domingo, 18 de febrero de 2018

EL CONCEPTO DE UN DIGNO FISCAL


El 22 de octubre de 2016 en el blog "La justicia podrá redimir al país" publiqué:
"Hace varios años que vengo leyendo en la prensa publicaciones del Fiscal del Ministerio Público Marcelo Carlos Romero. Hoy aparece en Infobae otro artículo del mismo, referido a la independencia de los fiscales. Admiro su capacidad de síntesis en temas complejos como los casos expuestos en una carta que tituló “Perseguidos… y otra “Perdón Zaffaroni “ donde rebate la teoría garantista de un militante kirchnerista que llegó a ocupar un sillón en la Corte Suprema de Justicia, prestándose al mandato de la ex presidente que lo manejó como un verdadero títere.
La crítica a los miserables lacayos del poder la realizó durante el mandato de los Kirchner y no se amedrentó por la persecución de que fue objeto, a pesar de que fue reiteradamente sumariado por la Procuración General por la pública expresión de sus ideas a través de la prensa.
Si el Poder Judicial diera cabida a magistrados de esta índole moral y jurídica, ajenos a toda política, idóneos en la función de sus cargos, no habría por qué buscar una “reforma” de las instituciones..El solo respeto al imperio de la Constitución y las leyes es la garantía de un confiable Poder Judicial. Es decir, basta idoneidad, capacidad, moral y decidida voluntad para cumplir con el cambio prometido.
 El 7 de noviembre de 2016 publiqué otro artículo bajo el título "Al Cesar lo que es de César"; decía:
"Hace pocas horas condené las palabras del marxista Fernando Esteche, "Si a un juez se le ocurriera detener a Cristina, podría aparecer muerto" y agregaba, ¿no hay fiscales en la justicia que lo denuncien?
Acaba por ser denunciado por el fical Marcelo Carlos Romero, que transmitió sus fundamentos por el canal de televisión TN, el mismo magistrado que fue objeto de mi nota blogspot titulada "La justicia podrá redimir al país", y decíamos: "Si el Poder Judicial diera cabida a magistrados de esta índole moral y jurídica´ajenos a toda política, idóneos en la función de sus cargos. no habría por qué buscar una "reforma" de las instituciones. El solo respeto al imperio de la Constitución y las leyes es la garantía de un confiable Poder Judicial. Es decir, basta idoneidad, capacidad, moral, y decidida voluntad para cumplir con el cambio prometido. Lo ratifico".
 Hoy leemos la siguiente noticia que confirma mis comentarios:
"El fiscal bonaerense Marcelo Carlos Romero presentó hoy una denuncia penal contra el jefe del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, por los delitos de apología del crimen y de incitación a la violencia colectiva, debido a las amenazas de anteayer del dirigente piquetero acerca de que la semana próxima iban a cortar las rutas de la provincia de Buenos Aires.
El fiscal Romero, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nª6 del Departamento Judicial de La Plata señaló en su presentación que el delito de apología del crimen, previsto en el artículo 213 del Código Penal establece penas de un mes a un año de prisión.
En tanto, el delito de incitación a la violencia colectiva, normado en el artículo 212 del Código Penal fija una pena de tres a seis años de prisión "al que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación".
El fiscal Romero cumple con su deber de magistrado, no merece premio ni medallas, pero sí el reconocimiento de la ciudadanía que ve en él la justicia que espera desde hace muy largos años."

Otro jalón más para el digno Fiscal por su artículo publicado hoy 18 de febrero sobre el prostibulario Eugenio Zaffaroni, que reproducimos más abajo:

ZAFFARONI, DE JUEZ A AGITADOR
Marcelo Carlos Romero

El ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina, y actual magistrado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos lo hizo de nuevo. El gurú del penalismo argentino no puede permanecer callado. No soporta estar ausente de la vidriera política cotidiana; él, como sea y donde sea, habla, habla y habla
.No importa que con sus expresiones públicas adelante opinión sobre eventuales puntos a decidir en una controversia en la que le toque actuar como juez internacional y que sea motivo de recusación con causa.
Cuando ocupaba su sillón de juez supremo de la República Argentina, emitía permanentemente opiniones sobre política criminal en general y sobre casos judiciales en particular. También es cierto que nunca nadie se atrevió a recusarlo por estos motivos.
Ahora, ha optado por convertirse o, mejor dicho, reconocerse como un militante kirchnerista que opina y asesora desde lo alto del Olimpo de un tribunal supranacional.
Como buen gurú, opina de todo: del actual presidente argentino; de las medidas económicas del Gobierno; de la alternancia política que, según él, es la suplantación del sistema republicano; del caos institucional; de la policía; de las fuerzas de seguridad; de las Fuerzas Armadas; de la detención de Milagro Sala; de la imputación a Cristina Fernández de Kirchner, con abominables faltas de respeto a la memoria del asesinado fiscal federal Alberto Nisman incluidas, etcétera.
Ahora, pretende que el Gobierno de Mauricio Macri "se vaya cuanto antes", en clara actitud antirrepublicana y, por qué no, golpista. Aunque sus adláteres aleguen extracciones de contexto de sus palabras o situaciones similares. Después de todo, los profanos nunca entendemos al genio.
Evidentemente, Su Eminencia ha olvidado el gigantesco y tal vez irreparable daño producido al derecho penal argentino, merced a la doctrina abolicionista por él sostenida, y por miles seguida y admirada.
Tal vez padezca de una condición que le impida verse como el gran responsable de una dogmática penal argentina absurda y esquizofrénica, donde el victimario es la víctima y la víctima, el victimario.

Muchos me preguntan por qué no lo denuncio penalmente, atento mi condición de fiscal. Creo que, en realidad, necesita un psiquiatra, y de los buenos.