sábado, 12 de junio de 2021

LA UNIÓN HACE LA FUERZA, ADELANTE CON EL JUICIO

“Ninguna clase social, grupo o partido en Alemania puede sacarse de encima la responsabilidad por el abandono de la República democrática y el advenimiento de Adolfo Hitler. El error cardinal de los alemanes que se oponían al nazismo fue su fracaso en unirse contra él”. William Scherer.

Con esta contundente frase Enrique Guillermo Avogadro encabeza su excelente artículo "Lecciones y Elecciones" en donde formula su propuesta del pasado 23 de enero de competir contra el trágico oficialismo dentro de una misma estructura, de modo que sean los ciudadanos de a pie quienes elijan los candidatos que llevemos a las legislaturas de octubre, ello mediante la aceptación de Juntos por el Cambio, de candidatos provenientes de otros partidos. Como se ve, un llamado a la unidad y una velada advertencia a la oposición para que dejen de lado a las candidaturas y a las internas por la colocación en las listas. 

Tener en cuenta que en Chile la atomización de los diferentes partidos democráticos le permitió al comunismo chileno ganar las elecciones estruendosamente, colocando en Santiago de de Chile, Valparaíso y Viña del Mar, alcaldes comunistas y logrando la mayoría necesaria en constituyentes  para dictar una nueva constitución bajo un texto comunista. Lo merecen porque se unieron. Otro futuro candidato al bloque comunista.

Asumamos que virtualmente ya no tenemos un país democrático, no esperemos ni dejemos que formalmente no lo sea más. Seamos conscientes de que aunque el oficialismo pierda en las elecciones, jamás depondrá ni cambiará su política chavista ni, por lo tanto, su propósito de volver a unir al país al bloque comunista, como lo hizo anteriormente en la falsa democracia que usufructuó por la debilidad de la oposición al no formarle juicio político. 

Es cada vez más intenso y unánime el reclamo de la sociedad a la oposición, para que deje las luchas internas, los discursos desabridos, la política "correcta" y los públicos desacuerdos y críticas internas, todo ello lamentablemente en la competencia de cargos ejecutivos a los que aspiran explícitamente con directas afirmaciones ante los medios, como "yo quiero ser presidente"

Estamos todos contestes en que la unión hace la fuerza, y a eso debemos dirigir nuestros esfuerzos en la salvación de la democracia, pero diferimos en el objetivo, unos por un triunfo eleccionario y otros, como el que vengo insistiendo constantemente, por la ejecución de un juicio político con argumentos más que sólidos, Repetimos nuestra postura con el apoyo de varios constitucionalistas de prestigio. Vayamos al juicio político.

Aún cuando se pierda, las acusaciones y denuncias a la pareja presidencial, que tendría el sagrado derecho a la defensa, serían tan sólidas, como la apostasía del Presidente en sus declaraciones de apoyo a movimientos subversivos y tiránicos, Grupo de Puebla, Foro de Sao Paulo, además de su autoritaria decisión de unir al país al bloque comunista China, Rusia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, decimos, aunque el juicio se pierda, la sustanciación tendría una publicidad nacional e internacional tan extensa y explosiva que provocaría la caída del gobierno.