del Medio Oriente y Ukrania servir como un signo de alerta de que algo mucho más peligroso se está aproximando?
 De acuerdo a Jim Rickards, Consejero de Guerra de la Cia, la respuesta es si .
En una sorprendente entrevista él revela que todas las 16 Agencias de Inteligencia de los EE.UU. han comenzado a prepararse para la Tercera Guerra Mundial.
Haciendo el asunto peor, sus colegas creen que podría comenzar dentro de los próximos 6 meses.
Sin embargo, es la locación Zero para este conflicto global, lo que hace que esta entrevista deba ser vista por todos los Americanos."
Puede pensarse en una noticia alarmista e inclusive criticarla por provenir del imperialismo yanqui, pero debe tenerse en cuenta que los Estados Unidos tuvieron una fuerte y decisiva participación en la dos guerras  mundiales y que si sus servicios de inteligencia alertan sobre las ciertas posibilidades de un tercer conflicto mundial, no se puede mirar para otro lado. Esas consideraciones guían el propósito de éste mi nuevo artículo. Observen que pronostican seis meses para el comienzo, y ya estamos.
Volvamos ahora a Europa y detengámosnos en Dinamarca, una nación abierta a los extranjeros.
Dinamarca y los Musulmanes
Al igual que los bárbaros acabaron con el Imperio Romano desde dentro, así los hijos del Islam, utilizando el vientre de sus mujeres, colonizarán y someterán a toda Europa.
La manera más conocida de los musulmanes para amedrentar y subconscientemente lograr cierto dominio sobre las sociedades occidentales, es la del terrorismo. Pero hay una forma más sutil para influenciar sobre los pueblos que los acogen, es la táctica demográfica.
Familias con 10 ó 12 hijos
Las mujeres musulmanas, a diferencia de las occidentales, no usan anticonceptivos y son alentadas a parir numerosa prole. Es común ver familias con 10 ó 12 hijos. Esa situación genera una desproporción numérica en los lugares adonde emigran, y es usada para imponerse sobre la sociedad anfitriona, para convertirse eventualmente en mayoría. La maniobra es practicada en Israel por los palestinos, en Líbano por los Chiitas y Sunitas, y en Europa, por los mahometanos en general, donde ya suman 54 millones.
Hasta 1979 prácticamente no se veían musulmanes en Copenhague. Los daneses recibían cordialmente a los extranjeros, sintiéndose orgullosos de su socialismo liberal que había derrocado a los conservadores en 1929, y resaltaban por sus éxitos socio-económicos.
Dinamarca se esforzó por ser una sociedad abierta donde ofrecían a los recién llegados las mismas ventajas que a sus connacionales. La criminalidad era bajísima, el nivel educativo excepcional, y los acompañaba una admirable historia de humanismo y multiculturalismo.
Para 1990 la población musulmana había crecido y no mostraba ningún interés por integrarse a la sociedad danesa, más bien empezó a condenar su liberal estilo de vida, al que consideran decadente.
En un artículo publicado por Daniel Pipes y Lars Hedegaard en el que pronosticaron que el problema migratorio explotaría en Dinamarca, relataron: "Los inmigrantes musulmanes constituyen el cinco por ciento de la población, pero consumen el 40 por ciento de la ayuda social". "Los musulmanes son apenas cuatro por ciento de la población danesa de 5.4 millones, pero forman la mayoría de los violadores convictos, un asunto inflamable, considerando que prácticamente todas sus víctimas son no-musulmanas. Similares proporciones se manifiestan en otros crímenes".
Un estudio reciente muestra que sólo cinco por ciento de los musulmanes contraen matrimonio con danesas. Las costumbres islámicas obligan a que la hija de ambos se case con algún pariente mahometano de lo contrario está sujeta a la pena de
Los islamistas no tienen ningún respeto por las costumbres y normas del lugar, y predican abiertamente que introducirán las leyes coránicas cuando la población alcance mayor número. Al ritmo actual, en 40 años uno de cada tres habitantes será musulmán.
No es entonces de extrañar, que en 2005 hubiera el brote de violencia callejera por la publicación de las caricaturas de Mahoma en la prensa danesa, que fue rematado con el ataque suicida a la embajada de Dinamarca en Pakistán la semana pasada, del que Al Qaeda se adjudicó la autoría.
En 2001, los daneses eligieron a su gobierno más conservador en 70 años dejando atrás sus generosas ideas inmigratorias. Hoy Dinamarca tiene las leyes más estrictas de Europa en ese campo, lo que ha sido tildado de "racismo" por la prensa progre europea.
Hoy, si quieres ser danés, debes estudiar tres años el idioma ; debes pasar un examen sobre historia y cultura de Dinamarca; debes haber vivido siete años en el país para solicitar ciudadanía; debes mostrar intención de trabajar, y debes tener un empleo esperándote. Si quieres traer una esposa, ambos cónyuges deben tener más de 24 años, y no te resultará tan fácil llevar contigo a tus familiares y amigos. No podrás construir una mezquita en Copenhague, aunque tus hijos tendrán alrededor de 30 escuelas de cultura y lengua árabe para elegir.
En 2006, el Ministro de Empleo Claus Hjort Frederiksen, explicó que los musulmanes han abusado del sistema de seguridad social en tal medida, que eventualmente podrían llevar al estado a la bancarrota.
La Ministra de Inmigración Rikke Hvilshoj destaca por su firmeza en aplicar las leyes. Para testear a la ministra, el imán radical Ahmed Abdel Rahman Abu Laban, le exigió una compensación monetaria, "para aplacar la sed de venganza de la familia", por un musulmán que fue asesinado en un suburbio. Hvilshoj desestimó la demanda, ante lo que el imán arguyó que esa era la costumbre en la cultura islámica. La ministra replicó que lo que se hace en los países musulmanes no es necesariamente lo que se hace en Dinamarca.
La respuesta no se dejó esperar. Prendieron fuego a su casa mientras dormía con su esposo e hijos. Todos lograron salvarse, pero tuvo que mudarse a un lugar secreto, y, tanto a ella como a otros ministros, por primera vez les fueron asignados guardaespaldas, en un país donde la violencia era inusual.
Lo que suceda en la próxima década, determinará si Dinamarca sobrevive como un bastión de vida civilizada, con su elevado sentido humanístico y responsabilidad social, o si se convertirá en una nación en guerra civil contra los promotores de la Sariá.
Que España, nuestra Madre Patria, no se descuide. En la amenaza de conquistar el mundo, ISIS afirmó que la entrada a Europa sería por la península cantábrica, en conde establecería su centro de operaciones, aparentemente en Sevilla.
En verdad, no hay motivos para negar que la situación es grave y dramática, lo es, y de esa forma hay que encararla. Dejemos a un lado los discursos cínicos de respeto al multiculturalismo y a la convivencia pacífica, a la cual todos indudablemente anhelamos, pensemos con tranquilidad y firmeza la forma de defender unidos la civilización greco-romana a la que pertenecemos.
Seguirán otros artículos.