sábado, 18 de marzo de 2017

LA LEY DE REPARACIÓN HISTÓRICA


La Ley de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados, sancionada el 29 de junio de 2016 por el Congreso de la Nación, consiste en una propuesta de aceptación voluntaria que reconoce el derecho de los jubilados y pensionados que se encuentran en proceso judicial contra Anses, a actualizar sus haberes en función de fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de las Cámaras de la Seguridad Social y de las Cámaras Federales, mediante la firma de un acuerdo.
De modo que se hacía necesaria la promulgación de una ley con un rimbombante título para que se reconozca el derecho de los jubilados a entablar juicio contra la Anses, lo que vendría a significar que los veinte o más años de litigio para la actualización de los haberes mal liquidados no estaban amparados pòr ninguna legitimidad y fueron en balde. ¡ Recién ahora, el gobierno me dice que tengo derecho a exigir en los tribunales la actualización de mis haberes!  Considero que esto sí, es una innovación jurídica revolucionaria de carácter histórico. Pero hay un agregado original en esta ley reparadora, pues consiste en una propuesta de aceptación voluntaria, mediante la firma de un acuerdo, lo  que viene a dar al traste con mis derechos. Es decir, no hay derecho absoluto sino condicionado a la propuesta. El desarrollo de esta saga continúa al establecer la ley que los acuerdos deben homologarse en sede judicial, el jubilado con su abogado,  y Anses, ante un juez acordando el ingreso al Programa (¿qué programa?) y consecuentemente el fin del juicio.
Y finalmente aparece el verdadero móvil de este asombroso perfeccionamiento jurídico al resolverse que, quienes deciden rechazar la propuesta o no ingresar al Programa (qué programa?), seguirán cobrando su haber actual y una vez concluido el juicio Anses acatará la sentencia.
Se ha dilucidado el enigma de la propuesta, que radica en una quita porcentual que llega hasta el 50% de lo ordenado en sentencia, lo que equivale lisa y llanamente a una explícita extorsión, sobre la que volveremos seguidamente.
En buen romance, la Reparación Histórica me dice que por decisión unilateral el Estado deja en suspenso la tramitación del juicio y si acepto la propuesta lo da por finalizado aplicando la quita, en otras palabras cumple con la sentencia pero con ”rebaja”. Y si no acepto, el juicio continúa y al concluir acatará la sentencia. La más disparatada contradicción jurídica que se me ha presentada en mi larga vida, pues en mi caso tengo ya sentencia de la Corte Suprema de Justicia dictada en el año 1997 que nunca fue acatada. Entonces, ¿qué juicio espera el gobierno que finalice para que, como se establece, Anses acate la sentencia? ¿la de 1977 o espera otra sentencia clonada?
Estimo y califico como delito de extorsión la llamada propuesta en esta ley, ya que entra en la definición jurídica que dice: “La extorsión es un delito consistente en obligar a una persona a través de la utilización de violencia o intimidación a realizar u omitir un acto o negocio jurídico con ánimo de lucro y con la intención de producir un perjuicio de carácter patrimonial o bien del sujeto pasivo”
El Estado es el sujeto activo que utiliza la intimidación sobre el jubilado, sujeto pasivo al decirle prácticamente”si aceptas la quita porcentual, te pago la sentencia, si no la aceptas no te pago y continúa el juicio”per secula seculorum”. Lleva fines de lucro al quedarse con dinero de la sentencia y produce un gran perjuicio patrimonal al jubilado que, si no acepta, no cobra más.
Quizá lo más inhumano de esta cacareada reparación lo vemos en que se incluye en el artículo 9º. de la ley, un orden de prelación que establece que tienen prioridad los beneficiarios mayores de 80 años, cuando precisamente son los que están al final del Programa, pues se están pagando actualizaciones a recién jubilados, en grandes cantidades, con gran despliegue publicitario y de los prioritarios no cobró todavía ninguno, con el agravante de que hay varios mayores de 90 y 100 años con la mayor antigüedad de espera que llega hasta más de veinte años.
En la carta abierta al señor Presidente del 22 de febrero le decía que hay una gran cantidad de jubilados de 80, 90, y más de 100 años que me consta siguen reclamando su pago, varios de ellos con carta dirigidas a Anses y a los diarios, y deduzco razonablemente que si a diario leemos estos reclamos, cuántos estarán en la misma situación sin decidirse a escribir y cuántos habrán fallecido durante esa angustiosa espera. Pues bien, este clamor aumentó drásticamente en todos los medios y redes sociales y destaco al diario Clarín que publica columnas especiales dedicadas a dar a conocer de los propios estafados, la falacia de un Plan de Revisión Histórica de evidente extorsión.
Transcribiré una de las cartas, dramático paradigma  de la justa indignación que provoca esta intolerable actitud del gobierno, que fue dirigida al titular de Anses Emilio Basavilbaso  el 17/3/17 : 

"Señor director de Anses, Emilio Basavibaso, no tiene ninguna necesidad de mentir cuando ha elegido la arbitrariedad en el manejo de la cosa pública bajo el paraguas de impunidad que le da el poder y la mansa, silenciosa complacencia de fiscales y jueces que miran para el otro costado. 
Cuando se actúa con prácticas totalitarias no se puede hablar de estado de derecho.
Lamento tener que decir que yo aposté al cambio, y la frustración que me produce tener que ver y ser objeto de más de lo mismo. Algún día se sabrá cuánto ha sido el ahorro que le significó a la caja de Anses la baja de los jubilados que murieron esperando que se los tuviera en cuenta como humanos y ciudadanos argentinos. Y también lo que le significó el mentiroso plan de Reparación Histórica, con lo que se autocalifican a lo pavo real. 
Señor Basavilbaso, lamento comunicarle que no he muerto, pese a estar próximo a cumplr 90 años 
¿Porque es eso lo que esperan para eliminar la carga económica que representamos los viejos jubilados a los que consideran de descarte, no? No le pregunto por qué no cumple con los fallos judiciales, porque la respuesta también resulta obvia: todo es cuestión de reducir el presupuesto del organismo que dirige demorando su cumplimiento hasta la llegada de nuestro inexorable final. Y un par de últimas noticias: usted está incumpliendo sus deberes de funcionario público, lo cual es delito que más tarde o más temprano tendrá que purgar; otra, pienso resistir hasta que se haga justicia, aún más alle del momento de su reemplazo. Después volveré a mi tiempo de espera para saludarlo en el lugar en que vamos a parar todos los seres vivos. ¡Allá usted con su conciencia y aquí con la Justicia que, aunque tarde, siempre llega,!  Juan Carlos Mirabella"

En todos los contactos que mantengo desde hace muchos años me encuentro con una gran confusión, producto de la gran variedad de sugerencias intercambiadas para formar grupos, pues es enorme la cantidad de involucrados en este gravísimo problema y es imposible aunar acuerdos y métodos, todo se diluye en un mar de buenas intenciones que nunca llega a nada. Conspira también el hecho de que los más de medio millón de jubilados, en estas condiciones, se hallan diseminados a lo largo y ancho del país.
La razón que nos asiste en esta emergencia es indiscutible, desde cualquier punto de vista, pero las quejas e indignados reclamos no llegan a oído del gobierno y de la gran mayoría de periodistas. Ellos están en otra cosa, la noticia caliente de crímenes secuestros, sexo, fútbol y política corrupta.
Aunque parezca increíble he recibido serias propuestas para organizar corte de calles y avenidas, sentadas, con carteles alusivos, diríamos piquetes, ya como recursos desesperados que son inviables para gente de la tercera edad, de por sí pacífica, estoica y tolerante.

La experiencia nos demuestra que en estos casos la manera más eficaz de obtener resultados  es la perseverancia de difundir constantemente la injusticia que se viene cometiendo, apelando a todos los medios periodísticos, gubernamentales, parlamentarios, judiciales y redes sociales, éstas cada vez más accesibles a los problemas sociales.
A continuación brindamos un caso muy interesante que es nuestra misión difundir al máximo, como hemos dicho anteriormente. 
El juez de la Seguridad Social Juan Fantini homologó un acuerdo en el marco de la Ley de Reparación Histórica de Jubilados, pero dejó en claro que la función de los magistrados "no debería limitarse o quedar reducida a un simple "click", Además denunció que con el expediente digital se agravó el colapso previsional. También agregó que el Código Civil y Comercial de la Nación "no requiriría de la homologación judicial, ya que los artículo 1641 y162 del mencionado texto legal establecen que la transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un litigio, o para ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o litigiosas y que la misma produce los efectos de la coa juzgada "sin necesidad de homologación judicial".
En ese punto, el juez federal se preguntó "por qué debería ser prioridad una causa digital, en la que interviene una persona que hasta aquí nunca accionó por sus derechos, en relación a quienes llevan años litigando y en muchos casos hasta aquí no cuentan con sus haberes reajustados".
Esa es la pregunta que se hacen más de un centenar de jubilados mayores de 90 años que tienen varias sentencias a su favor con una insólita antigüedad de 20 años, la última de la Corte Suprema debido a las sucesivas apelaciones sin fundamento del perverso organismo Anses. El hecho de que un juez previsional se haga públicamente esta pregunta constituye una impúdica ironía que no podemos aceptar, suena casi como una burla.

Para los que están en duda con respecto a mi afirmación de que la Ley es extorsiva, tengan en cuenta por si se les ha ocultado, que los jubilados que acepten por vergonzante necesidad el acuerdo, podrán cobrar antes, pero con recortes que varían entre el 40% y el 70%, según el estado del juicio y los reajustes de haberes. En ese marco, el especialista Guillermo Jáuregui sostiene que el reajuste podría oscilar entre el 30% y el 45%.
Pero aquí no terminan los beneficios extorsivos de Anses pues los jubilados con sentencia firme anterior al 30 de mayo, entre 50.000 y 70.000, que deberían cobrar un promedio de $ 350.000  y que de acuerdo a la ley percibirían el 100% de la retroactividad dentro de los 120 días anteriores al reclamo. si aceptan el acuerdo, se les pagará el 50% del retroactivo y el otro 50% en 12 cuotas trimestrales, sin intereses.
Como se podrá apreciar´, es una reparación histórica que si se cumple, será pagada por un delivery especial de Anses destinado a los cementerios.