jueves, 11 de diciembre de 2014

DECADENCIA DE LAS REUNIONES "CUMBRE"

Cristina Kirchner mostró una vez más en Ecuador su fuerte desprecio por la prensa y quedó expuesta al trato inversamente proporcional que le deparó la brasilera Dilma Rousseff a los periodistas.
La falta de información de la comitiva presidencial de la Argentina sobre lo que hablaban los jefes de Estado durante el plenario de la Unasur resultó ser una constante. Sólo al final de la cumbre se acercó a dialogar con la prensa el canciller Héctor Timerman aunque su presencia fue casi obsoleta: buscó anunciar una votación favorable a la Argentina en las Naciones Unidas sobre el reglamento para discutir una nueva norma internacional de reestructuración de deudas soberanas. Pero el canciller no dijo una sola palabra de las exposiciones de los presidentes en el plenario, admitió que no conocía ni un dato de una reunión que Cristina Kirchner había mantenido horas antes con Rousseff y prefirió hablar de la "bella" estatua de Néstor Kirchner que se inauguró en la sede de la Unasur.
Cristina Kirchner estuvo herméticamente resguardada en todo momento por la comitiva oficial durante su paso por Quito y Guayaquil.
En cambio la presidente Dilma Rousseff convocó a todos los periodistas de su país que cubrían el evento y les ofreció una conferencia de prensa de unos 20 minutos. 
Está comprobado que las reuniones "Cumbre" en Sudamérica no llevan a la integración que se declama, sino que responden a intereses locales de orden populista, y muestran una decadencia muy acentuada.
Caso similar sucede con el Mercosur, completamente desprestigiado; ya se habla de la tragedia sudamericana. 
El Parlamento del Mercosur, conocido también como Parlasur, es una asamblea parlamentaria que funciona como órgano legislativo del Mercosur. En una primera etapa sus miembros fueron elegidos por los congresos nacionales de entre sus miembros, y posteriormente según su Protocolo Constitutivo debería ser integrado mediante el voto directo (a partir de 2011) y simultáneo (desde 2015) de los ciudadanos. En marzo de 2013 sólo los legisladores paraguayos han sido elegidos mediante votación popular, lo que significa que tres de los cuatro miembros han incumplido los plazos fijados por los tratados y la legislación mercosureña. Los estudios comparativos indican que el nivel de institucionalización del Parlasur es muy bajo. Sucede que en nuestro país el tema de la elección directa jamás formó parte de la agenda de los políticos, pero ahora surge una necesidad urgente de
abocarse a la misma, como un medio de obtener fueros parlamentarios para protegerse de la justicia. Lo estamos presenciando con las iniciativas de proponer a la Presidenta que son públicas y a ritmo desesperado.
Una vez más queda en evidencia que la integración es una farsa y que mientras existan gobiernos bolivarianos, castristas, chavistas, kirchneristas y populistas, jamás podrá llevarse a cabo.
Cuando los países de esta América comprendan que el avance del progreso y de la verdadera integración puede ser realizada sobre la base de Estados soberanos regidos por principios democráticos y republicanos con el respeto a la libertad, a la propiedad privada, a la prensa y a los derechos del ciudadano, entonces sí podrá pensarse en una unión fecunda y en el cumplimiento de los objetivos ya establecidos, pero que fueron ignorados dando paso a la decadencia señalada.
No serán reuniones "cumbre" con teatro romano, halagos fiesteros, abrazos, artistas, estatuas y homenajes con gastos dispensiosos, serán reuniones de trabajo abiertas a la prensa y con resultados prácticos para un bienestar general.
Se gestionará y aprobará la libre circulación de productos, servicios y bienes entre los estados miembros, por medio de la eliminación de las barreras comerciales.
La libre circulación de productos, servicios y bienes entre los estados miembros, por medio de la eliminación de las barreras comerciales.
La creación de un arancel externo común y también el desarollo de una política comercial común hacia países terceros o agrupaciones de países
La coordinación de las políticas macroeconómicas y también de los sectoriales entre los estados miembros del Mercosur respecto a la política industrial, monetaria y fiscal, la política comercial, la política agrícola, la política de comunicación, la política de servicio y de transportes.
Este es el anhelo a que debemos propender mediante el libre e inteligente ejercicio del voto. Ya hemos aprendido que los gobiernos autoritarios y populistas nos han llevado a la ruina.