jueves, 4 de mayo de 2017

SE ABRE UN PANORAMA


Hace un año, el 4 de mayo de 2016, decíamos con respecto a los denominados juicios de lesa humanidad que “la parte querellante la conforma el gobierno bonaerense en la persona del  secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Santiago Cantón, recientemente designado por la gobernadora María Eugenia Vidal, que al hacerse cargo de la función expresó textualmente:
 “El Estado bonaerense a través de esta secretaría se presentará como querellante en los procesos de lesa humanidad. Existe la firme voluntad de la gobernadora Vidal de continuar con estos juicios y con la política de memoria, verdad y justicia. No habrá marcha atrás con estos temas.”
Se da la curiosa coincidencia de que estas últimas siete palabras de la declaración fueron también pronunciadas por el presidente de la Corte Suprema, Lorenzetti, delante del presidente Macri, y por  Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos del gobierno nacional, en nombre del presidente.
Queda por tanto firme la política kirchnerista de la memoria, verdad y justicia, con el sesgo remanido que rige para unos  y no para todos, es decir, tuerta, renga y manca.
Las dos secretarías de los derechos humanos le marcan la cancha a nuestro presidente, contradiciendo su promesa electoral de “terminar con el curro de los derechos humanos”, según sus propias palabras.  
Gran intérprete del tema es el periodismo que calla y habla conforme a los “interese creados”,  al decir de Jacinto Benavente, que ahora solloza por la carestía de la vida que hiere a los más vulnerables, que critica desbocadamente políticas laborales del gobierno, que en aras de la empalagosa independencia periodística se complace en dar cabida en sus notas y reportajes a los causantes de la anarquía y corrupción por ellos dejadas, a la entronización de los sinuosos gatopardistas, adalides de la mercenaria política ejercida con una prodigiosidad digna de mejor causa. 
Con el mayor respeto, reconozcan señores periodistas que el tema encarado en este breve pero sincero artículo, es totalmente ignorado y silenciado en vuestros prestigiosos medios.” 
Hasta aquí el citado artículo que ahora vemos actualizado a raíz de la correcta decisión de la Corte Suprema de Justicia que declaró aplicable  el cómputo del 2x1 para la prisión en un caso de lesa humanidad. El fallo se ajusta a derecho y es justicia. Sin embargo, la declaración final pone el acento en el leitmotiv del asunto al decir: “La mejor respuesta que una sociedad respetuosa de la ley puede darle a la comisión de delitos de lesa humanidad,  y la única manera de no parecerse a aquello que se combate y se reprueba, es el estricto cumplimiento de las leyes y de los principios que caracterizan el Estado de Derecho”.  Aparentemente, no se reparó en que esto no se cumple en la sustanciación de los juicios de lesa humanidad, donde son ignorados todos los principios del Derecho Penal, y los acusados son sometidos a ordalías, donde deben atravesar duras pruebas para demostrar su inocencia. A contrario sensu de lo  establecido en la legislación penal.
Nos preguntábamos en el blogspot de ayer  ¿Se abre un panorama?  La respuesta es positiva pues todos los medios dieron amplia publicidad a las opiniones favorables y críticas del fallo. La sociedad entró en ebullición y, como es su costumbre, el periodismo busca exacerbar las pasiones opuestas  difundiendo declaraciones  ofensivas y violentas de los que no comulgan con el fallo, y las razonables y mesuradas,  las menos, que acompañan la sentencia con argumentos netamente jurídicos.
Es innegable que, a pesar de la posición comprometida del gobierno,  que ha venido manteniendo el relato de la memoria, verdad y justicia con un sesgo que rige para unos y no para otros, es decir, tuerta, renga y manca, como dijimos anteriormente,  se aproxima el momento de una definición que coloque en blanco y negro, la legalidad o la ilegalidad de los juicios de lesa humanidad, que ya nadie puede dudar de sus propósitos de venganza.  La ideología,  la parcialidad y la política han dejado avanzar demasiado  a través de los años estos procedimientos que el terrorismo  de izquierda, derrotado en lucha armada,  implantó con un sello inaceptable de legalidad.

Es tan grande el mal que nos ha dejado tanto tiempo de relato, corrupción y mentiras, que la decantación va a ser prolongada, pero sin pausa, hasta llegar a la ansiada paz y reconciliación que el gobierno debe lograr con el apoyo de toda la sociedad.