viernes, 13 de abril de 2018

LA DOCTORA SILVIA MARCOTULLIO Ex Juez de Cámara de la Provincia de Córdoba


                                                                                                         

La vigencia que adquieren los términos de una carta admirable que la exjuez de Cámara, renunciante, Silvia Marcotullio, le dirigió, con suaves reproches, a sus colegas el 14 de abril de 2016, nos ha motivado para transcribirla íntegramente en nuestro blog. el 11 de septiembre de 2017, en el cual expresábamos que llama la atención el lenguaje coloquial empleado en la carta, que la hace entendible y le da un sentido sencillo, despojada de tecnicismos innecesarios. 
Luego de esta frase: "Haré una comparación entre el modo de administrar justicia para los imputados de delitos de lesa humanidad por hechos de la década del 70 con la manera que lo vienen haciendo con la desenfrenada corrupción kirchnerista, desarrolla cuatro puntos explicativos y un colofón que habla de su franqueza: "El asunto es, señores jueces, que cuando se pierde la vergüenza que es el caso de muchos de ustedes, es difícil recuperarla.
Colofón:
"El tema de los PP es hoy una tragedia que lleva 349 muertos en cautiverio a los que se les ha adelantado dolosamente el final por las condiciones ignominiosas de detención de gerontes de hasta 94 años de edad. con juicios viciados en su origen por la ilegalidad y sentencias condenatorias sin otras pruebas que testimoniales producidas 30 o 40 años después de los sucesos. 
Los poderes públicos deberán resolver el asunto, otra pesada herencia del kirchnerismo, sin demora, so pena de quedar enredados en algún grado de complicidad de la cual no puede librarlos aquel "dejaremos a la justicia", sencillamente porque los que la administran, los jueces federales, son parte del problema. En cuanto a los juicios por corrupción que parece que se avecinan. tengo mis dudas. 
El asunto es, señores jueces, que como dije, si se pierde la vergüenza, que es el caso de muchos de ustedes. es difícil recuperarla. Cuando en estos días se los ve tan activos en los procesos a los corruptos, que tuvieron paralizados o semiparalizados por años, hay que discernir si fueron tocados por el Espítitu Santo o simplemente se mueven al socaire de los nuevos vientos, lo que tampoco sería recto. Como católica. obligada a cultivar la virtud de la esperanza, prefiero creer lo primero. Así sea".
La doctora Marcotullio ha escrito varios trabajos jurídicos relacionados con su digna profesión, de los cuales me permito rescatar su opinión sobre los organismos americanos de Derechos Humanos que coincidentemente concuerda con los artículos publicados-en este blogspot "Habla la Experiencia."
En principio, expresa que "el escándalo producido por la actividad política interna de Raúl Zaffaroni siendo miembro de la Corte IDH ha puesto sobre el tapete el papel que vienen jugando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos en una materia tan cara  a la sensibilidad  y el interés de los países miembros. Respecto de estas instituciones a las cuales tenemos sujeción por convenciones internacionales (en rea-lidad menor a la que luego, en nuestro perjuicio como país, interpretaron nuestros propios poderes gubernamentales), parece que ya es hora de que se reconsidere la conveniencia de nuestra pertenencia a esos organismos. 
Desde su origen estos organismos fueron cooptados por una camarilla ideologizada de la izquierda que se realimenta a sí misma, gracias a su predominio en la Asamblea de la OEA que es la que elige los miembros de aquéllas de un universo de personajes propuestos por los Estados miembros; resultando imposible determinar con certeza el criterio de selección y por los resultados a la vista, solo nos queda suponer razonablemente que pertenecen a la misma camarilla. De modo tal que, de hecho y de derecho, el ciudadano argentino queda sometido a los dictados de ambos organismos extraños al sistema argentino
Es proverbial la parcialidad con que se vienen conduciendo esos organismos del sistema interamericano según sea el asunto sometido a su consideración. Como muestras de lo dicho, relacionadas a nuestro país, se ponen en evidencia dos casos patentes: el tratamiento dado a las cientos de denuncias por violación de derechos humanos en los “juicios de lesa humanidad”, las cuáles sistemáticamente son desechadas o dilatadas in eternum por la exasperante largueza en su tratamiento. Por lo contrario, cuando se ocuparon de Milagro Sala y Santiago Maldonado, diligentemente, en horas, ya se encontraban planteando exigencias al gobierno argentino para el tratamiento del asunto, a lo que éste se sometió -también- diligentemente. Por estos días, ha habido una profusión de opiniones con relación a las inapropiadas expresiones de Eugenio Zaffaroni. Al respecto, he leído sobre una solución que proponen algunas personas cual es gestionar su exclusión del tribunal internacional por considerarlo indigno de pertenecer a él. Creo que parten de una premisa equivocada: la bondad del organismo. El asunto es a la inversa, este personaje se asentó en la Corte Interamericana a los pocos meses de dejar su puesto en la Corte Suprema argentina, precisamente por sus condiciones personales que, dicho sea de paso, pareciera que los políticos y medios de comunicación argentinos recién están descubriendo. 
A esta altura aparece conveniente -pruebas en mano, y por lo tanto sin temor a posibles represalias internacionales- en un gesto de recuperación de una soberanía alicaída, que el Estado considere seriamente denunciar esos tratados que nos ligan a esos organismos tan perjudiciales para el país".
Acérrima defensora de los derechos humanos en todos los campos, sin discriminación de ninguna naturaleza, ha escrito varios artículos sobre los juicios de lesa humanidad que se llevan a cabo contra militares y civiles, afirmando la ilegitimi-
dad de los mismos. Ha completado las bases y fundamentos 
de su opinión, en su último trabajo, bajo el título "Breves reflexiones sobre una inquietud: Continúa la comisión de delitos de lesa humanidad por parte de los poderes Ejecutivo  y Legislativo." 
Es un valioso documento que merece su difusión pues es el resultado de una experiencia de muchos años vividos en la práctica diaria de la judicatura abonados por su especializa- 
ción en el Derecho Penal. 
Recomendamos la lectura de este documento elaborado por la doctora Silvia E. Marcotullio haciendo click en el siguiente
enlace:

https://silviopedropizarro.blogspot.com/2018/04/breves-reflexiones.html
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