martes, 24 de marzo de 2015

DESAFORTUNADA EMBAJADORA


Todavía me cuesta creer que la ex azafata de Aerolíneas Argentinas, ex  diputada, amiga de Chávez y ex embajadora en Venezuela, Alicia Castro sea la sucesora de Carlos Ortiz de Rozas en la embajada de Londres, pero esas son las consecuencias de una política diplomática populista que ha dejado al país en  el concepto más bajo desde su nacimiento como nación. Su triste desempeño ha sido motivo de irrisorios comentarios en el mundo diplomático. Llegó a calificar al Primer Ministro Cameron de “bobo” y “tonto”, de lo que por exigencia de la cancillería británica debió disculparse.
Su última intervención nos la muestra en la falta de capacidad e idoneidad para ocupar tan delicado cargo. La cancillería argentina se ha politizado con el kirchnerismo y favorece la designación de militantes sin preparación para el servicio exterior, olvidando que las representaciones, consulados y embajadas son el espejo de nuestro país en el extranjero.
El  diario sensacionalista The Sun había anticipado que Gran Bretaña reforzará la base militar en las Islas Malvinas ante el temor de un "creciente riesgo de invasión" por parte de las fuerzas argentinas.
Fuentes del gobierno dijeron al matutino de News Corp., de Rupert Murdoch, que los refuerzos de tropas y equipos militares son en respuesta a una revisión del Ministerio de Defensa, que concluyó que un ataque argentino en el archipiélago del Atlántico Sur "es más que probable".
Luego, la embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, descalificó la información difundida por The Sun y advirtió que la publicación es "una burda y sucia propaganda" de un diario "eminentemente antiargentino y, por ende, antilatinoamericano",
Según Castro, ese diario británico "está dedicado a tratar de hacer creer que la Argentina representa un peligro para el Reino Unido o para los habitantes de las Islas Malvinas".
Luego como digna representante y patriota defensora de los derechos argentinos la embajadora Castro dijo: "La Argentina no representa ningún peligro. No va a ocurrir nunca más una Guerra de Malvinas, porque eso fue claramente desatado por la dictadura militar con el objeto de mantenerse en el poder."
Pero resultó que era una primicia correcta la de The Sun, y que la embajadora Alicia Castro estaba desinformada.
He tenido la oportunidad de mantener contactos sociales prolongados con varias embajadas en el exterior y pude comprobar que colaborando con el jefe de misión, los militares agregados a las mismas proporcionaban las informaciones que podían ser de importancia al país, sin que por ello puedan ser calificados de espías, era
su misión. O bien no sucedió tal cosa en nuestra representación en Londres o bien, siguiendo la política de su presidente, la embajadora no escucha informes o consejos de sus colaboradores y se lanza por su cuenta y riesgo como si estuviera en la cadena nacional.
Además, aparentemente los nuevos servicios camporistas de la Agencia Federal de Inteligencia a las órdenes de su idóneo e inteligente jefe Parrilli, tan ocupados en el espionaje interno de políticos, periodistas, opositores y otros bípedos, no repararon en los casos de interés internacional y quedaron desinformados.