miércoles, 10 de febrero de 2016

NELSON CASTRO, EL GOBIERNO Y LOS CAMIONEROS


"Camioneros rechazó la propuesta del Banco Central que permite a los bancos no enviar los resúmenes de tarjetas en papel, lo.que afectaría a cerca de 4.000 trabajadores. Hugo Moyano amenaza con pegar el faltazo a la reunión convocada por Macri.
El gremio seguirá en asamblea permanente y no descartó que haya "paros sorpresivos" en los próximos días en la rama de transporte de caudales." Esto se leyó en los periódicos el día de la fecha 10/02/16.
Las noticias deben publicarse con opiniones, comentarios y explicaciones que ilustren adecuadamente al lector. Al leer fríamente esta noticia debo suponer que al autorizar el Banco Central a los bancos a no enviar los papeles a sus clientes, cuatro mil trabajadores camioneros que realizan el trabajo de transportarlos, quedan en la calle. Al reconocer mi ignorancia sobre el particular, recuerdo que hace unos años dejé de recibir los balances de mi cuenta porque los bancos implantaron el correo electrónico y los recibía en mi computadora. ¿Es éste un caso similar?
Si así fuera, se produciría un ahorro de tiempo, de papel , de combustible, de posibles pérdidas y sobre todo de congestión vehicular, en beneficio del medio ambiente, ya que más o menos 10.000 camiones dejarían de recorrer calles y avenidas llevando los aludidos papeles.
No estoy argumentando contra el gremio de los camioneros, simplemente quiero saber si mi interpretación es errónea.
Es sabido que el avance de la técnica constituye un adelanto maravilloso para las grandes fábricas, empresas e instituciones financieras, pero que al mismo tiempo ha reducido la mano de obra ya que, por ejemplo, el trabajo de diez o quince operarios se puede realizar con solo uno o dos de ellos. por la ayuda de la máquina.

Hilando fino y ya en forma fantasiosa podríamos pensar en la resistencia de los pilotos de aviones comerciales, a la utilización de aviones Jumbo, ya que con sólo dos pilotos se pueden transportar más de 300 pasajeros, que en pequeñas aeronaves significaría realizar 10 vuelos dando trabajo a 20 pilotos.
Quizá la noticia publicada como un latigazo me ha inducido a dar mi opinión escribiendo sandeces, pues no se informa acerca de las medidas que pueden adoptarse para ir mitigando las consecuencias,
es decir, el gremio no da muestras de sugerir nuevas inventivas para suplir el transporte de papelitos por otro material, ni el gobierno aparece proponiendo un debate generalizado que halle solución al problema.
Un gobierno populista procede a la inversa con su política de inclusión y de consumismo, como lo ha demostrado el kirchnerismo al crear oficinas innecesarias para el nombramiento de miles de empleados, próximos votantes, clientelismo mercenario que debe pagarse con el impuesto de todos los habitantes. Tal exceso lo ha sufrido el mismo Banco Central al igual que el Banco Nación.
Con posterioridad pudo saberse que la afirmación de Pablo Moyano sobre el faltazo a la reunión de Macri, corrió por su exclusiva cuenta y así lo confirmó su padre hace unos breves momentos.
En su espacio noticioso de las 18 hs. Nelson Castro cometió otra grave imprudencia al dialogar con un colega sobre el caso. Pese a que el primero le informara que las declaraciones de Pablo Moyano fueron gravemente insultantes para el presidente Macri, tratándolo, entre otros peores términos de gorila, el "correcto" periodista salió en su defensa, opinando que el gremialista tenía razón pues el gobierno incurrió en otro error al dictar resoluciones sin medir las gravísimas consecuencias que pueden acarrear. Parece que Castro interpretó una medida administrativa del Banco Central, que no ordenaba sino que permitía a los bancos utilizar correo electrónico, por una resolución gubernamental. ¡Ay Castro!
Desconozco las razones de ciertas actitudes del reconocido periodista que pueden traducirse en una velada crítica al gobierno, tanto en sus visibles enojos al hablar de la inflación, como en el fuerte impacto que le provocó la revelación política del extitular de la Anses, Diego Bossio, a quien elogió sin recodar su paso siniestro por dicho organismo.
Lo verdaderamente extraño es que siempre he mantenido un buen concepto de Nelson Castro en su función periodística concisa y valiente, en especial con referencia a las fundadas censuras que dedicara a la actuación de la expresidenta. Me obliga a pensar que busca conservar su rating al colocarse en una posición imparcial enjuiciando al nuevo gobierno. Son los gajes del oficio.