miércoles, 25 de marzo de 2015

UN PARTO DIPLOMÁTICO EN RELACIONES EXTERIORES


Sobre un total de unos 30 ascensos a embajadores y ministros elevados por el Poder Ejecutivo, más de 12 eludieron su paso por la Junta Calificadora del Ministerio de Relaciones Exteriores, que debe evaluar técnicamente los méritos de cada ascenso. Así, se promovió a personas
designadas a dedo por Timerman en función de su afinidad y correspondencia política.
El resultado de estos ascensos de perfil político que se profundizó en los últimos años generó que de unos 60 embajadores de carrera que hay actualmente unos 28 sean jefes de misión de una embajada en el exterior. El resto de las embajadas están cubiertas en un 60% por ministros de primera y segunda clase como encargados de negocios. A ello hay que añadir los 25 embajadores políticos. Así, la Cancillería diminuyó el nivel profesional de funcionarios que representan a la Argentina en el exterior.
Por otra parte, en plan de "depurar" la vieja camada de embajadores, Timerman instrumentó un plan de retiro anticipado de unos 70 embajadores que tenían entre 65 y 70 años pero que por ley todavía podrían seguir en funciones. Se trata de embajadores que ahora están en sus casas y que tenían más de 20 años experiencia.
El lugar de estos embajadores de larga data fue ocupado por jóvenes funcionarios que en muchos casos responden a las directivas políticas de Timerman.
 La Auditoría General de la Nación (AGN) emitió en agosto pasado dos extensos informes de control sobre el manejo de cuentas de 127 embajadas y consulados argentinos. Allí se observaron irregularidades en el manejo de los gastos consulares y de embajadas por más de US$ 25 millones. Además, se advirtieron demoras de más de tres años en la confección de algunos sumarios administrativos internos.
El manejo de sumarios y el control interno de la Cancillería está a cargo del ex montonero Alejandro Peyrou, que no brinda información a la prensa sobre los informes que realiza.
En anteriores artículos hicimos mención a varios ejemplos sobre la desafortunada actuación de nuestros representantes en el exterior desde que asumió el gobierno kirchnerista. Las designaciones de Nilda Garré, Alicia Castro, Patricia Vaca Narvaja, Cecilia Nahón no resisten al menor análisis en cuanto a su idoneidad y experiencia diplomática.
En el día de la fecha se ha tomado conocimiento de un hecho sin precedentes que colma la medida de lo que venimos relatando y que ha merecido un artículo especial publicado en mi espacio en facebook y que lo repito en este blog por considerarlo un punto de inflexión en lo que se refiere a los nombramientos políticos en la administración pública. Como dato humorístico, colorido y barroco de la redacción del decreto del Poder Ejecutivo Nacional que consistirá, por supuesto, en el título a ostentar por el insólito embajador plenipotenciario, aconsejamos leer atentamente el mismo que suponemos ha de requerir dos tarjetas de presentación, dada la longitud de los caracteres que lo identifican en su cargo.
He aquí el Decreto 1258/2014 del Poder Ejecutivo Nacional (P.E.N.)

La cancillería argentina se ha politizado con el kirchnerismo y favorece la designación de militantes sin preparación para el servicio exterior, olvidando que las representaciones, consulados y embajadas son el espejo de nuestro país en el extranjero. En su abominable sumisión a Cristina Kirchner, Timerman ha perdido el control de sus actos al efectuar una designación alejada del más elemental sentido común de un ser humano. Como ya lo dije en otra oportunidad no sería de extrañar que nuestra Presidente remedando a Calígula nos venga un dia con la noticia de que ha designado senadora nacional a su perra. Así lo hizo el emperador con su caballo Incitatus.

La insólita historia de Federico Martelli, el "embajador militante"
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