jueves, 7 de enero de 2021

INSÓLITA POSIBILIDAD

El organismo de Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) se ha distinguido por sus funciones de defensa del Estado contra el ataque de los jubilados que se ven obligados a iniciar los juicios de reajuste de haberes, al ser liquidados en forma deficiente desde el primer recibo, premeditadamente.

Es necesario señalar que en la preparación de los presupuestos anuales, los gobiernos han previsto siempre una elevada suma destinada al pago de sentencias en los juicios de los jubilados contra el Estado. Esto demuestra que el Estado sabe y acepta que los litigantes por el reajuste de sus haberes en el fuero previsional, obtienen sin ninguna excepción fallos favorables.

Este es un claro testimonio de que la mencionada previsión presupuestaria es un pleno reconocimiento de que el Estado da por sentado, pública y oficialmente, que ha incurrido en el delito de  defraudación, desde el momento que es consciente de la pérdida de todos los juicios.

Si, no obstante ese conocimiento, apela mecánicamente todas las sentencias en primera instancia, es porque procede de mala fe y se sirve de su organismo para fijarle un protocolo en off: Trampear, Demorar, Impugnar, Obstaculizar, Apelar y No Pagar. Además, Anses se arrogó la facultad de apelar las sentencias de los jueces que declararon exentos a los jubilados del impuesto a las ganancias.

Soy jubilado litigante que luego de 21 años de juicio previsional con sentencia favorable de la Corte Suprema de Justicia del año 1997, tuve que recurrir al embargo de Anses para que finalmente se liquidara la sentencia. Cientos de miles de jubilados se hallan en la misma situación, esperando desde hace muchos años el pago de reajuste ordenado por sentencia.

Traigo a colación estos asuntos porque el 30 de diciembre de 2020 el juez Ezequiel Pérez Nami hizo lugar a un planteo de la Vicepresidente Cristina Kirchner y la autorizó a cobrar su pensión como  expresidente. más la de su marido, el expresidente Néstor Kirchner, con intereses retroactivos y sin pagar el impuesto a las ganancias.

Luego de apelar sistemáticamente todas las sentencias previsionales favorables a nosotros los jubilados, en la mayor parte de escasos montos, no ha apelado todavía, como es su inveterada costumbre protocolar, el caso de la Vicepresidente, a pesar de que esa sentencia representa una cuantiosa suma de más de 20 millones de pesos y que viene a ser la única oportunidad de apelar con fundamentos. Tampoco apeló la Procuración del Tesoro.

Estamos a la espera de un típico caso de servilismo humillante que no tiene parangón en la historia, y que, de producirse, sería un espectáculo dantesco de parcialidad y obsecuencia.

Desde la dirección de Massa, Boudou, Bossio Basavilbaso, Vanoli, Raverta, Anses se convirtió en acérrimo enemigo de los jubilados, mediante una persecución constante en contra de sus derechos y la aprobación de todas las disposiciones de ajuste de sus haberes emanadas del Poder Ejecutivo. 

Jamás se le conoció intervención o sugerencia alguna favorable a los mismos, pero en el presente caso se olvidará del siniestro protocolo, hará la vista gorda y dejará pasar el elefante por el agujero de la aguja.