lunes, 2 de abril de 2018

LAS CATACUMBAS


Sabemos que las catacumbas son galerías subterráneas usadas como cementerios, originadas en el siglo II hasta el siglo V. Famosas son las catacumbas descubiertas en la ciudad de Roma. Nuestro comentario de la fecha apela a esta denominación para referirse al organismo nacional Anses.
Ningún apelativo debe ser mejor que el elegido, por razones muy relacionadas al entierro de secretos, auditorías, defraudaciones, connivencias políticas y al descomunal manejo de dinero, al contado rabioso y en acciones millonarias.
Al no dar respuesta a nuestros numerosos petitorios, el gobierno ha incumplido sus obligaciones de orden constitucional
Nuestras publicaciones sobre el contenido enterrado en estas catacumbas sobrepasan el centenar, al igual que las denuncias de la AGN en los informes de sus auditorías que fueron archivados por orden de la ex presidente, pero nunca despertaron la curiosidad de los gobiernos, ni de la sociedad ni la de los periodistas, y suponemos que así continuará por los siglos subsiguientes debido a la características de este antro de corrupción proveedor de livery de cualquier solución monetaria de extrema necesidad, que brotará de inmediato del chorro inagotable de su sempiterna manguera, sin distinción de clientes, oficiales, políticos, financistas, terroristas, deportistas y en especial el órgano fiscal.
La formación de este insondable fondo proviene de una antigua y logística maniobra consistente en el sistemático agenciamiento de los millones de aportes realizados por los empleados como garantía de su futuro retiro, llamado jubilación, agregados a los que efectúan las patronales con la misma finalidad.
La defraudación se completa con un pago menor al que corresponde al momento de la jubilación de los incautos.
De ahí surge que los perjudicados inician juicios contra Anses, que la justicia falla siempre a su favor, pero cuyas sentencias el Estado no paga y se constituye en alegre deudor moroso, hasta que las velas ardan.
Esta modalidad humanística contra ancianos se puede constatar fácilmente si se llevaran a cabo las auditorías, investigaciones por denuncias y saqueos públicos a la vista, algunos protegidos por leyes, pero la mayoría con la mayor impunidad, y que ningún gobierno realizó directamente porque se les cantó.
No era broma cuando decíamos que el “vamos por todo” fue pronunciado por Cristina con los ojos dirigidos a las catacumbas de Anses.
Nunca se pueden justificar las maniobras fraudulentas y los robos a cara descubierta realizados en forma permanente, como las compras sin licitación, ni los pagos a beneficiarios militantes que no cumplían las condiciones de jubilarse y muchas más que sería ocioso detallar, como la venta a la quiebra de acciones muy por debajo de sus valores para favorecer a funcionarios y banqueros, pero lo que resulta imperdonable es la jubilación fraguada de más de 15.000 extranjeros, paraguayos, bolivianos, peruanos, que recién ahora se da a luz con la simple información de que se cancelaron 4.780 jubilaciones. Pero aclaren, señores, quién los jubiló, quien fue capaz de semejante ofensa al la dignidad del país. Eso también quedará enterrado en las catacumbas
¡Vaya gobierno democrático, justo y honesto que votamos.!