jueves, 2 de abril de 2015

CUANDO EL PERIODISMO CALLA (V)

En este humilde espacio vengo luchando por la justicia de la clase pasiva en varios artículos de mi blog bajo variados títulos. Podrán leerse en "Exigimos la intervencion de la Anses." "Yo acuso", "La iniquidad e la Presidente"  "Cuando el periodismo calla", y a pesar del grave drama que encierra el tratamiento de los jubilados a través de mucho tiempo, acentuado ultimamente por actual gobierno que no repara en agravios como buitre y caranchos y que les saquea permanentemente la caja de Anses, no he hallado una respuesta de la sociedad en general, de la oposición, y mucho menos de periodismo.
La situación  se torna dramática cuando los expedientes judiciales por el ajuste de haberes son obstaculizados y demorados por orden de la presidencia y cuando la sentencia les es favorable son apelados maliciosamente, ya que el gobierno se comprometió ante la OEA a no hacerlo. Ya hay 300.000 expedientes en trámite, abarrotados en salas y pasillos de los edificios de Previsión Social.
Los dos últimos arrebatos a la caja llegaron a más de 6.000 millones de pesos y lo destaco con cifras oficiales en mi anterior informe.
En el artículo "Yo acuso", estoy acusando al Gobierno del delito de lesa humanidad, genocidio, por su deliberada acción perversa contra ancianos indefensos.
He remitido decenas de cartas a los diarios y he solicitado a varios periodistas que difundan editoriales dando a conocer la gravedad de esta situación que puede llegar al quebranto de la caja y dejar en la mayor indigencia a nuestra gente mayor.
Ninguna respuesta he recibido y por eso reitero en mi blog la complaciente actuación de la prensa, incomprensible, dada la la evidente gravedad que se vive.
Viene al caso una frase del ex canciller Dante Caputo, muy propicia para el caso:
"Si no hubiese diarios, radio y televisión, nadie se enteraría de nada, porque buena parte de la oposición calla sobre las cuestiones mayores que enfrenta nuestro país. Sin duda, los medios privados tienen tendencias, intereses y no son siempre un ejemplo de objetividad. Pero imagine el lector dónde estaríamos si no existieran. Estaríamos en la oscuridad y el silencio."   Y así estamos ahora, canciller.
El tenor de las dos carta enviadas ultimamente, es el siguiente:
"Señor Director:
                         El Ministerio de Economía difundió el negativo resultado fiscal de enero, que arrojó un déficit primario de $ 1457,4 millones, pese al fuerte aporte de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) al Tesoro nacional.
El aporte más fuerte lo hizo la Anses: en 2014, con $ 2942,7 millones, y este año, con $ 4387,1 millones (el resto lo aportaron el PAMI, 274 millones"
¿Se detendrá un jubilado a leer cifras estadísticas de orden económico que posiblemente no alcance a entender? Si así lo hiciera difícilmente podría darse una fugaz idea de la triste realidad encerrada en el frío comunicado. ¡La Presidente que tanto lo ama le ha robado de su caja previsional la módica suma de  más de siete mil millones de pesos! Es la misma hada madrina que en su país de las maravillas le ha vetado el 82% móvil aprobado por las dos Cámaras del Congreso Nacional.
La reiteración de una intervención a la Anses que vengo exigiendo desde hace casi un año debe hacerse carne en todos los ambientes de la sociedad para terminar con el genocidio a la clase pasiva, a mi entender el mayor crimen de lesa humanidad cometido por este gobierno. La corrupción es un cáncer  que un nuevo gobierno puede llegar a detener y a castigar en los tribunales, pero ¿cómo y quién puede reparar el daño infligido durante los largos años de cautiverio jubilatorio, a los pobres ciudadanos al borde de su muerte que han sido saqueados por un poder absoluto y malsano? ¿Quién podrá calcular el monto exacto de la defraudación cometida a través de más de 10 años? Podría llegar a sumas siderales cercanas al default en que cayó el país, pero por el orden natural de las cosas jamás podría reintegrarse a sus acreedores, ya con seguro domicilio en los cementerios.  Saludo a Ud. atentamente,
Silvio Pizarro"
Permanecieron ignoradas, ni siquiera un simple acuse de recibo, sólo el silencio de la tumbas fue la respuesta del periodismo. Todavía conservo la esperanza de que algún día el clamor sea escuchado y para eso continuaré batallando.