domingo, 8 de diciembre de 2019
SE ABRE EL TELÓN DEL DESCONCIERTO
Por declaraciones de los recién designados ministros del gabinete del presidente electo, que asumirá su mandato en pocas horas, advertimos que se está delineando un acentuado desconcierto en lo que atañe al concepto que se tiene de las funciones de sus respectivas carteras. Se ha percibido un propósito de cambio que busca salir del corset tradicional de la política con inusuales proyectos, formas, frases y símbolos, producto quizá de un resentimiento sin causa, de un desdén o de un aburrimiento.
Lo notamos por primera vez en el juramento de los parlamentarios que lo hicieron por partidos políticos, asociaciones, por personas, por frases de canciones, por los 30.000 desaparecidos, por las víctimas de incendios, etc.etc.. cuando desde el nacimiento de los gobiernos democráticos siempre se ha conservado la tradición de hacerlo por Dios, por la Patria o por la Constitución Nacional.
Ese juramento se convertía en un reto, un desafío, un hastío de tiempos pasados.
En el caso de los ministerios del nuevo gobierno con sus titulares confirmados el 6 de diciembre, la confusión llega al punto de que todavía no conocemos la denominación del nuevo ministerio de la mujer. He consultado durante horas en los espacios de Google y nadie puede responder, pues aparece un título que dice Ministerio de la Mujer Género y Diversidad, otro que dice Equidad y Género y otro que lo simplifica como Ministerio de Equidad, sin la mención de Mujer.
Este artículo es el comienzo de los varios que tenemos en el tintero y que analizaremos próximamente como expresamos al principio de esta nota. Y hay sorpresas que aparentemente el periodismo no se preocupó en descubrirlas, como sería el caso del ministro canalla. Nos encontraremos.
sábado, 7 de diciembre de 2019
DESIGNACIÓN INSENSATA
Agustín Rossi volverá finalmente al ministerio que ocupara desde el año 2013 hasta el final del gobierno de Cristina Kirchner.
Esperábamos la confirmación oficial del nombramiento de Agustín Rossi en el cargo de ministro de Defensa, que el 6 de diciembre se produjo, para reiterar nuestra opinión de que es una designación equivocada e insensata que impugnamos por los antecedentes de archivos que no mienten.
Lo hacemos, en primer lugar, por el prejuicio y parcialidad demostrados hacia el grupo humano que debe conducir, y en segundo lugar, por considerarlo indigno.
Es indigno. Su declaración pública hace seis años siendo ministro de Defensa, en Rosario, lo prueba, al decir que se presentará como candidato a Presidente de la Nación, pero que en caso de ser electo buscará la continuidad del proyecto cristinista. Los liderazgos no tienen fecha de vencimiento, los que tienen fecha de vencimiento son los mandatos –apuntó–. "Los liderazgos son construcciones que van mas allá de la política, son construcciones sociológicas y culturales, y ese lugar lo tiene ganado Cristina con creces”.
La semana pasada en una entrevista en canal 26 dijo: "No tengo dudas de que Máximo va a ser un excelente presidente del bloque en Diputados del Frente de Todos, Máximo tiene muchísima capacidad", reiterando la abyección que lo sigue desde su comienzo en la política kirchnerista, hacia toda la familia, Néstor, Cristina, Máximo, Alicia y Florencia, la dinastía Kirchner.
El último gesto vil fue dejar la presidencia del bloque para cederla al hijo de su adorada jefa, Máximo, e ir a ocupar el ministerio Defensa.
A ojos vistas, su humillación y envilecimiento afloran a cada instante.
Cuando pronunció un discurso el 7 de agosto de 2015 en el homenaje al General San Martín, en presencia de la presidente Cristina Kirchner, ponderó el trabajo de los hombres de las Fuerzas Armadas para ayudar a los afectados por las inundaciones, por su integración con los servicios sociales y con las Madres de Plaza de Mayo.
Los soldados fueron humillados pues se les asignó la tarea de limpiar las cloacas, y la integración aludida por el ministro consistió en un ridículo parangón con la alusión que hizo la Presidente de haber llevado a colocar el nombre de su fallecido esposo, al lado del del finado Chávez y Lula da Silva junto al del Libertador, una integración propia de su revisión histórica con la recurrente falta de respeto a los héroes nacionales.
En junio de 2013, dispuso el pase a retiro y el relevo de diez funcionarios del personal del Ejército que desempeñaba tareas de conducción en el Hospital Militar Central, incluído el mismo Director del Hospital, a raíz de la fuga de dos militares detenidos ahí internados.
Continuando con la venganza, en julio de 2013 prohibió a las Fuerzas Armadas "la internación o asistencia ambulatoria en hospitales militares de personas condenadas penalmente o procesadas con prisión preventiva que tengan o hayan tenido estado militar," por la fuga de dos internados.
La oficializó mediante la resolución 85/2013 que en una norma de cinco artículos establece que la prohibición alcanza a"la totalidad del personal civil y/o militar de las Fuerzas Armadas".
La criminal medida tuvo resultados funestos pues la falta de adecuada atención médica en los hospitales de los centros de detención provocó el agravamiento de ancianos que tuvieron que suspender la cadena de cuidado que venían llevando, y en algunos su fallecimiento.
A la gente vil y despreciable se le llama canalla, y ¿qué otro calificativo merece quien por venganza y con rencor castiga a miles de inocentes con medidas que dañan su salud, nada más que por la fuga de dos presos?
El proyecto de ley para indemnizar a familiares de los 16 soldados que murieron defendiendo al Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa atacado por los montoneros en 1975, fue rechazado por el entonces presidente de la bancada oficialista Agustín Rossi y no pudo convertirse en ley.
Fue ese siniestro antecedente que lo facultó para que la presidente lo nombre ministro de Defensa. Probablemente los soldados bajo su férula se cuidarán bien de actuar en casos similares. Prohibida la defensa de los cuarteles!
Esto es consecuencia de la ideología y del fanatismo que se expresa en la glorificación de los terroristas, su admisión en cargos públicos, sus millonarias indemnizaciones, los homenajes rendidos con flores en el Parque de la Memoria y la contraparte de la condena a los soldados que nos defendieron del caos.
Hoy leemos en las noticias del día que el presidente Mauricio Macri firmó un decreto para indemnizar a los familiares de los héroes de Formosa, feliz coincidencia con nuestros comentarios que mucho nos reconforta.
Sólo falta saber si Agustín Rossi no se opondrá nuevamente a esta justa medida que supo rechazar en su oportunidad.
El 12 de febrero de 2015, cuando se calificara de preocupante la desaparición de un misil TOW 2 del Escuadrón de Caballería Blindado, una unidad militar de La Plata y 160 fusiles FAL, el ministro de Defensa Agustín Rossi emitió un comunicado manifestando que "es una irresponsabilidad que se hable tan livianamente de un misil de tanta potencia cuando el mismo no está operativo"
A todo esto ya se había registrado el faltante de más 500 fusiles y municiones en varias guarniciones militares.
Si esta ideología y procedimientos se mantienen en los cuadros del nuevo gobierno que presidirán Alberto Fernández y Cristina Fernández, entonces sí, podemos asegurar que Agustín Rossi será un extraordinario y distinguido ministro de Defensa.
Esperábamos la confirmación oficial del nombramiento de Agustín Rossi en el cargo de ministro de Defensa, que el 6 de diciembre se produjo, para reiterar nuestra opinión de que es una designación equivocada e insensata que impugnamos por los antecedentes de archivos que no mienten.
Lo hacemos, en primer lugar, por el prejuicio y parcialidad demostrados hacia el grupo humano que debe conducir, y en segundo lugar, por considerarlo indigno.
Es indigno. Su declaración pública hace seis años siendo ministro de Defensa, en Rosario, lo prueba, al decir que se presentará como candidato a Presidente de la Nación, pero que en caso de ser electo buscará la continuidad del proyecto cristinista. Los liderazgos no tienen fecha de vencimiento, los que tienen fecha de vencimiento son los mandatos –apuntó–. "Los liderazgos son construcciones que van mas allá de la política, son construcciones sociológicas y culturales, y ese lugar lo tiene ganado Cristina con creces”.
La semana pasada en una entrevista en canal 26 dijo: "No tengo dudas de que Máximo va a ser un excelente presidente del bloque en Diputados del Frente de Todos, Máximo tiene muchísima capacidad", reiterando la abyección que lo sigue desde su comienzo en la política kirchnerista, hacia toda la familia, Néstor, Cristina, Máximo, Alicia y Florencia, la dinastía Kirchner.
El último gesto vil fue dejar la presidencia del bloque para cederla al hijo de su adorada jefa, Máximo, e ir a ocupar el ministerio Defensa.
A ojos vistas, su humillación y envilecimiento afloran a cada instante.
Cuando pronunció un discurso el 7 de agosto de 2015 en el homenaje al General San Martín, en presencia de la presidente Cristina Kirchner, ponderó el trabajo de los hombres de las Fuerzas Armadas para ayudar a los afectados por las inundaciones, por su integración con los servicios sociales y con las Madres de Plaza de Mayo.
Los soldados fueron humillados pues se les asignó la tarea de limpiar las cloacas, y la integración aludida por el ministro consistió en un ridículo parangón con la alusión que hizo la Presidente de haber llevado a colocar el nombre de su fallecido esposo, al lado del del finado Chávez y Lula da Silva junto al del Libertador, una integración propia de su revisión histórica con la recurrente falta de respeto a los héroes nacionales.
En junio de 2013, dispuso el pase a retiro y el relevo de diez funcionarios del personal del Ejército que desempeñaba tareas de conducción en el Hospital Militar Central, incluído el mismo Director del Hospital, a raíz de la fuga de dos militares detenidos ahí internados.
Continuando con la venganza, en julio de 2013 prohibió a las Fuerzas Armadas "la internación o asistencia ambulatoria en hospitales militares de personas condenadas penalmente o procesadas con prisión preventiva que tengan o hayan tenido estado militar," por la fuga de dos internados.
La oficializó mediante la resolución 85/2013 que en una norma de cinco artículos establece que la prohibición alcanza a"la totalidad del personal civil y/o militar de las Fuerzas Armadas".
La criminal medida tuvo resultados funestos pues la falta de adecuada atención médica en los hospitales de los centros de detención provocó el agravamiento de ancianos que tuvieron que suspender la cadena de cuidado que venían llevando, y en algunos su fallecimiento.
A la gente vil y despreciable se le llama canalla, y ¿qué otro calificativo merece quien por venganza y con rencor castiga a miles de inocentes con medidas que dañan su salud, nada más que por la fuga de dos presos?
El proyecto de ley para indemnizar a familiares de los 16 soldados que murieron defendiendo al Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa atacado por los montoneros en 1975, fue rechazado por el entonces presidente de la bancada oficialista Agustín Rossi y no pudo convertirse en ley.
Fue ese siniestro antecedente que lo facultó para que la presidente lo nombre ministro de Defensa. Probablemente los soldados bajo su férula se cuidarán bien de actuar en casos similares. Prohibida la defensa de los cuarteles!
Esto es consecuencia de la ideología y del fanatismo que se expresa en la glorificación de los terroristas, su admisión en cargos públicos, sus millonarias indemnizaciones, los homenajes rendidos con flores en el Parque de la Memoria y la contraparte de la condena a los soldados que nos defendieron del caos.
Hoy leemos en las noticias del día que el presidente Mauricio Macri firmó un decreto para indemnizar a los familiares de los héroes de Formosa, feliz coincidencia con nuestros comentarios que mucho nos reconforta.
Sólo falta saber si Agustín Rossi no se opondrá nuevamente a esta justa medida que supo rechazar en su oportunidad.
El 12 de febrero de 2015, cuando se calificara de preocupante la desaparición de un misil TOW 2 del Escuadrón de Caballería Blindado, una unidad militar de La Plata y 160 fusiles FAL, el ministro de Defensa Agustín Rossi emitió un comunicado manifestando que "es una irresponsabilidad que se hable tan livianamente de un misil de tanta potencia cuando el mismo no está operativo"
A todo esto ya se había registrado el faltante de más 500 fusiles y municiones en varias guarniciones militares.
Si esta ideología y procedimientos se mantienen en los cuadros del nuevo gobierno que presidirán Alberto Fernández y Cristina Fernández, entonces sí, podemos asegurar que Agustín Rossi será un extraordinario y distinguido ministro de Defensa.
viernes, 6 de diciembre de 2019
UN SILENCIO CULPABLE
Una noticia que adquiere singular relieve dadas las diversas aristas que tiene para analizar y tener en cuenta.
El Tribunal Oral Federal de Tucumán (TOF) integrado por los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal consideró que no existen pruebas suficientes como para condenar a Milani, por un delito de lesa humanidad, por lo cual fue declarado inocente.
Todos los medios de comunicación consideraron justa la sentencia y resaltaron que no se puede condenar a una persona por un hecho acaecido hace 43 años.
Que el acusado y juzgado tenía apenas 23 años de edad, siendo a la sazón un tierno oficial con el grado de Subteniente.
Que las pruebas presentadas, perdían importancia y veracidad dado el tiempo transcurrido.
Nadie reparó que era el primer juicio por delitos de lesa humanidad que fuera publicado, y comentada su sentencia por información periodística, radial y televisiva, cuando existen más de dos mil juicios que permanecen en completo silencio.
Nadie advirtió que los mismos argumentos sobre prescripción, edad y grado militar inferior les caben a los soldados encerrados en mazmorras sujetos a juicios ilegítimos, con testigos adiestrados, sentencias preparadas en serie, y privación absoluta del derecho de defensa.
Quisiéramos que se nos informe cuántas sentencias y fallos tiene en su haber el TOF de Tucumán.
A cuántos enjuiciados mantienen en prisión preventiva por más de diez años, sin siquiera haberse iniciado los juicios, es decir sin proceso, pero ya condenados a pena de muerte.
De nada valió que prestigiosos juristas dedicaran estudios y comentarios sobre el sacrilegio cometido por nuestros tribunales y solicitaran una revisión de los juicios de delitos de lesa humanidad lesivamente contrarios al Derecho Penal, a la Constitución Nacional y a los tribunales internacionales.
De nada valió la promesa electoral del presidente saliente Mauricio Macri que abría un deseado camino a la vigencia del Derecho y la Justicia y que no fue cumplida.
De nada valió el recuerdo, tantas veces mencionado en nuestros artículos en este espacio, de la frase del famoso jurista austríaco Hans Kelsen:
"Cuando los vencedores juzgan a los vencidos amañando y falseando los procedimientos judiciales para que conduzcan a una segura condena, entonces es cuando la justicia se convierte en venganza".
El aludido recuerdo debe leerse a la inversa, pues en los tribunales argentinos los vencidos juzgan a sus vencedores, donde resalta más la incongruencia y se comprende con más claridad el odio y la venganza que imperan escandalosamente en esta cruel emergencia.
De nada vale la Ponencia de Monseñor Santiago Olivera, Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad Federales de la República Argentina, realizada en Roma ante el Papa el día 29 de octubre de 2019 durante el V Curso Internacional de Formación de Capellanes Militares Católicos, donde en el capítulo Detención y Derechos Humanos dijo:
"No podemos callar lo negativo para la propia persona y para el valor justicia, cuando nos encontramos, en algunos casos, con parcialidades y prejuzgamientos, tanto de parte de los propios órganos judiciales, como de los comunicadores sociales que dan por "juzgadas" las acciones y "juzgados" a sus protagonistas sin que ellos puedan expresarse o defenderse con libertad, afectando claramente el debido proceso.
En este sentido se evidencia una gran diferencia en los tratos. A los militares se los llama "genocidas" o "represores", mientras que a los terroristas y subversivos "jóvenes idealistas"
Vengo de Diócesis territoriales y aunque sabía de modo más lejano de algunas de estas situaciones y realidades, mi condición de pastor y padre hizo que me acercara más a esta problemática. Así, escuchando y acompañando puedo dar testimonio de las injusticias que se van cometiendo. Hace poco supe decir que, dentro de unos años, muchos deberemos pedir perdón por tanto silencio.
Tristes y dramáticos testimonios. Personas mayores que fueron detenidas durante más de nueve años, en una prolongada "prisión preventiva" sufriendo todo lo que ese estado les ha significado. Fueron y son calificados de "genocidas" , Peor aún, están siendo juzgados con leyes técnicamente retroactivas, alejadas de los principios fundamentales del derecho penal, nacional e internacional.
Dicha "prisión preventiva", así, se transforma en una "cadena perpetua.""
Esta es parte de un documento que ni siquiera el Papa Francisco mencionó, recomendó o aprobó y que nuestra sociedad ignoró porque la publicación y difusión del mismo no pudimos hallarla en ningún medio periodístico.
La muerte gota a gota de nuestros prisioneros políticos es un verdadero suplicio calmo y silencioso que sufren las familias de miles de ellos, a las que no les llega el consuelo cristiano de la iglesia, ni de sus propios camaradas.
Como dijo el Obispo Olivera, dentro de unos años muchos deberemos pedir perdón por tanto silencio.
sábado, 30 de noviembre de 2019
MILANI EL GENERAL TRAIDOR A SU FUERZA
Una noticia que adquiere singular relieve dadas las diversas aristas que tiene para analizar y tener en cuenta.
El Tribunal Oral Federal de Tucumán (TOF) integrado por los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal consideró que no existen pruebas suficientes como para condenar a Milani, por lo cual fue declarado inocente.
Todos los medios de comunicación consideraron justa la sentencia y resaltaron que no se puede condenar a una persona por un hecho acaecido hace 43 años. Que el acusado y juzgado tenía apenas 23 años de edad, siendo a la sazón un tierno oficial con el grado de Subteniente. Que las pruebas presentadas, perdían importancia y veracidad dado el tiempo transcurrido.
Nadie reparó que era el primer juicio por delitos de lesa humanidad que fuera publicado, y comentada su sentencia por información periodística, radial y televisiva, cuando existen más de dos mil juicios que permanecen en completo silencio.
Nadie advirtió que los mismos argumentos sobre prescripción, edad y grado inferior militar les caben a los soldados encerrados en mazmorras sujetos a juicios amañados, ilegítimos, con testigos adiestrados, sentencias preparadas en serie, y privación absoluta del derecho de defensa.
Quisiéramos que se nos informe cuántas sentencias y fallos tiene en su haber el TOF de Tucumán. A cuántos enjuiciados mantienen en prisión preventiva por más de diez años, sin siquiera haberse iniciado los juicios, es decir sin proceso, pero ya condenados a pena de muerte.. César Milani es el general preferido de la expresidente por su humillante labor de espía a favor de la corrupción para identificar y acusar a los enemigos del poder, a "los otros", a los que no piensan igual.
Decíamos en junio de 2013, es irónico que durante un gobierno democrático se juzgue a un general por delitos de lesa humanidad, con lo cual estamos totalmente en desacuerdo. El General Milani debe ser juzgado y condenado por corrupción teniendo en cuenta su enriquecimiento ilícito.
El 23 de julio de 2013 Cristina Kirchner encabezó un acto por la Ley de Protección de Tierras Rurales y aprovechó la volada para hablar en cadena nacional sobre la polémica suscitada con respecto a las acusaciones del CELS y organizaciones izquierdistas contra Milani y las vinculó a parte de la campaña electoral, defendiendo a "su general".
Agregó "Durante más de diez años a Néstor Kirchner y a mí se nos acusaron en ríos de tinta en editoriales de que nuestra lucha de los derechos humanos eran de venganza, revanchismo, que queríamos destruir a las fuerzas armadas. Por favor no equivoquemos el rumbo."
Una inesperada confesión de la realidad demostrada por el accionar de su ministro de Defensa Agustín Rossi, a sus órdenes.
Hoy Rossi está confirmado por el presidente electo para volver a ocupar ese cargo en el gabinete, oportunidad para finalizar su obra inconclusa de desguace.
Volviendo a Milani , el radiante general tiene que zafar del juicio, demorado, por enriquecimiento ilícito que con las nuevas veletas de la Justicia aparentemente lo favorecen, esto a pesar del duro golpe que significa un contundente dictamen que lo compromete:
"El Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema concluyó que el ex jefe del Ejército, César Milani, no puede justificar su patrimonio, según surge de la información aportada en el marco de una causa en la que se lo investiga por enriquecimiento ilícito."
Pero los archivos no mienten y debemos agregar un dato más para aportar a la biografía del espía con jinetas. Se trata de otra de sus imperdonables bajezas al someterse a la Presidenta de las Madres Hebe de Bonafini que lo entrevistó en la revista "Ni un paso atrás" bajo el título "La Mdre y el General"
El kirchnerismo buscaba despegar al jefe del Ejército de las denuncias por violaciones a los derechos humanos asociándolo con una referente de la lucha contra la dictadura.
Las declaraciones del General Milani
"Hace hace muchísimos años que conocí a las Madres, cuando empezaron a salir en los medios. Reconozco que en las Fuerzas Armadas, quiero ser honesto, había un importante odio con las Madres, como con todos los organismos de Derechos Humanos. Hay mucha gente en el Ejército, en actividad que valoriza a las Madres. No hablo de los retirados, ese es otro tema, no quiero decir amor, pero por una cierta simpatia Nilda Garré tuvo mucho que ver con este nuevo Ejército, le dio un vuelco muy importante."
"Vengo de una familia muy peronista, donde siempre se decía:
"Mi General, mi General"
"Hebe, con ayuda de ustedes, el Ejército está dispuesto a ir por todos los cambios y yo quiero ser el más transgresor"
"Estando en actividad no podemos intervenir en política. Pero eso no quita que pueda manifestar mi apoyo a un proyecto importante del país"
"Las calumnias e injurias vertidas sobre mi persona por parte de multimedios monopólicos y dirigentes políticos opositores al gobierno nacional han buscado exclusivamente perjudicar a la Presidente Cristina Kierchner y tratar de impedir que el Ejército participe activamente de un proyecto nacional"
"Los militares no sólo eran autoritarios, sino soberbios. Y aparte, se creyeron dueños del mundo, de las personas y distintos"
La Madre y el General
Estos tres últimos párrafos son un motivo suficiente para proceder a la degradación de un militar. Justifica hacer politica, y que el Ejército bajo su mando participe de la misma, realizando espionaje e inteligencia, y en el último injuria a sus colegas con una manifestación propia de un descastado y mal nacido.
El 6 de agosto de 2008 fue derogado por ley el Código de Justicia Militar. A partir de la promulgación de la ley, los efectivos de las Fuerzas Armadas serán juzgados por la justicia federal, en acuerdo con los códigos Penal y Procesal Penal y ya no por sus pares, como lo establecía el código anterior aprobado en 1951.
El Tribunal Oral Federal de Tucumán (TOF) integrado por los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal consideró que no existen pruebas suficientes como para condenar a Milani, por lo cual fue declarado inocente.
Todos los medios de comunicación consideraron justa la sentencia y resaltaron que no se puede condenar a una persona por un hecho acaecido hace 43 años. Que el acusado y juzgado tenía apenas 23 años de edad, siendo a la sazón un tierno oficial con el grado de Subteniente. Que las pruebas presentadas, perdían importancia y veracidad dado el tiempo transcurrido.
Nadie reparó que era el primer juicio por delitos de lesa humanidad que fuera publicado, y comentada su sentencia por información periodística, radial y televisiva, cuando existen más de dos mil juicios que permanecen en completo silencio.
Nadie advirtió que los mismos argumentos sobre prescripción, edad y grado inferior militar les caben a los soldados encerrados en mazmorras sujetos a juicios amañados, ilegítimos, con testigos adiestrados, sentencias preparadas en serie, y privación absoluta del derecho de defensa.
Quisiéramos que se nos informe cuántas sentencias y fallos tiene en su haber el TOF de Tucumán. A cuántos enjuiciados mantienen en prisión preventiva por más de diez años, sin siquiera haberse iniciado los juicios, es decir sin proceso, pero ya condenados a pena de muerte.. César Milani es el general preferido de la expresidente por su humillante labor de espía a favor de la corrupción para identificar y acusar a los enemigos del poder, a "los otros", a los que no piensan igual.
Decíamos en junio de 2013, es irónico que durante un gobierno democrático se juzgue a un general por delitos de lesa humanidad, con lo cual estamos totalmente en desacuerdo. El General Milani debe ser juzgado y condenado por corrupción teniendo en cuenta su enriquecimiento ilícito.
El 23 de julio de 2013 Cristina Kirchner encabezó un acto por la Ley de Protección de Tierras Rurales y aprovechó la volada para hablar en cadena nacional sobre la polémica suscitada con respecto a las acusaciones del CELS y organizaciones izquierdistas contra Milani y las vinculó a parte de la campaña electoral, defendiendo a "su general".
Agregó "Durante más de diez años a Néstor Kirchner y a mí se nos acusaron en ríos de tinta en editoriales de que nuestra lucha de los derechos humanos eran de venganza, revanchismo, que queríamos destruir a las fuerzas armadas. Por favor no equivoquemos el rumbo."
Una inesperada confesión de la realidad demostrada por el accionar de su ministro de Defensa Agustín Rossi, a sus órdenes.
Hoy Rossi está confirmado por el presidente electo para volver a ocupar ese cargo en el gabinete, oportunidad para finalizar su obra inconclusa de desguace.
Volviendo a Milani , el radiante general tiene que zafar del juicio, demorado, por enriquecimiento ilícito que con las nuevas veletas de la Justicia aparentemente lo favorecen, esto a pesar del duro golpe que significa un contundente dictamen que lo compromete:
"El Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema concluyó que el ex jefe del Ejército, César Milani, no puede justificar su patrimonio, según surge de la información aportada en el marco de una causa en la que se lo investiga por enriquecimiento ilícito."
Pero los archivos no mienten y debemos agregar un dato más para aportar a la biografía del espía con jinetas. Se trata de otra de sus imperdonables bajezas al someterse a la Presidenta de las Madres Hebe de Bonafini que lo entrevistó en la revista "Ni un paso atrás" bajo el título "La Mdre y el General"
El kirchnerismo buscaba despegar al jefe del Ejército de las denuncias por violaciones a los derechos humanos asociándolo con una referente de la lucha contra la dictadura.
Las declaraciones del General Milani
"Hace hace muchísimos años que conocí a las Madres, cuando empezaron a salir en los medios. Reconozco que en las Fuerzas Armadas, quiero ser honesto, había un importante odio con las Madres, como con todos los organismos de Derechos Humanos. Hay mucha gente en el Ejército, en actividad que valoriza a las Madres. No hablo de los retirados, ese es otro tema, no quiero decir amor, pero por una cierta simpatia Nilda Garré tuvo mucho que ver con este nuevo Ejército, le dio un vuelco muy importante."
"Vengo de una familia muy peronista, donde siempre se decía:
"Mi General, mi General"
"Hebe, con ayuda de ustedes, el Ejército está dispuesto a ir por todos los cambios y yo quiero ser el más transgresor"
"Estando en actividad no podemos intervenir en política. Pero eso no quita que pueda manifestar mi apoyo a un proyecto importante del país"
"Las calumnias e injurias vertidas sobre mi persona por parte de multimedios monopólicos y dirigentes políticos opositores al gobierno nacional han buscado exclusivamente perjudicar a la Presidente Cristina Kierchner y tratar de impedir que el Ejército participe activamente de un proyecto nacional"
"Los militares no sólo eran autoritarios, sino soberbios. Y aparte, se creyeron dueños del mundo, de las personas y distintos"
La Madre y el General
Hebe de Bonafini y César Milani
Encuentro histórico



Estos tres últimos párrafos son un motivo suficiente para proceder a la degradación de un militar. Justifica hacer politica, y que el Ejército bajo su mando participe de la misma, realizando espionaje e inteligencia, y en el último injuria a sus colegas con una manifestación propia de un descastado y mal nacido.
El 6 de agosto de 2008 fue derogado por ley el Código de Justicia Militar. A partir de la promulgación de la ley, los efectivos de las Fuerzas Armadas serán juzgados por la justicia federal, en acuerdo con los códigos Penal y Procesal Penal y ya no por sus pares, como lo establecía el código anterior aprobado en 1951.
miércoles, 27 de noviembre de 2019
EL DOLOR DE UN SOLDADO
DIOS MIO, ¡POR QUÉ ME HAS ABANDONADO!
Nuestras vidas se forman en un continuo dinamismo de hechos y acontecimientos positivos y negativos, sazonados con los avatares - como dice Ortega y Gasset cuando se refiere al “hombre y su circunstancia" - que van poco a poco cincelando nuestra personalidad, nuestro presente y
nuestro futuro.
Las experiencias del pasado son la carga que nos ayuda a mejorar nuestro discernimiento.
En ese transcurrir de acontecimientos, el destino nos coloca a veces ante encrucijadas que nosobligan a tomar decisiones que desbordan nuestra experiencia. Otras veces aparecen hechos de suma gravedad que ponen en juego nuestra existencia misma.
Es en esos momentos extremos cuando sentimos la presencia de algo superior que nos impulsa, nos rige y nos protege: la existencia de Dios.
En los largos años vividos tuve experiencias de alto riesgo que me permiten dar fe de esa presencia.
En mi primera infancia, cuando aún no existía la penicilina, una grave neumonía me puso al borde de la muerte. “Está en las manos de Dios”, cuenta mi madre que le dijeron los médicos. Y milagrosamente logré sobreponerme a una enfermedad a la que por aquel entonces sólo muy pocos sobrevivían.
En mis años de cadete, en un regreso nocturno de una comisión de servicio, el micrómnibus que nos transportaba de la capital a Rio Santiago colisionó con un camión que se cruzó en la ruta, a más de cien kilómetros por hora. El impacto fue brutal, nuestro ómnibus dio tres vueltas y uno de mis compañeros salió despedido por el parabrisas contra el camión. Poco antes de que se produjera el infortunado accidente, era yo quien estaba sentado en el asiento de mi compañero fallecido. Vencido por el sueño, había decidido pasarme al asiento de atrás para apoyar mis brazos y mi cabeza en el asiento de adelante.
Mientras dormitaba, sentí una explosión que me precipitó hacia el asiento de adelante (lo que me produjo desprendimiento de los cartílagos del esternón) y me hizo entrar en una especie de torbellino. Todo giraba a mi alrededor en medio de una densa oscuridad. Los segundos parecían eternos, el silencio era total. De pronto, avizoré una luz que señalaba la salida del vehículo, transformado ya en un amasijo de hierros retorcidos. Aún hoy me estremezco al pensar que de no haber cambiado mi asiento, no sería yo quien cuente hoy la historia. Aún recuerdo haber sentido su presencia al ver la luz que me sacó de aquel infierno.
En otra oportunidad, durante mi viaje de instrucción, me encontraba cumpliendo mi guardia de ayudante de puente en la zona denominada de los 40 bramadores. Era la medianoche, el puente estaba iluminado con la mortecina luz roja de rigor. “Cadete, estamos en medio de un pesto severo”, me indicó el oficial de guardia, “manténgase atento a la proa con el timonel y verifiquepermanentemente los partes meteorológicos”. El escenario era dantesco: inmensas olas encrespadas producían formas fantasmales de espuma y agua, iluminadas aquí y allá como fotos instantáneas en un océano encabritado. El rumbo establecido buscaba capear el temporal, pero la proa se sumergía en la ola, cubría el crucero hasta la segunda torre de artillería y emergía produciendo un cabeceo espectacular. Los relámpagos iluminaban la oscuridad de alta mar como lúgubres instantáneas de un escenario estremecedor.
Estábamos en medio de un ciclón subtropical, una situación de alto riesgo, pero una extrañ sensación de serenidad me acompañaba en medio de esa ansiosa vigilia. Sentía un cálido abrazo que me daba confianza en que todo sería controlado. Sentí en ese momento que Dios nos protegía.
Las contingencias de la vida militar, rica en experiencias y riesgos de todo tipo, me llevaron profundizar, Dios mío, acerca de tu existencia. Leí a Nietzsche, Camus, Becket, para quienes Dios había muerto, o peor, nos había abandonado.
Mi vocación de servir a la Patria me llevó a ingresar a la Escuela Naval Militar, con la esperanza deque dicha institución me permitiría cumplir mis jóvenes anhelos. Salíamos de la dictadura de Perón de los años 40 y 50 con una población dividida, fruto de años de autoritarismo y alevosas propagandas fascistas.
Lejos estaba de imaginar entonces el futuro de discordancias políticas y sociales que marcarían los años por venir, los enfrentamientos, las puebladas, la influencia de las ideologías marxistas, el papel activo de las Fuerzas Armadas y la lenta e inexorable decadencia en la que poco a poco se sumirían nuestro país.
En mis largos años de servicio a la Patria, recordaré como especialmente significativas las experiencias que viví cuando fui destinado a la Casa Militar de la presidencia de la Nación, durante los años 1974 y 1975, oportunidad en que pude observar de cerca las bondades y miserias del poder.
A pesar de ser antiperonista y dejando de lado misconvicciones personales, me esmere en cumplir
mis funciones de apoyo al presidente de la Nación en el área de comunicaciones con eficiencia y lealtad, tal como lo dicta nuestro código de ética.
El país era un caos. Las bandas armadas terroristas dominaban las calles, el terror se expandía en todo el territorio nacional. Recibíamos dramáticos informes del interior del país: en Tucumán estos grupos tomaban pueblos, izaban banderas ajenas a la nuestra, instauraban cárceles del pueblo y asesinaban a los campesinos que no se plegaban a las directivas terroristas.
Las bombas en las empresas, las explosiones en colegios, los ataques a los cuarteles, el robo de armas, el asesinato de policías y militares eran moneda corriente (la muerte de agentes de seguridad era motivo de ascenso dentro del aparato terrorista). El temor a las incursiones terroristas obligó a fortificar las entradas de las comisarías y a canjear el alambrado con seto vivo que rodeaba el perímetro de la residencia presidencial por un muro con cabinas blindadas.
Los terroristas se organizaban en células, mimetizados dentro de los grandes centros urbanos. Se sospechaba de todo el mundo: el vecino podía pertenecer a una célula, o haber formado una cárcel del pueblo. Las células asesinaban sindicalistas, secuestraban a empresarios y altos directivos de empresas para obtener rescates.
El general Perón, deteriorado por sus problemas de salud, advertía ya con desazón “estos terroristas van a destruir el país, han iniciado una guerra revolucionaria”. Los funcionarios que merodeaban la casa Rosada, nos decían con ojos desesperados “¡hagan algo!”. El pueblo pedía la intervención de las FFAA.
Ante el desborde de las fuerzas de seguridad en la selva tucumana, sobrepasadas por un tipo de combate para el que no estaban preparadas, se ordenó por decreto la intervención militar en la lucha antiterrorista.
Siguió el golpe de marzo de 1976. En la ruleta de distribución de cargos, algunos fueron convocados a acciones de combate, otros integraron ministerios e instituciones nacionales, otros se mantuvieron dentro de la institución militar.
En mi caso, fui destinado al Ministerio de Relaciones Exteriores, para ocupar un cargo diplomático para el que ahora reconozco no haber estado preparado pero que desempeñé de la mejor manera posible.
Todos sabemos lo que fueron aquellos años de guerra fratricida. Hoy, los terroristas de antaño manejan los destinos de nuestra patria y han urdido su venganza: más de 2000 militares, soldados que obedecieron las órdenes que les fueran impartidas, se encuentran actualmente en cárceles o
detenidos, en su gran mayoría sin pruebas, sin condenas, o con pruebas inventadas.
Dios mío, hace ya ochos años y medio que me han privado de mi libertad, acusado de los más horribles crímenes, sin pruebas ni fundamento. Se han ignorado las pruebas fehacientes que he presentado en mi defensa y con saña miserable y vengativa, se me ha negado la libertad y la excarcelación que me corresponde tras largos años sin condena.
Hoy, como Beckett, en su libro "fin de partida", siento que me has abandonado. El silencio de tu vicario en este mundo ha apagado el vestigio de esperanza que al menos me hubieran procurado unas palabras de aliento o al menos una bendición, para apaciguar mi espíritu.
Dios mío, cuánto tiempo ha pasado. Mi condena es ya una condena a muerte, la muerte lenta e imperceptible que se desliza en cada uno de estos días que se suceden, inexorables, sin prisa pero también sin pausa.
Mi vida se va extinguiendo y el hilo de la esperanza se hace cada vez más delgado, lejos de mis hijos que han emigrado por sentirse discriminados.
Dios mío, por favor no me abandones. La monotonía de mis días no tiene fin y mis magras esperanzas se cifran en que ilumines a los jueces para que hagan justicia verdadera y pongan un término al calvario que estamos atravesando.
Muchos de mis camaradas ya han encontrado la muerte en las cárceles.
Cuando le escribí a tu vicario en este mundo implorando su intervención humanitaria, le advertí que 236 camaradas -muchos de ellos con más de 80 años- ya habían fallecido lejos de sus seres queridos, sin sentencia y sin haber podido probar su inocencia.
Seis meses después, 60 nuevas muertes vienen a engrosar el saldo de esta aberración jurídica y esta venganza. Hasta la inquisición respetaba a los ancianos.
Dios mío, que nos has abandonado a nuestra suerte, quiero que sepas que mi muerte será incompleta. Me fueron cercenados los mejores anhelos de mi vejez, el calor de mis hijos y nietos lejanos. Cargo con el padecimiento de delitos que no he cometido. A los jueces digo: sepan que condenan a muerte a un inocente. “CADA INOCENTE QUE MUERA ENCARCELADO SIN CONDENA POR ESTAS CAUSAS AMAÑADAS SERÁ UN IGNOMINIA QUE CARGARÁ EN SUS ESPALDAS LAHISTORIA DE LA JUSTICIA ARGENTINA”.
DIOS MIO a estas alturas de las circunstancias tengo una duda y una seguridad, la duda es que a pesar de tu abandono, no sé si en adelante voy a orar por ti pero, si tengo la certeza que tu no rezas por mi.
nuestro futuro.
Las experiencias del pasado son la carga que nos ayuda a mejorar nuestro discernimiento.
En ese transcurrir de acontecimientos, el destino nos coloca a veces ante encrucijadas que nosobligan a tomar decisiones que desbordan nuestra experiencia. Otras veces aparecen hechos de suma gravedad que ponen en juego nuestra existencia misma.
Es en esos momentos extremos cuando sentimos la presencia de algo superior que nos impulsa, nos rige y nos protege: la existencia de Dios.
En los largos años vividos tuve experiencias de alto riesgo que me permiten dar fe de esa presencia.
En mi primera infancia, cuando aún no existía la penicilina, una grave neumonía me puso al borde de la muerte. “Está en las manos de Dios”, cuenta mi madre que le dijeron los médicos. Y milagrosamente logré sobreponerme a una enfermedad a la que por aquel entonces sólo muy pocos sobrevivían.
En mis años de cadete, en un regreso nocturno de una comisión de servicio, el micrómnibus que nos transportaba de la capital a Rio Santiago colisionó con un camión que se cruzó en la ruta, a más de cien kilómetros por hora. El impacto fue brutal, nuestro ómnibus dio tres vueltas y uno de mis compañeros salió despedido por el parabrisas contra el camión. Poco antes de que se produjera el infortunado accidente, era yo quien estaba sentado en el asiento de mi compañero fallecido. Vencido por el sueño, había decidido pasarme al asiento de atrás para apoyar mis brazos y mi cabeza en el asiento de adelante.
Mientras dormitaba, sentí una explosión que me precipitó hacia el asiento de adelante (lo que me produjo desprendimiento de los cartílagos del esternón) y me hizo entrar en una especie de torbellino. Todo giraba a mi alrededor en medio de una densa oscuridad. Los segundos parecían eternos, el silencio era total. De pronto, avizoré una luz que señalaba la salida del vehículo, transformado ya en un amasijo de hierros retorcidos. Aún hoy me estremezco al pensar que de no haber cambiado mi asiento, no sería yo quien cuente hoy la historia. Aún recuerdo haber sentido su presencia al ver la luz que me sacó de aquel infierno.
En otra oportunidad, durante mi viaje de instrucción, me encontraba cumpliendo mi guardia de ayudante de puente en la zona denominada de los 40 bramadores. Era la medianoche, el puente estaba iluminado con la mortecina luz roja de rigor. “Cadete, estamos en medio de un pesto severo”, me indicó el oficial de guardia, “manténgase atento a la proa con el timonel y verifiquepermanentemente los partes meteorológicos”. El escenario era dantesco: inmensas olas encrespadas producían formas fantasmales de espuma y agua, iluminadas aquí y allá como fotos instantáneas en un océano encabritado. El rumbo establecido buscaba capear el temporal, pero la proa se sumergía en la ola, cubría el crucero hasta la segunda torre de artillería y emergía produciendo un cabeceo espectacular. Los relámpagos iluminaban la oscuridad de alta mar como lúgubres instantáneas de un escenario estremecedor.
Estábamos en medio de un ciclón subtropical, una situación de alto riesgo, pero una extrañ sensación de serenidad me acompañaba en medio de esa ansiosa vigilia. Sentía un cálido abrazo que me daba confianza en que todo sería controlado. Sentí en ese momento que Dios nos protegía.
Las contingencias de la vida militar, rica en experiencias y riesgos de todo tipo, me llevaron profundizar, Dios mío, acerca de tu existencia. Leí a Nietzsche, Camus, Becket, para quienes Dios había muerto, o peor, nos había abandonado.
Mi vocación de servir a la Patria me llevó a ingresar a la Escuela Naval Militar, con la esperanza deque dicha institución me permitiría cumplir mis jóvenes anhelos. Salíamos de la dictadura de Perón de los años 40 y 50 con una población dividida, fruto de años de autoritarismo y alevosas propagandas fascistas.
Lejos estaba de imaginar entonces el futuro de discordancias políticas y sociales que marcarían los años por venir, los enfrentamientos, las puebladas, la influencia de las ideologías marxistas, el papel activo de las Fuerzas Armadas y la lenta e inexorable decadencia en la que poco a poco se sumirían nuestro país.
En mis largos años de servicio a la Patria, recordaré como especialmente significativas las experiencias que viví cuando fui destinado a la Casa Militar de la presidencia de la Nación, durante los años 1974 y 1975, oportunidad en que pude observar de cerca las bondades y miserias del poder.
A pesar de ser antiperonista y dejando de lado misconvicciones personales, me esmere en cumplir
mis funciones de apoyo al presidente de la Nación en el área de comunicaciones con eficiencia y lealtad, tal como lo dicta nuestro código de ética.
El país era un caos. Las bandas armadas terroristas dominaban las calles, el terror se expandía en todo el territorio nacional. Recibíamos dramáticos informes del interior del país: en Tucumán estos grupos tomaban pueblos, izaban banderas ajenas a la nuestra, instauraban cárceles del pueblo y asesinaban a los campesinos que no se plegaban a las directivas terroristas.
Las bombas en las empresas, las explosiones en colegios, los ataques a los cuarteles, el robo de armas, el asesinato de policías y militares eran moneda corriente (la muerte de agentes de seguridad era motivo de ascenso dentro del aparato terrorista). El temor a las incursiones terroristas obligó a fortificar las entradas de las comisarías y a canjear el alambrado con seto vivo que rodeaba el perímetro de la residencia presidencial por un muro con cabinas blindadas.
Los terroristas se organizaban en células, mimetizados dentro de los grandes centros urbanos. Se sospechaba de todo el mundo: el vecino podía pertenecer a una célula, o haber formado una cárcel del pueblo. Las células asesinaban sindicalistas, secuestraban a empresarios y altos directivos de empresas para obtener rescates.
El general Perón, deteriorado por sus problemas de salud, advertía ya con desazón “estos terroristas van a destruir el país, han iniciado una guerra revolucionaria”. Los funcionarios que merodeaban la casa Rosada, nos decían con ojos desesperados “¡hagan algo!”. El pueblo pedía la intervención de las FFAA.
Ante el desborde de las fuerzas de seguridad en la selva tucumana, sobrepasadas por un tipo de combate para el que no estaban preparadas, se ordenó por decreto la intervención militar en la lucha antiterrorista.
Siguió el golpe de marzo de 1976. En la ruleta de distribución de cargos, algunos fueron convocados a acciones de combate, otros integraron ministerios e instituciones nacionales, otros se mantuvieron dentro de la institución militar.
En mi caso, fui destinado al Ministerio de Relaciones Exteriores, para ocupar un cargo diplomático para el que ahora reconozco no haber estado preparado pero que desempeñé de la mejor manera posible.
Todos sabemos lo que fueron aquellos años de guerra fratricida. Hoy, los terroristas de antaño manejan los destinos de nuestra patria y han urdido su venganza: más de 2000 militares, soldados que obedecieron las órdenes que les fueran impartidas, se encuentran actualmente en cárceles o
detenidos, en su gran mayoría sin pruebas, sin condenas, o con pruebas inventadas.
Dios mío, hace ya ochos años y medio que me han privado de mi libertad, acusado de los más horribles crímenes, sin pruebas ni fundamento. Se han ignorado las pruebas fehacientes que he presentado en mi defensa y con saña miserable y vengativa, se me ha negado la libertad y la excarcelación que me corresponde tras largos años sin condena.
Hoy, como Beckett, en su libro "fin de partida", siento que me has abandonado. El silencio de tu vicario en este mundo ha apagado el vestigio de esperanza que al menos me hubieran procurado unas palabras de aliento o al menos una bendición, para apaciguar mi espíritu.
Dios mío, cuánto tiempo ha pasado. Mi condena es ya una condena a muerte, la muerte lenta e imperceptible que se desliza en cada uno de estos días que se suceden, inexorables, sin prisa pero también sin pausa.
Mi vida se va extinguiendo y el hilo de la esperanza se hace cada vez más delgado, lejos de mis hijos que han emigrado por sentirse discriminados.
Dios mío, por favor no me abandones. La monotonía de mis días no tiene fin y mis magras esperanzas se cifran en que ilumines a los jueces para que hagan justicia verdadera y pongan un término al calvario que estamos atravesando.
Muchos de mis camaradas ya han encontrado la muerte en las cárceles.
Cuando le escribí a tu vicario en este mundo implorando su intervención humanitaria, le advertí que 236 camaradas -muchos de ellos con más de 80 años- ya habían fallecido lejos de sus seres queridos, sin sentencia y sin haber podido probar su inocencia.
Seis meses después, 60 nuevas muertes vienen a engrosar el saldo de esta aberración jurídica y esta venganza. Hasta la inquisición respetaba a los ancianos.
Dios mío, que nos has abandonado a nuestra suerte, quiero que sepas que mi muerte será incompleta. Me fueron cercenados los mejores anhelos de mi vejez, el calor de mis hijos y nietos lejanos. Cargo con el padecimiento de delitos que no he cometido. A los jueces digo: sepan que condenan a muerte a un inocente. “CADA INOCENTE QUE MUERA ENCARCELADO SIN CONDENA POR ESTAS CAUSAS AMAÑADAS SERÁ UN IGNOMINIA QUE CARGARÁ EN SUS ESPALDAS LAHISTORIA DE LA JUSTICIA ARGENTINA”.
DIOS MIO a estas alturas de las circunstancias tengo una duda y una seguridad, la duda es que a pesar de tu abandono, no sé si en adelante voy a orar por ti pero, si tengo la certeza que tu no rezas por mi.
EUGENIO B. VILARDO
Capitan de Navio (RE)
Capitan de Navio (RE)
martes, 26 de noviembre de 2019
AGRADECIMIENTO A UN JUEZ DIGNO Y VALIENTE
Ante la noticia de la renuncia del Titular de la Cámara Federal de Seguridad Social. Luis René Herrero de la que era integrante desde el año 1989, para acogerse a los beneficios de la Jubilación, vaya nuestro reconocimiento a un ejemplar funcionario de la Justicia y nuestros deseos de un feliz y merecido descanso.
Es oportuno recordar que en marzo del año 2011 la Anses elevó a la Corte Suprema el pedido de recusación del camarista de la Seguridad Social, Luis René Herrero por haber fallado en contra de la entidad previsional.
Era en apelación ya que los camaristas habían fallado en contra de ese insólito pedido. La decisión fue tomada por el director de la Anses Diego Bossio, implacable perseguidor de los jubilados.
Por descontado, la acción no tuvo éxito pero provocó la demora de la substanciación de miles de juicios, por varios meses.
El 17 de octubre de 2014, el Consejo de la Magistratura, por decisión de la procuradora Gils Carbó, en connivencia con Diego Bossio, aprobó un dictamen para remover a los doctores Luis Herrero y Emilio Fernández, jueces de la Cámara de la Seguridad Social, porque tienden a a fallar a favor de los jubilados. Tamaño despropósito no se llevó a cabo debido a la vehemente protesta desatada en en el Plenario del Consejo por los jubilados presentes. La Anses no podía contra un magistrado honesto y consecuente con sus principios.
El 9 de noviembre de 2017 los jueces Luis Herrero y Nora Dorado del fuero de la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social, resolvieron no dar más lugar a los recursos extraordinarios presentados por Anses para cuestionar el índice de actualización usado para el recálculo de los haberes, debido a que obstaculizan la "administración de justicia". Anses respondió que irá en queja ante la Corte.
Se repite la misma metodología del anterior gobierno, que hemos expuesto más de quince veces en este espacio.
Los antecedentes expuestos son más que suficientes para valorar la labor de un juez imparcial y digno en el ejercicio de sus funciones. Lo vamos a extrañar.
viernes, 22 de noviembre de 2019
EL MINISTRO DE DEFENSA
El 15 de noviembre, bajo el título "El futuro ministro de Defensa, decíamos:
"Ha trascendido en los medios la segura designación de Agustín Rossi como Ministro de Defensa en el futuro gabinete del presidente electo Alberto Fernández".
Hoy 22 el diario La Nación lo da confirmado.
En consecuencia, reiteramos nuestra opinión de que sería un designación insensata que impugnamos con antecedentes de archivos que no mienten.
- Es indigno. Su declaración pública hace seis años siendo ministro de Defensa, en Rosario, lo prueba, al decir que se presentará como candidato a Presidente de la Nación, pero que en caso de ser electo buscará la continuidad del proyecto cristinista. Los liderazgos no tienen fecha de vencimiento, los que tienen fecha de vencimiento son los mandatos –apuntó–. Los liderazgos son construcciones que van mas allá de la política, son construcciones sociológicas y culturales, y ese lugar lo tiene ganado Cristina con creces”.
La semana pasada en una entrevista en canal 26 dijo: "No tengo dudas de que Máximo va a ser un excelente presidente del bloque en Diputados del Frente de Todos, Máximo tiene muchísima capacidad, reiterando la abyección que lo sigue desde su comienzo en la política kirchnerista, hacia toda la familia, Néstor, Cristina, Máximo, Alicia y Florencia, la dinastía Kirchner.
El último gesto vil fue dejar la presidencia del bloque para cederla al hijo de su adorada jefa, Máximo e ir a ocupar el ministerio Defensa.
A ojos vistas, su humillación y envilecimiento afloran a cada instante.
- Lo impugno por prejuicio y parcialidad hacia el grupo humano que debe conducir.
Son factores permanentes expresados por su odio y sentimiento de venganza hacia el uniforme.
- Cuando pronunció un discurso el 7 de agosto de 2015 en el homenaje al General San Martín ponderó el trabajo de los hombres de las Fuerzas Armadas para ayudar a los afectados por las inundaciones, en integración con los servicios sociales en presencia de las Madres de Plaza de Mayo
Los soldados fueron humillados pues se les asignó la tarea de limpiar las cloacas, y la integración aludida por el ministro consistió en un ridículo parangón con la alusión que hizo la Presidente de haber llevado a colocar el nombre de su fallecido esposo, en el del finado Chávez y Lula da Silva junto al del Libertador, una integración propia de su revisión histórica con la recurrente falta de respeto a los héroes nacionales.
- En junio de 2013, el ministro de Defensa Agustín Rossi dispuso el pase a retiro y el relevo de funciones del personal del Ejército que desempeñaba tareas de conducción en el Hospital Militar Central a raíz de la fuga de dos militares detenidos ahí, internados.
Los afectados por la medida de venganza, fueron el Director del Hospital Juan Carlos Adjigogovic, el Director de Salud Marcelo Carlos Gutiérrez, el Jefe de la Dirección Técnica de Salud, Carlos Alberto Ramos, el Jefe del Departamento Operativo del Hospital, Pedro Gerardo Osores el jefe de la Dirección General Eduardo Jacinto Alemanzor, el Director Asistencial, José Gambino, el encargado de Ayuda Humanitaria Eduardo Oscar Suárez.
- Continuando con la venganza, en julio de 2013 el Ministro de Defensa Agustín Rossi
prohibió a las Fuerzas Armadas "la internación o asistencia ambulatoria en hospitales militares de personas condenadas penalmente o procesadas con prisión preventiva que tengan o hayan tenido estado militar," por la fuga de dos internados.
La oficializó mediante la resolución 85/2013 firmada por el ministro de Defensa Agustín Rossi, que en una norma de cinco artículos establece que la prohibición alcanza a"la totalidad del personal civil y/o militar de las Fuerzas Armadas".
La criminal medida tuvo resultados funestos pues la falta de adecuada atención médica en los hospitales de los centros de detención provocó el agravamiento de ancianos que tuvieron que suspender la cadena de cuidado que venían llevando. y en algunos su fallecimiento.
A la gente vil y despreciable se le llama canalla, y ¿qué otro calificativo merece quien por venganza y con rencor castiga a miles de inocentes con medidas que dañan su salud, nada más que por la fuga de dos presos?
- El proyecto de ley para indemnizar a los familiares de los soldados y los policías caídos al enfrentar a la guerrilla que atacó el Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa en 1975 ha terminado siendo víctima de esa perversa visión. El proyecto no logra convertirse en ley.
El entonces diputado, jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, rechazó la indemnización a familiares de 16 soldados que defendieron a muerte la toma de un cuartel atacado por montoneros. Fue ese siniestro antecedente que lo facultó para que la presidente lo nombre ministro de Defensa. Probablemente los soldados bajo su férula se cuidarán bien de actuar en casos similares. Prohibida la defensa de los cuarteles!
Esto es consecuencia de la ideología y del fanatismo que se expresa en la glorificación de los terroristas, su admisión en cargos públicos, sus millonarias indemnizaciones, los homenajes rendidos con flores en el Parque de la Memoria y la contraparte de la condena a los soldados que nos defendieron del caos.
Si esta ideología se mantiene en los cuadros del nuevo gobierno que presidirán Alberto Fernández y Cristina Fernández, entonces sí, podemos asegurar que Agustín Rossi será el próximo ministro de Defensa.
Como siempre afirmamos, los archivos no mienten, y si estos antecedentes nos permiten sacar conclusiones lógicas e irrebatibles, diremos que Agustín Rossi no puede ser designado ministro de Defensa.
- El 12 de febrero de 2015, cuando el presidente de la DAIA, en un programa radial calificara de preocupante la desaparición de un misil TOW 2 del Escuadrón de Caballería Blindado, una unidad militar de La Plata y 160 fusiles FAL, el ministro de Defensa Agustín Rossi emitió un comunicado manifestando que "es una irresponsabilidad que se hable tan livianamente de un misil de tanta potencia cuando el mismo no está operativo"
"Tal vez los oyentes no tengan idea, añadió el preocupado, del tamaño de un misil, pero no se lo pueden llevar escondido debajo de un piloto"
La cartera de Estado reiteró que el misil no está operativo ya que fue robado sin su lanzador que en estos momentos se encuentra en manos del Ejército argentino.
Rossi aseguró que hay cinco oficiales suspendidos de sus servicios que eran los que estaban a cargo del cuidado de ese misil, y recordó que "tanto el ministerio de Defensa como el Ejército argentino hicieron la denuncia correspondiente por ese robo.
- Recientemente, el diputado nacional Agustín Rossi declaró que, de ser ministro de Defensa, el primer punto del que se ocupará será el equipamiento de la fuerza. En verdad, debió decir el desguace de las Fuerzas Armadas y cesantías en las mismas, tareas que como vimos dejó inconclusas como ministro de Defensa durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
Quedamos a la espera de la decisión final que se produzca oficialmente sobre esta insensata designación.
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