En medio de la campaña electoral el gobierno nacional anunció la ampliación de los créditos Argenta, que hasta ahora daba solo a jubilados y pensionados, a más beneficiarios. Así, a los jubilados y pensionados del SIPA se sumaron los titulares de la Asignación Universal por Hijo,AUH, de la Pensión Universal para el Adulto Mayor, PUAM, y de Pensiones No Contributivas PNC, Será para mayores de 18 años hasta los 89 años de edad.
Al comentar este beneficio populista de Anses,
declaro ser imparcial, por cuanto soy un jubilado de 94 años, es decir
descartado del mentado beneficio social.
Hasta el momento, se otorgaron 282.937
turnos, de los cuales 223.945 pertenecen a la AUH y 58.992 a PNC y PUAM. De ese
total, el 68% fue solicitado por Internet. Gran éxito del prestamista oficial
Como mis conocimientos sobre estos temas
se reducen a la rama del derecho, solicito la colaboración de avezados
especialistas en Economía, para que emitan su
opinión autorizada sobre las siguientes reflexiones:
-Los fondos provienen de la caja de
jubilados, de modo que los jubilados aportantes al sistema se estarían
prestando su propia plata.
-Los beneficiados que no aportan a la
caja, estarían utilizando los fondos de los jubilados.
- Como se abona un 24% de interés sobre los préstamos, no se aclara el destino de lo recaudado en ese concepto
-Si las sumas por intereses van a la caja
de Anses, quiere decir que los jubilados son prestamistas de sí mismos y, a su
vez, de los que no aportaron.
Mientras quedo a la espera de las
aclaraciones a mis confusas e intrincadas reflexiones, mi comentario final se
canaliza hacia una absoluta discrepancia
con estos planes populistas y electorales financiados nada menos que con nuestra
Caja, es decir el fondo de los jubilados aportado religiosamente durante 40
años, en forma mensual
Si Anses acapara semejante fortuna que
puede dar créditos por centenares de millones de pesos, ¿por qué no paga las
sentencias de los juicios por reajuste de haberes que se les debe a los jubilados?
A esta pregunta no recurrimos a los
economistas, ni a los abogados, ni a los jueces ni, a los periodistas, porque
tiene una sola respuesta que es abominable, pero real e irrefutable. Porque nos
estafan con nuestro propio dinero, porque ejecutan con la mayor impunidad una
descomunal malversación de fondos.
En forma imperativa exijo por quincuagésima
vez a este Gobierno la inmediata
intervención de Anses y las auditorías que legalmente está obligado a realizar,
obviadas desde la iniciación del mandato con el inconfesable propósito de
lograr su impunidad.