Siguen los
comunicados de Anses con sus propósitos
de destrucción.
Yo quisiera ser lo más explícito posible para que se entendiera la verdadera
finalidad de
la Ley de Reparación Histórica, sobre la cual ya he formulado críticas
analíticas,con argumentos lógicos y jurídicos, que no son del caso repetir.
Simplemente,
la finalidad es no pagar el reajuste y la consabida retroactividad dispuesta
por la justicia, en sentencia firme
El 15 de
julio Anses paralizó todos los juicios al presentar una avalancha de de
recursos extraordinarios en las tres
Salas de la Cámara de la Seguridad Social, para que la Corte Suprema avale un
cambio en los índices de actualización de los haberes y las retroactividades en
perjuicio de unos 200.000 juicios de jubilados. Esta sola acción producirá una demora de dos años,
efecto buscado.
Todo fue
premeditado porque en ese lapso se atrevieron a lanzar un comunicado informando
que con el cobro de los haberes del mes de Agosto, 1.060.000 jubilados tendrán
incorporación al reajuste previsto en el programa. Se trata de jubilados, la gran mayoría sin juicios, a
quienes la Anses decidió pagarles el aumento sin hacer previamente todo el trámite requerido por la normativa.
Es decir, se obligan a renunciar a su juicio por reajuste, o a no iniciar
ninguno, a cambio de recibir el haber
recalculado a su antojo, que siempre resulta inferior a lo que se conseguiría
en un juicio.
Los interesados que no
tienen información todavía sobre cuál es la oferta de pago del Estado, reciben un mensaje que los lleva a hacer un clic para indicar que
quieren ser contactados. Pero no reciben datos sobre dicha oferta, sino un aviso
de que se estará analizando su caso, lo que según el organismo se trata de una modalidad para darle un orden
al trabajo de procesar datos.
Es el más
perfecto procedimiento kafkiano que se ha conocido en el ambiente burocrático de la administración nacional, y que se lleva a cabo con
gente de avanzada edad, la mayoría ancianos.
Se nos
preguntará a qué obedece tan retorcido mecanismo con gente agobiada que
deambula desorientada por pasillos y oficinas, sin tener siquiera poco o ningún
conocimiento del manejo de las computadoras.
La respuesta
posee dos características bien definidas.
Primero, la
decidida intención de no pagar y de extorsionar para que los pagos inevitables
sean un cincuenta por ciento rebajados unilateralmente.
Segundo, realizar una
publicidad política de proporciones al engañar a la opinión pública con anuncio de reajustes a más de un millón de personas, gracias a la Ley de
Reparación Histórica, que no es otra cosa que una extorsión y defraudación a la
gente más vulnerable del país.
A medida que
la Anses va tomando e informando nuevas medidas con respecto al cumplimiento de
las leyes y procedimientos destinados a una mejora en los pagos y en lo
reajustes de la jubilaciones, es conveniente leer con atención los comunicados,
porque tenemos la experiencia de que se trata de propaganda engañosa que, a la
postre, significa un calculado perjuicio para la clase pasiva.