sábado, 29 de diciembre de 2018

MERCOSUR ¿LO SABE MACRI?



El presidente Macri prometió terminar con el "curro", fueron sus palabras, de los Derechos Humanos. 
¿Qué hizo? Siguió la política kirchnerista y reafirmó la venganza y el prevaricato. Mantuvo indiferente, en cautiverio, a los presos políticos que con su lucha antiterrorista le facilitaron el acceso al poder. Más de 140 soldados murieron en esa condición desde su mandato.
El presidente Macri prometió solución a la injusticia de millones de jubilados estafados y defraudados por el que fuera y continúa siendo el organismo kirchnerista Anses.
¿Qué hizo? Siguió la política kirchnerista y reafirmó la injusticia y el saqueo de millones de jubilados, y continuó con la impunidad y la corrupción del organismo más acaudalado del país, Anses.
El presidente Macri asume la presidencia del Mercosur luego de sus promesas de restablecer el libre comercio internacional y la firma de un acuerdo del Mercosur y la Unión Europea.
¿Que hará? ¿Tendrá conocimiento de los antecedentes funestos de esta asociación sudamericana formada por los intereses chavistas bolivarianos, por los intereses del dictador Correa, por los intereses del presidente populista Morales, por los intereses kirchneristas abrigados por los Kirchner?
No es difícil responder a este interrogante pues si el mejor equipo de los últimos 50 años no lo supo aconsejar en muchas de las decisiones fallidas, tomadas durante su mandato, lo más probable es que en este caso ni tendrán idea de lo que es el Mercosur. A ello debemos agregar la absoluta carencia de información periodística de los medios, algunos mercenarios, temerosos de criticar el fracaso de esas reuniones denominadas "alta cumbre" que tienen por objeto fines políticos internos ajenos a la naturaleza y fines del organismo. 

Por eso reitero mi advertencia sobre el fracaso del Mercosur.

Silvio Pedro Pizarro
En el artículo anterior del mismo título habíamos destacado el fracaso de la reunión "cumbre" del Mercosur realizada en la ciudad de Paraná
El genuino y probado motivo de la existencia del Mercosur es la mutua protección destinada a atornillar en sus cargos a perpetuidad a los líderes mandatarios populistas de sus respectivos países. Y si esto en definitiva fallara, pensaron los delegados argentinos, hallaron con astucia la tabla de salvación de su naufragio, en el ahora apetecido Parlasur.
Los hechos confirman mi aseveración. Se dice que el Congreso es una Escribanía del Poder Ejecutivo, pero más que eso podemos afirmar que es recordman mundial parlamentaria para el tratamiento y aprobación de leyes que el Poder Ejecutivo le envía como misiles. Durante más de seis años no incluyó ni le dio importancia a la elección de legisladores al Parlasur y de pronto renace explosivamente la vocación latinoamericana y en sólo horas buscan aprobarlo el último dia del año.
A pesar de que el protocolo del Mercosur establece que la elección se debe hacer el mismo día en todos los países y separadas de las elecciones nacionales; acá se hace todo al revés y buscan aprobar la ley sin debate conforme a lo ordenado por la Presidente. 
Otro de los temas que tiene el debate del proyecto es la cuestión de las inmunidades de las que gozarán los parlamentarios del Mercosur y la necesidad, por parte del oficialismo, de tener el apellido Kirchner en las boletas electorales del año próximo. Es inquietante el tipo de inmunidad o fueros que se busca dar a diputados que no van a asumir sus bancas hasta el año 2020, según lo acordado entre los países miembros, a pedido de Brasil y Uruguay.
El kirchnerismo siempre ha hecho y desecho a su gusto y paladar, sin importarle la Constitución, las leyes, reglamentos, tratados internacionales, las sentencias, inclusive las provenientes de tribunales extranjeros. Qué duda cabe, entonces, con respecto al interés de mantener y auspiciar reuniones "cumbre", denomínense éstas Unasur, Mercosur, Parlasur, con tal de que sirvan a sus propósitos.
La falta de oposición de los Estados miembros ante la desatinada e innecesaria presión de la delegación argentina para el tratamiento inmediato y urgente de la elección de los diputados al Parlasur y la discusión sobre su impunidad como tales, tan necesaria para sus objetivos, puede haber causado extrañeza en los menos avisados comentaristas y periodistas de esta reunión "cumbre", pero no repararon en la complicidad de los intereses en juego. 
El Mercosur intervino en conflictos como el "golpe" contra Evo Morales en Bolivia, la convocación del organismo para la defensa de Rafael Correa en el Ecuador, el apoyo irrestricto al dictador Chávez cuando se cuestionó su represión a los opositores.
Estas reuniones "cumbre" son tribunales de la defensa mutua de los países que forman parte de una ideología populista y comunista que el castrismo ha insuflado en latinoamérica.
Los recientes fracasos que venimos siguiendo puntualmente, no dan por sentada una próxima eliminación de estos pseudos mercados, mientras subsistan los gobiernos populistas. Los nuevos vientos democráticos que cruzan la región son la esperanza que alimentan los pueblos sojuzgados para seguir los ejemplos de Chile, Perú, Uruguay y Colombia.
Como una crítica despreciativa al capitalismo y a los países exitosos de Occidente, la Presidente en su discurso inaugural en Paraná dijo en tono de mofa: " mercado es un maravilloso eufemismo" sin darse cuenta que escupía al cielo siendo que ella, como anfitreona, presidía justamente un Mercado Común de Sur América. Pero las palabras impensadas guardan su desquite. La Presidente tuvo razón, para el Mercosur la palabra es un "eufemismo", pues cubre con su denominación el verdadero sentido de las reuniones mafiosas que se llevan a cabo con bombos y platillos, halagos mutuos, homenajes y condecoraciones, mientras los pueblos se mueren de hambre.