miércoles, 24 de enero de 2018

NUESTRO PERIODISMO

La ONU cierra la investigación; lo mismo hizo la CIDH, ambas habían sufrido la influencia de Zaffaroni y de Verbitsky para declarar la "desaparición forzada" en el caso Maldonado.
Por pedido del CELS, fue el Comité contra la Desaparición forzada ─que depende de una convención sobre la protección de personas de la que Argentina es parte─ el que pidió el tratamiento así del caso Maldonado que ahora sufre este revés.
Es realmente sintomático, infinidad de titulares y páginas alusivas, millares de minutos, transformados en horas por la televisión y espacios radiales se masturbaron durante largos meses con el obsceno relato. ¿Y ahora, no es noticia?
Se justificaría el mismo procedimiento periodístico para difundir el catastrófico revés del sincronizado izquierdismo internacional. Sin embargo, ¿Dónde están los periodistas intérpretes de los profetas de la violencia, de la mentira, de la desestabilización, que vociferaban el relato sinuosamente redactado por el comunismo "moderno"? Mantienen un silencio "ruidoso", a mi entender, y vuelcan ahora sus patrióticos esfuerzos a criticar fogosamente la política económica del gobierno y los gastos que demandan sus viajes oficiales de carácter internacional, con frecuentes entrevistas a indecentes opositores como Pichetto, Massa, a los que se agregó el síndrome del amor perdido de Margarita Stolbizer que de su extraordinario trabajo contra la corrupción, se pasó a la crítica personal contra el presidente y su familia
Es una realidad que no se puede negar. La venganza contra los que derrotaron al comunismo en los 70 que se refleja en los ilegales juicios de lesa humanidad que soportan nuestros presos políticos, y la que ejerce hoy contra el gobierno que salió vencedor de una encerrona del comunismo internacional, que también se refleja con el aludido proceder del que se titula sano periodismo.
¿Podremos educar a una Argentina del futuro para nuestros hijos, a pesar de los educandos que sostienen a Baradel?
Era el expediente que catalogaba su deceso como "desaparición forzada". Días atrás, la CIDH había hecho algo similar. 
CLARIN.COM