domingo, 4 de enero de 2015

La Fuerza de la Clase Pasiva

Complementando mi anterior opinión sobre el problema de los jubilados, reitero una publicación que efectuara el 2 de noviembre del 2014. La esperanza radica en la difusión de nuestros derechos:

Sufrimos el maltrato y la desconsideración del Gobierno porque ya estamos en el período de la vejez, no somos útiles a sus propósitos, no tenemos fuerzas, no podemos obviamente hacer huelgas, no tenemos otros recursos que puedan ayudarnos a llamar la atención de una sociedad sorda y egoísta.
Los años que hemos trabajado para el engrandecimiento del país, aportando además, de nuestros haberes, el dinero necesario para asegurar nuestra vejez, la experiencia ganada que nos da bondad y sabiduría, todo es vilmente despreciado por una generación ambiciosa y corrupta. Es la triste verdad que venimos afrontando.
El ciudadano, al momento de jubilarse, es defraudado deliberadamente, al efectuarse una liquidación menor a lo que corresponde por ley. No tiene otra opción que iniciar por via judicial una acción tendiente a obtener el reajuste de sus haberes. Así ingresa a la dolorosa cofradía delos jubilados. Y así también comienza el via crucis de más de 15 “estaciones”. Los juicios se demoran, se paralizan, se obstruyen maliciosamente, se apelan cuando existe un compromiso internacional de no hacerlo, se desoyen las sentencias judiciales, incluso de la Corte Suprema y no se pagan las sentencias.
Los Fondos de Garantía de Sustentabilidad, es decir la Caja deAnses, es saqueada por el Gobierno para financiar Fútbol para Todos, para ayudar al Banco Central, para conjugar el cuantioso déficit de Aerolíneas Argentinas, para frenar la cotización del dólar, para brindar auxilio económico en las catástrofes naturales con la hipocresía de malinformar que los fondos proceden del Tesoro Nacional, para otorgar continuamente “préstamos” al gobierno que nunca son devueltos.
Con ese panorama los jubilados, al vetar la Presidente el 82% móvil, reciben reajustes anuales, una verdadera limosna que se les otorga por gracia monárquica, dos veces al año.
El Gobierno toma ventaja de la situación indefensa de una clase pasiva, agobiada por los años y el maltrato a que se ve sometida, insultos y agravios de por medio, buitres y caranchos en boca dela Presidente. Inexplicable el silencio cómplice de políticos, terratenientes, industriales, profesionales, instituciones y buena parte del periodismo.
La tercera edad existe y no es descartable. La ingratitud y el desprecio hacia los mayores no pueden tener cabida en una sociedad, cualquiera que sea su identidad política o su ideología.
La buena nueva ha llegado. Los jubilados han tomado debida nota de estas consideraciones y han asumido la decisión de poner en marcha la fuerza de la clase pasiva. Estamos conformando una red de asociaciones que, gracias a la cibernética, se reproducen  muy rápidamente con la meta invalorable de una finalidad común a todos, una justicia reparadora sin discriminaciones étnicas, políticas o religiosas. Somos en el país entre 6 y 8 millones y estamos en contacto con nuestros colegas en el exterior que, para nuestra sorpresa, son no solo una gran cantidad, sino que su entusiasmo nos supera.
No estamos descartados, para nada. Seremos una fuerza temible en las próximas elecciones. Estaremos preparados para intercambiar ideas y opiniones con tiempo suficiente para saber a ciencia cierta a quiénes debemos votar y a quiénes no debemos votar, siempre con el pensamiento puesto en el futuro de nuestros hijos, nietos y bisnietos. El nuestro es corto, ya lo sabemos, pero bien vale la pena lucharlo. Seguimos trabajando con la sabiduría que da la experiencia, con los principios morales que no llegaron a corromperse y con el amor que siempre, en todo momento y lugar, hemos profesado a nuestra bien amada patria.

La Tienda de Antigüedades

El periodista Mario Cadenas Madariaga en su columna del Informador Público habla del año corto que marcará el final de un ciclo y en los párrafos referentes a los jubilados dice que la suerte de seis millones de trabajadores depende las condiciones económicas generales, constituyendo el primer lugar por su importancia social. El segundo lugar lo ocupa el sector de jubilados y pensionados, que representa más de siete millones de electores que son exclusiva responsabilidad del Poder Ejecutivo y cuyos aumentos se conceden por decreto, libre de toda regla. Advierte que la Caja que los solventa es la Anses, es decir la misma que financia el déficit del Tesoro Nacional y que tiene una gran deuda pendiente con centenares de miles de jubilados Aquí omite el hecho de que dicha Caja financia el Futbol para Todos, el déficit de Aerolíneas Argentinas, el pago de sueldos ordenado por el Poder Ejecutivo para terroristas y falsos desaparecidos y otros arrebatos que sufre constantemente para sostener el peso frente al dólar, subsidios sociales, en cantidad y otros menesteres que nunca se conocen ni son rendidos. Termina su comentario con una opinión bastante pesimista. Dados los gastos afrontados la Anses no podrá otorgar aumentos importantes este año.
Y como bien dice el comentarista los aumentos, no por derecho y justicia,sino como limosna de caridad donada a su capricho por la Presidente, se otorgan en dos meses del año, marzo y septiembre, pero en el primero es un porcentaje inicuo que en el 2014 fue del 11% y por un período de seis meses, el segundo con un margen que fue del 17% lo que evidentemente no es lo mismo que negociar un 38% directo por un año con los gremios, en las reuniones paritarias. Es insólito que ningún partido político, ningún periodista independiente resalte este despropósito inexplicable, donde los jubilados no tiene participación como los gremialistas. Se dice que el cálculo enjundioso lo realiza el gobierno de acuerdo a los índices del Indec, lo que deja en descubierto dos mentiras, la primera la del Indec que bien la conoce hasta el propio gobierno que la ordena , la segunda, la versión del cálculo que el gobierno no realiza pues ya en el año 2012 tuvo que reconocer una falla que para el jubilado representó un 7% comprometido a reajustar, cosa que no se hizo. Es tal la indolencia y la malicia operantes que al efectuar el pago del medio aguinaldo del año 2014, se descontó del mismo, el Impuesto a la Ganancias, solamente a los jubilados, cuando existió un decreto de una Presidente acorralada que se dignó a exceptuarlo como un acto caprichoso de beneficiencia.
Estamos en contacto con algunas organizaciones de jubilados que buscan salir a la palestra para la defensa de sus derechos. Les asiste la razón ya que sus quejas individuales no son tomadas en cuente por la sociedad. Ellos no tienen el arma legal de la huelga. No tienen la fuerza física, por su edad, para formar piquetes o fuertes manifestaciones que, por otra parte chocarían con Berni y sus helicópteros de ciencia ficción, pero son siete millones que si se organizan como sociedad civil y se ponen de acuerdo en los métodos necesarios para hacerse oir , dar conferencias de prensa y acorralar a los políticos para que definan en sus plataformas y en sus funciones parlamentarias, su posición respecto al 82% móvil que una vez vetó la Presidente y que son siete millones de votos en juego, entonces la situación puede cambiar, ya que es un idioma que ellos conocen muy bien.
De una vez por todas el país, la sociedad toda, no sólo el Gobierno, debe comprender que los jubilados no son una tienda de antigüedades. Son seres humanos que necesitan alimento, medicamentos que aumentan en cantidad por su edad y en precios por la inflación.
El tema da para mucho más pues la falta de consideración y de respeto a la ancianidad es un enorme vacío que se ha abierto en el país como si el peligroso lema de la Presidente “vamos por todo” incluyera también a los ancianos que molestan, son un descarte, hay que eliminarlos. Cuando las máximas autoridades de un gobierno populista no tienen la menor aflicción ni remordimiento por la desnutrición infantil, por su falta de higiene y de atención médica que se aprecia en todas la villas miserias del país, especialmente en el norte, cuando a pesar de su creciente aumento lo ignoran abiertamente, luciendo en sus apariciones públicas, costosas joyas que ni se preocupan en disimular con un alarde de insolencia descontrolada, entonces,¿ quién puede extrañarse de su perversa actitud hacia los ancianos, vituperados con los apodos de la propia Presidente, de buitres y caranchos?.”
Estas son verdades de a puño, como decía Sarmiento , que debemos digerir con repugnancia.

Un Ser Despreciable

El ser más despreciable y antinatural de nuestra época, desnuda su felonía, su falta de sensatez, respeto y hombría al denigrar y desacreditar al Poder Judicial, organismo al cual acaba de renunciar. Propio de un personaje vil y siniestro, luego de pertenecer a un cuerpo prestigioso, sin ningún merecimiento valedero, escupe la mano del amo, motivado por su resentimiento social y su militancia al poder más corrupto que haya existido en el país.
¿Es necesario recordar sus continuas ausencias en el extranjero para evitar convalidar sentencias del máximo tribunal contrarias al gobierno?
¿Es necesario recordar que su última firma convalidó una sentencia lamentable
de la Corte, reabriendo un juicio insólito que adhiere vergonzosamente a la política de venganza y no de justicia alimentada por el gobierno populista?
¿Qué siniestra motivación lo lleva a criticar el procesamiento del Vicepresidente Boudou ya en los umbrales de un juicio político por varias gravísimas causas penales públicamente conocidas en el país y en el exterior, primero y único funcionario de tan alta categoría sometido a tal proceso?
Es probable que en el malestar glandular que sufre desde tiempo inmemorial, haya olvidado la acusación reciente que sufrió por el uso de sus propiedades como prostíbulos, administrados por su pareja de igual sexo.
Como prueba de que estas expresiones no son subjetivas ni malintencionadas me remito a poner en evidencia una intervención que le cupo en el juicio a un violador de una niña, para el cual solicitó la mitigación de la pena en consideración a que el violador apagó la luz para cumplir con su salvaje cometido.
Quizá su amigo Boudou apagó todas las luces para cometer sus fechorías.
Hay un enorme material para seguir escribiendo sobre este penalista garantista que condena a la víctima en lugar del delincuente, ya que este pobre sujeto llega a la delincuencia por culpa de la sociedad, según sus resentidas conclusiones, pero lo dejaremos para más adelante, si las circunstancias lo aconsejan.