viernes, 5 de mayo de 2017

POBREZA INTELECTUAL

En los programas políticos de TN anoche 4 de mayo, Juego Limpio y Código Político se pudo apreciar la pobreza intelectual de que gozan los responsables de su transmisión. Los espacios dedicados a la repercusión del fallo de la Corte denotaron una carencia lamentable de los conocimientos necesarios para un tratamiento competente de un caso jurídico de importancia.
El primero, Nelson Castro, se refirió al mismo con una crítica inesperada por su contenido. Expresó textualmente: “debemos marcar (un verbo que utiliza permanentemente) que el fallo de la Corte fue sorpresivo ¿? y absolutamente malo, es un retroceso. Los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles e indudablemente quedan afuera para beneficiar al procesado”, esto último con la autoridad de un prestigioso tratadista de Derecho Penal.
El segundo. Código Político, puso el tema en el tapete con una breve exposición de un minuto y medio respecto a la repercusión que tuvo la decisión del alto tribunal. Pero lo curioso resultó que las cinco o seis opiniones escogidas en el segmento, fueran todas desfavorables y recogidas de fuentes políticas, militantes y asociaciones similares que poco podían aportar al conocimiento del televidente. Se descartaron las opiniones favorables de entendidos en la materia, necesarias para la comprensión integral del asunto en discusión.
En el periodismo escrito la evaluación que hacemos no es menor, ya que la mayoría de los artículos que leemos se refieren a las críticas desfavorables del fallo, en bocas de personas de buena fe pero de carencia de autoridad para rebatir una decisión del máximo tribunal. Se cita al ministro de Justicia que se contradice cuando por un lado afirma respetar y no criticar el fallo, y por el otro lado lo califica como “uno de los peores engendros.” Como frutilla al postre, agregó esta errónea observación: “no es justo que se aplique la ley del “2x1” a cualquier condenado.” Extraña por su carácter de abogado.
Nos informan la posición desfavorable del presidente Macri, ya que le ordenó a su ministro de Justicia marcar ante la prensa una postura oficial dura para evitar el costo político de quedar asociados al fallo de la Corte y enfrentados a los organismos de derechos humanos y a vastos sectores progresistas de la sociedad, que podrían perjudicar al Gobierno, justo en un año electoral. Una muestra más del miedo cetrino que le inspiran al gobierno las organizaciones de derechos humanos.
No tiene explicación valedera el hecho de que si tanto rechazo produce en el gobierno y ciertos periodistas la vigencia del “2x1” que beneficia a los presos sin sentencia, nunca lo exteriorizaron en los últimos años, para saltar ahora todos al unísono porque se aplica a un militar acusado de delitos de lesa humanidad, que fuera condenado a trece años de prisión. Qué duda cabe de que no priva el sentido de una crítica generalizada a dicha ley, sino razones de orden político ajenas al contexto del derecho en sí.
Tanto los medios televisivos, como radiales y escritos se han mostrado reacios a brindar una explicación comprensiva de la interpretación de los textos de las leyes y su aplicación en los tribunales, como debía haberse realizado en este caso en particular fallado por la Corte Suprema, en donde hallamos que sólo se trató de la aplicación de una ley, conforme a derecho.
Se tuvo presente que el Código Penal consagra el principio de la benignidad de la  ley penal, que comporta la aplicación, en todos los casos, de la ley penal permanente más favorable al acusado. Nótese que especifica, “en todos los casos.”

Esta última información, aclaración o explicación resulta suficiente para mostrar la otra cara de la moneda que se mantuvo oculta por los medios periodísticos.