viernes, 5 de agosto de 2016

LA HORA DE LA JUSTICIA - EL PRESIDENTE MACRI




En el mes de noviembre del año 2014 escribíamos en este mismo espacio, lo siguiente:
“Creo que no hay antecedentes en los países democráticos constituídos bajo las premisas constitucionales de la independencia de los tres Poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, de que uno de ellos acuse y ataque públicamente a otro, formando parte de un mismo gobierno.
Es lo que actualmente sucede en nuestro país, donde el Poder Ejecutivo ha lanzado una abierta campaña contra el Poder Judicial. Comenzó a raíz de fallos que considera arbitrarios y lesivos. como la declaración de inconstitucionalidad de algunas leyes propiciadas por el ejecutivo, en especial las referidas a la libertad de prensa y culminó con el allanamiento de una empresa privada propiedad de la Presidente de la Nación y sus dos hijos por parte del juez Bonadío.
La reacción en cadena fue violenta y los funcionarios de mayor rango, así como legisladores militantes, obedeciendo órdenes emanadas de la presidencia, se pronunciaron unánimemente en defensa de su jefa aduciendo un golpe de estado del Poder Judicial para derribar al gobierno.
El jefe de Gabinete.Jorge Capitanich, sostuvo que el Poder Judicial ës una corporación que actúa de común acuerdo con la oposición política y grupos mediáticos y económicos concentrados. y que todo el tiempo hace política partidaria.
El ataque no puede ser más directo, el jefe de Gabinete acusando de golpismo al Poder Judicial y de hacer política partidaria. La Presidente en persona enrostrando los buenos sueldos de los jueces y que "siguen", dice irónicamente, sin pagar ganancias, además de denunciar ausencias irresponsables de jueces y fiscales, como celadora acusadora. Traspasa los límites razonables de su investidura en un grosero y despiadado ataque a los dignos encargados de administrar justicia.
Lamentable es el turbio origen que motiva esta reacción desesperada que no se justifica de ninguna manera. Es el temor de la primera mandataria, ante el avance de investigaciones relacionadas con millonarios fondos mal habidos por ella y su finado esposo, depositados en diversos paraísos fiscales, a nombre de conocidos testaferros relacionados con la familia a través de negocios ilícitos, lavados de dinero y otros fraudes”
Fue lamentable que el primer fallo que leímos de la Corte Suprema de Justicia en el inicio del año 2015, fuera un abominable ejemplo de adhesión política a un gobierno corrupto. Por más que sea el máximo tribunal del país , decimos sin temor a equivocarnos y con la mayor objetividad posible que su actuación con respecto al juzgamiento de los militares llamados represores, es anticonstitucional ilegítima y contraria a las normas y leyes dictadas por organizaciones internacionales. Ignoraron que no se puede
juzgar a un individuo por leyes posteriores al hecho de la causa, que la prescripción existe, aunque se la quiera desconocer alegando delitos de lesa humanidad, cuya clasificación fue hecha por la parte acusadora – el Estado-según sus propios cánones y conveniencia; que no se puede prolongar una prisión preventiva por más tiempo que el legal; que se debe reconocer, de acuerdo a la legislación argentina la prisión domiciliaria por la edad del detenido y por su salud; que no pueden existir tribunales especiales.
El partido político de ese momento, una familia Kirchner con secuaces bien aceitados para la expoliación más grave de la historia, jamás imaginó el abandono del poder y esa fue la causa de su total y descarada impunidad que hoy en día ha facilitado a la justicia para someterlos a juicios por malversación y saqueos de fondos del Estado y a un enriquecimiento sin límites que los llevará irremediablemente a la condición de presidiarios. Un pueblo sorprendido y hastiado por una corrupción desaforada exige ahora su condena. Es que se ha producido un cambio substancial en la política llevada a cabo por el nuevo gobierno y la buena cantidad de jueces y fiscales timoratos bajo la estirpe kirchnerista van reaccionando lentamente de la amenazadora presión que soportaron por parte de la “justicia legítima” ejercida por la procuradora Gils Carbó.
Este cambio se va adentrando en una sociedad adormecida y muchos organismos e instituciones, tanto públicas como privadas, despiertan de la pesadilla de quince años y coadyuvan en la misión oficial de retornar a la democracia plena, a la república federal,al país que una vez supo ser.
Las semillas están comenzando a dar sus frutos:
1.- La propuesta del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires para la realización de auditorías sobre la Justicia Federal Criminal de todo el país, fue aprobada por el Consejo de la Magistratura. Se basó en las demoras injustificadas de las causas de la corrupción contra la administración pública que en la mayoría de los casos terminaban en la prescripción. Descontado que esta medida debe estar acompañada por reformas legales que aseguren la idoneidad y la imparcialidad en el nombramiento de los jueces, con total prescindencia de la política.
Este es un primer paso de gran importancia que da cabida a la auditoría de los jueces y fiscales federales que intervinieron e intervienen en los juicios ilegales apologéticamente llamados "juicios de lesa humanidad". La investigación sobre el carácter netamente político de la substanciación de los mismos permitirá no sólo el ordenamiento de la justicia, sino iniciar los juicios políticos a jueces y fiscales por prevaricato en el ejercicio de sus funciones por patente y manifiesta inobservancia de las leyes y procedimientos en el orden jurídico establecido por la Constitución Nacional.
2.- Las organizaciones nacionales y extranjeras por la defensa de los derechos humanos han producido una avalancha de peticiones al gobierno para que se termine con el ilegal cautiverio de los "presos políticos" y las torturas y atrocidades que se han cometido y se cometen sobre ancianos enfermos privados de los más elementales derechos a su vida y a su salud.
La Unión de Promociones, organización destinada a promover y fortalecer los lazos de Camaradería entre los integrantes de las distintas Fuerzas Armadas de Seguridad, Policiales y Penitenciarias, adhirió a la Petición que hasta la fecha y a través de sus respectivos Letrados, han realizado alrededor de 300 Presos Políticos - a los que se vienen sumando ONG, Asociaciones e Instituciones - ante la sistemática violación de sus Derechos, establecidos en distintas Convenciones Internacionales. La denuncia incluye la violación de numerosos Artículos de las siguientes Convenciones, Declaraciones y Protocolos:
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (DADDH).
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes (CTTPCID).
Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).
Protocolo Adicional a la Convención Americana – Derechos Económicos Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador).
3.- Se acaba de publicar un documento de suma importancia firmado por los prestigiosos juristas Juan Ramón Aguirre Lanari, Julio R. Altamira Gigena, Jaime Anaya, Gregorio Badeni, Alberto Bianchi, Juan Carlos Cassagne, Iván José María Cullen, Siro M,A. De Martini, Daniel Funes de Rioja, Guillermo Ledesma, Roberto Luqui, Daniel Sabsay, Alfonso Santiago y Jorge Vanossi, titulado "Manifiesto: la Justicia y los juicios de lesa humanidad", en el cual se reclama la falta de juridicidad se los mismos y en donde prevalece la ideología y los sentimientos de venganza.
Denuncia que se reabrieron procesos que ya habían adquirido categoría de cosa juzgada, que se privó a los acusados del derecho a un debido proceso y se les negó la aplicación de la ley penal más benigna. Desapareció la necesaria seriedad procesal en ciertos juicios orales. envueltos en espectáculos cercanos al linchamiento por muchedumbres convocadas al efecto. Testigos y testimonios resultaron en muchos casos fraguados. En varias ocasiones los acusados fueron llevados al tribunal en camilla sin que siquiera pudieran expresarse. Son 1435 las personas privadas de libertad, de las cuales 248 llevan más de tres años de prisión preventiva sin sentencia. Han sido 360 los que han muerto en cautiverio y a muchos de ellos se les negó un tratamiento médico razonable. Aún a pesar de la elevada edad de la mayor parte de estos reclusos, superior a los 70 años que establece la ley, se le ha negado la prisión domiciliaria.
Dice el dario La Nación en un editorial, que resultan claros los argumentos jurídicos expuestos con profesionalidad en el manifiesto y que se podrían agregar otros relacionados con la clara discriminación y el tratamiento asimétrico aplicado a ambas partes de la guerra interna sufrida por nuestro país en los setenta. La interpretación parcial de los hechos ha alcanzado gran parte de los medios y también los textos escolares y las universidades estatales.
Sometidos a estos relatos, presiones e inhibiciones, en algunos casos por la propia adhesión a la denominada "justicia legítima", se han desempeñado los jueces a quienes ahora se les reclama nada menos que hacer justicia.
Todos estos antecedentes que hemos desarrollado con real objetividad deben ser tenidos muy en cuenta para comprender las razones que le asisten al gobierno para demorar más de lo previsto el cambio prometido en varias oportunidades. Es que se ha encontrado con una herencia catastrófica más allá de lo imaginable, un país destruído económica y moralmente, donde la realidad superó largamente la ficción. En una palabra, no puede cambiar lo que no ya no existe, debe recomenzar. Ocho meses es un tiempo muy escaso para una tarea gigantesca que recién está en los inicios.
La Justicia es una prioridad de gran magnitud debido a los casos de corrupción que aparecen diariamente con prisa y sin pausa y que constituyen una gran preocupación del gobierno, dado que continúan en funciones los mismos jueces y fiscales que salvo contadas excepciones actuaban a favor del partido gobernante y que ahora abrumados por las pruebas convincentes del saqueo al tesoro nacional han recuperado una inesperada prontitud, justificada por el temor a las nuevas disposiciones del Consejo de la Magistratura destinadas casi exclusivamente a los casos de corrupción contra la Administración Pública. Los casos de los juicios ilegales de lesa humanidad a los presos políticos no han entrado todavía en la consideración del gobierno, a pesar de sus promesas, pero al menos ya están a la vista, y será difícil la postergación debido al clamor que hemos explicado en párrafos anteriores, en especial porque se trata de personas en su mayor caso ancianas en la promiscuidad de su cautiverio. La política está jugando un papel preponderante es este aspecto pues el relato caló muy hondo durante largos años y la presión del populismo es muy fuerte. Todavía se mantiene, en algunos sectores, la creencia manipulada por el anterior gobierno de que las fuerzas armadas, como si no fueran parte del pueblo, salieron de la noche a la mañana en un rapto de locura criminal a matar gente a mansalva.
En toda guerra, y ésta lo fue, se cometen excesos condenables por ambas partes, y deben ser juzgados como corresponde, conforme a derecho y bajo las leyes nacionales e internacionales vigentes.
Otra vez traigo a colación una frase del jurista austríaco Hans Kelsen, muy apropiada para este caso:
"Cuando los vencedores juzgan a los vencidos amañando y falseando los procedimientos judiciales para que conduzcan a una segura condena, entonces es cuando la justicia de convierte en venganza".
Y es exactamente lo que sucede en nuestro país con los juicios populistas e inconstitucionales de lesa humanidad, es la sed de venganza alimentada por el relato.
No se puede dudar de las buenas intenciones del gobierno cuando en su campaña electoral prometió terminar con el curro de los derechos humanos, pero al demorar su tratamiento, quizá con equivocada prudencia, está poniendo en peligro el logro de su noble propósito. Nadie puede ignorar que, en su propio seno, se van produciendo sensibles divergencias. Lo hemos comprobado con la insólita polémica desatada con respecto a la cantidad de desaparecidos, cuya cifra de 30.000 fue cuestionada por el ex ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, con el razonable argumento que las reconocidas oficialmente en distintos documentos la fijaban en 7.158. Ello provocó una reacción inusualmente violenta del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, al punto de solicitar la renuncia del ministro que llevaba seis meses en el cargo, a pesar de que Avruj llegó a reconocer una cifra mucho menor, pero aduciendo que debía mantenerse la de 30.00 por "razones simbólicas", Finalmente, en forma inesperada el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo renunció, conservandole su cargo frente a l Teatro Colón. Otras dificultades debieron salvarse por declaraciones de Avruj con referencia a los juicios de lesa humanidad. La mayoría de la asociaciones en defensa de los derechos humanos, han evidenciado que no están de acuerdo con la actuación del secretario.
En este punto, al que queríamos llegar con abundante experiencia en la materia, nos vamos a referir a antiguas expresiones muy utilizadas en las guerras Civil Española, y en la Segunda Guerra Mundial, y en las que se habló de "quinta columna", Actualmente esa expresión, muy popular en su tiempo, se aplica a las personas que dentro de su país conspiran secretamente contra el gobierno al que están sirviendo. Me atrevería a suponer que los empleados nombrados en la administración pública, en doce años de gobierno kirchnerista, podrían llegar a un 70% del total de la plantilla y que de ese porcentaje un 50% han de continuar su fidelidad al antiguo gobierno que los designó. Ellos están distribuídos en lugares claves y apropiados para el sabotaje, como en energía, economía, seguridad, transporte. indec, pami, anses y el ministerio de justicia, secretaría de derechos humanos. lugar al nos referiremos siguiendo la ilación de nuestro tema.
No era muy conocido que esta última oficina, no obstante el título que ostentaba, fue destinada en forma exclusiva a tratar solamente denuncias y acusaciones al personal de las fuerzas armadas, policía y gendarmería, vale decir a todo uniformado. Así comenzaron los juicios de lesa humanidad en que testigos mercenarios con sus declaraciones constituían la prueba de los delitos de tortura, privación de libertad y secuestro.
Si algo faltaba para tener un claro panorama de los juicios por delitos de lesa humanidad incoados contra los militares que combatieron el terrorismo comunista, nos encontramos con estas informaciones que ahora son expuestas oficialmente, por tratarse de organismos u organizaciones anteriormente bajo la férula del Ministerio de Justicia.
Precisamente en este Ministerio se desarrollaba un “Programa de Verdad y Justicia”, de corte similar a los famosos tribunales y organizaciones especiales de los Estados bajo las dictaduras fascista y comunista.
Es de rigor preguntarse para qué existían en nuestro país, donde rige un gobierno democrático, una constitución y una forma de gobierno republicano donde sólo el Poder Judicial a través de sus jueces y fiscales son los encargados de administrar Justicia
A poco que continuemos con la lectura de esta información, caeremos en la cuenta de que la misión que se llevaba a cabo era la de proporcionar a los tribunales que juzgaban los delitos de lesa humanidad, sólo a ellos, el aporte necesario en la investigación de los crímenes denominados Terrorismo de Estado.
Dentro de las tareas asignadas, nos hallamos con una sección especial para implementar un programa de protección para los testigos que en realidad no era tal, sino un sistema de adoctrinamiento a individuos para relatar como testigos escenificaciones preparadas para impugnar al acusado, que eran ejercitados en continuas sesiones para evitar una posible contradicción. Varios abogados defensores impugnaron estos testimonios demostrando que todos se vertían de memoria y respondían a una misma matriz, sin ningún resultado como era de esperar.
Ignoramos si los profesores y empleados dedicados a tan digna tarea, continúan el adiestramiento para los nuevos juicios que se continúan fraguando a las barbas del nuevo gobierno. El secretario que está al frente de esta oficina es nada menos que el citado Claudio Avruj. Es esta una de las quintas columnas a las que me refería.
Un caso patético lo tenemos actualmente al final de la llamada Mega Causa la Perla de Córdoba. a sentencia para el próximo 25 de agosto, con 44 procesados por delitos cometidos entre los años 75/78.
El Jefe del tribunal doctor Díaz Gavier en un serio altercado con los defensores de los imputados les manifestó públicamente si estaban locos para ejercer la defensa de "estos criminales", con lo que demostró su intención y prejuzgamiento.
Eran muy comunes estas situaciones en los procesos de lesa humanidad, que muchas veces fueron impugnadas ante las respectivas Cámaras pero sin resultado positivo pues todo consistía en una armado "jurídico" preestablecido con la sola finalidad de sentencias condenatorias, un verdadero desprecio a las leyes.
Sin embargo, se van notando algunos cambios, a tono con la época. Por primera vez, la Cámara Federal de Bahía Blanca aceptó la recusación al juez federal Alejandro Ramos Padilla que ya era famoso por sus públicos prejuzgamientos, en uno de los cuales manifestó que a ningún procesado por delitos de lesa humanidad se le deberìa aceptar su pedido de prisión domiciliaria, cualquiera fuera su edad o estado de salud. Pero en esta oportunidad el tribunal aceptó el planteo del defensor que lo acusó con pruebas irrefutables de su manifiesta parcialidad y de haber actuado en juicios defendiendo a víctimas del llamado terrorismo de Estado.
Al momento de finalizar este artículo nos enteramos de que una delegación del Centro de Estudios en Historia, Política y Derechos Humanos de Salta, fue recibida por el secretario de Derechos Humanos. Claudio Avruj, que se comprometió a recibir denuncias por situaciones humanitarias que afectan a los militares detenidos por delitos de lesa humanidad, pero al pedirle que su Secretaría deje de presentarse como querellante en las causas por delitos de lesa humanidad, se negó, manifestando que no quiere interferir con la Justicia y que el organismo se seguirá presentando como querellante. Ésta era la figura que usaba el anterior gobierno para presionar a los jueces, le advirtieron y le entregaron en mano un escrito que expresaba, "La Secretaría de Derechos Humanos no puede asumir el rol de querellante en los llamados juicios de lesa humanidad sin traicionar, necesariamente, su misión de velar por los derechos humanos de todos.”
Este hecho reciente nos permite abreviar argumentos y explicaciones que demuestren la subsistencia de procedimientos, en las propias oficinas del nuevo gobierno, que guardan una sospechosa relación con el "relato" kirchnerista y es una de las quintas columnas que hemos mencionado.
Menuda tarea la del presidente Mauricio Macri para llegar a concretar un ideal de Justicia independiente, imparcial y despojada de ideologías y políticas partidarias, si analizamos los obstáculos señalados que demoran lamentablemente sus honestas intenciones. Si agregamos divisiones internas, marchas y piquetes que conservan su entrenamiento de muchos años, resentimiento de un populismo enajenado con su derrota, un izquierdismo combativo de larga data y ¿por qué no? un periodismo sediento en la búsqueda de enfrentamientos, contradicciones que le permitan elevar su rating. ¿Llegará a la meta
Podemos buscar la respuesta más allá de nuestras fronteras, en opiniones foráneas de visión más clara y objetiva que la nuestra confusa y gastada por adoctrinamientos perversos y falaces. Un joven escritor y prestigioso pensador chileno, Axel Kaiser, estudioso de la historia y desarrollo de nuestro país, escribió:
"El nuevo gobierno encabezado por Mauricio Macri puso fin no solo a más de una década de degeneración institucional kirchnerista sino a casi cien años de dominio político peronista. Así las cosas, la tarea que enfrenta Macri es nada menos que derrotar la historia.
Si Macri logra la titánica hazaña de dejar iniciado ese cambio permanente pasará a ser el más grande líder político que haya conocido la Argentina en más de un siglo y sin duda uno de los más grandes que haya conocido América Latina en toda su vida independiente. Los latinoamericanos de buena voluntad no podemos más que desearle suerte y ofrecerle toda nuestra ayuda por el bien de Argentina y por el de América Latina."