lunes, 9 de marzo de 2015

"El Islam Argentino"


En el diario La Nación de hoy 9 de marzo leo un artículo de la periodista Aigul Safiullina muy interesante, aunque un poco extenso, por lo cual transcribo los párrafos más significativos, aunque recomiendo su lectura. Lo titula "El islam argentino". Son entrevistas realizadas a musulmanes argentinos que explican los motivos que causaron su conversión a la religión musulmana.
"Lo que más le cuesta a Augusto es explicar todo el tiempo por qué eligió ser musulmán y por qué esa religión no promueve la violencia ni la sumisión de las mujeres".
"En 2001, cuando el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York conmocionó al mundo, Nancy le preguntó a su madre: "¿Por qué los musulmanes hacen esto?". Y así comenzó una búsqueda intelectual y espiritual que también la llevó al islam."
"Acá no hay muchas facilidades para los que profesan la fe musulmana", observa Nancy, y brinda el ejemplo de la ciudad turca de Estambul, adonde viaja de vez en cuando por su trabajo actual y donde "en cada cuadra hay mezquitas". En la ciudad de Buenos Aires hay tres mezquitas:"
"Nadie sabe cuántos musulmanes viven hoy en la Argentina. No existen estudios y el último censo no incluyó la pregunta sobre la religión. Según diferentes números privados, son cerca de un millón, y su número ha crecido en los últimos años."
"Natalia, al contrario, desde chica había sido muy católica. Iba a la iglesia rigurosamente y fue catequista. Todo cambió cuando empezó a hacer preguntas que la Biblia, según ella, no le podía responder, pero el Corán sí. "El islam fue como un despertar, una religión muy lógica",
"Me gustaba charlar con los árabes por su educación, sus modales y su gran nivel cultural",
Para Hosain, "existe mucha estigmatización de los musulmanes", porque hay pocos comunicadores y difusores en la comunidad argentina. Él vincula la mala imagen con "algunos medios que relatan los hechos desde el exterior", ya que la Argentina "es ejemplo mundial de convivencia y diálogo"

Por los años que llevo, la experiencia me ha enseñado a ser tolerante y respetuoso con todas las religiones. Por tal razón espero que estos comentarios sean interpretados en su verdadera dimensión, objetivos, imparciales y realistas.
El diario La Nación le ha dedicado un gran espacio, titulares y fotografías, inusual para estos casos.
Las circunstancias que está atravesando el mundo con los ataques del terrorismo musulmán con ferocidad inusitada, degollamientos inhumanos con fruición publicados, destrucción de ciudades y culturas milenarias, no constituyen el momento más apropiado y oportuno para la difusión de esta literatura engañosa. Si bien reconozco las buenas intenciones de la periodista y de los entrevistados convertidos a la religión musulmana en nuestro país, para hacer conocer las razones que los indujeron a abrazar la religión musulmana, y explicar las diferencias con el actual terrorismo, en rigor de verdad el artículo se asemeja a un alegato a favor del Corán y contribuye a que personas inadvertidas se sientan atraídas por la lectura de una nueva religión. En tal sentido, gran parte de la población argentina es proclive a la adopción de religiones y sectas extrañas.
La escritora expresa que en el país habría un millón de musulmanes, que se reúnen en torno a tres mezquitas y tratan de adaptar sus creencias a la cultura local condenando al terrorismo. Es una visión equivocada ya que no existe un islam argentino, el islam es sólo uno, y jamás se adapta a las costumbres locales, sino que por el contrario, impone la suya. En la Europa occidental están sintiendo estos efectos, percibiendo ahora con mayor claridad la política invasora musulmana. Cuando su presencia en las ciudades es del 10 al 20% van moderando sus movimientos acatando las leyes y costumbres locales, pero a medida que aumenta ese porcentaje, se convierten en más exigentes al reconocimento público de sus actos religiosos, promueven protestas violentas y alegan discriminación a las autoridades. Ejemplo típico y ya considerado de difícil solución es el de la  ciudad de Marsella en Francia, la mitad de cuya población de un millón de habitantes es musulmana.
Los que hoy son llamados "terroristas" son en realidad los verdadero musulmanes. Quieren practicar su religión e imitar a su profeta, conquistando a sangra y fuego al mundo para el Islam.
La respuesta está en el Corán: "Cuando encontréis a los infieles matadlos hasta el punto de hacer con ellos una carnicería. Los que hayan sucumbido en el camino de Alá (en la guerra), Alá los introducirá en el paraíso. ¡Oh creyentes! si asistís a Alá en su guerra contra los malvados. él también los asistirá y dará firmeza a vuestros pasos. En cuanto a los incrédulos, ojalá perezcan"(Corán LXVII, 4-5,  7-9)
Esta transcripción es lapidaria y nadie puede dudar que todos los hechos de terrorismo registrados en los últimos meses responden a este mandato del Profeta.

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