Ayer, 17 de abril de 2018, publicamos:
Silvio Pedro Pizarro
Eres una mujer joven Paula y has escrito
un buen artículo periodístico, pero no es ninguna novedad ni me resulta
sorprendente. Entre los años 1978 y 1982 he conocido en ciudades de Europa,
varios “desaparecidos”que manifestaban libremente la falsedad de su condición,
aleccionados por las ONG izquierdistas y Amnesty International para simularlo,
pues a mayor cantidad, se obtenía mayor indemnización y ayuda financiera de los
países nórdicos socialistas que eran engañados y sorprendidos en su buena fe.
Muchos habrán muerto, pero todavía
algunas estarán dando vueltas por rincones lejanos, como los octogenarios de tu
interesante nota.
"El científico del Balseiro le
contó a un ex compañero que su hermana tampoco está desaparecida
Se lo reveló a Peter Thieberger, que
habló con él tiempo atrás. Antonio Gentile le dijo también que dejó la ciencia
y que tiene una empresa en Manhattan".
CLARIN.COM.
Hace cuatro años escribíamos en nuestro
blogspot lo siguiente:
Silvio Pedro Pizarro
13 de marzo de 2014
NO CREE EN DIOS PERO ES
CREYENTE DE LOS DÓLARES
La Jueza atea Carmen Argibay, miembro de
la Corte Suprema de Justicia, es un botón más de la muestra de corrupción
imperante en el pais. Su religión son los dólares mal habidos. Deben haber
30.000 clones de esta ilustre "magistrada".
Lo más llamativo es, sin ninguna duda,
que la Jueza de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Carmen Argibay,
figura en el libro Nunca Más y como tal cobró la indemnización.
Argibay percibió por ser “desaparecida”
la nada despreciable suma de u$s 650.000, si, leyó bien, seiscientos cincuenta
mil dólares por figurar como desaparecida; pero lo que resulta realmente
inaudito es cómo una persona puede cobrar una suma semejante por estar
desaparecida cuando no lo está, y que, además, es juez de la nación,La siguiente pregunta es, ¿cuándo se va
a decidir a devolver los u$s 650.000 que cobró por estar “desaparecida”?
Sucede que los cobró por estar
erróneamente desaparecida, y como podemos apreciar, no lo está. Cuando le
hicieron ver el error dijo: “estoy pensando cómo devolverlos”.
Sin palabras.
Sin palabras.
Hace más de un año decíamos:
13 de marzo de 2017
Con razón el batuta de los Derechos
Humanos, Claudio Avruj, distinguido miembro de la quinta columna
desestabilizadora del gobierno, insiste frenética y tozudamente en reconocer
como simbólica, aunque más no sea, la cifra de los 30.000 desaparecidos.
Como se comprenderá, con motivo de la
obligada publicación de la lista y cifras pagadas a los desaparecidos, nuestro
amigo Avruj se las estará viendo en figurillas. Si una ministra de la Corte que
últimamente se ha negado a renunciar por su edad, se apropió de la menuda
cantidad de u$s 650.000 y está haciendo malabares “para no devolverla”,
¿Cuántos problemas tendrá que enfrentar Claudio Avruj con su cifra simbólica de
30.000? El resultado nos lleva a la cifra de u$s 19.500 millones que ha sido
pagada al terrorismo setentón. Lápiz y papel señor Secretario y al trabajo.
Estamos actualizando noticias
escabrosas, el tiempo apremia y los archivos no mienten.
Hoy, 18 de abril de 2018, decimos:
¿Hasta cuándo seguiremos con el relato
de estas mentiras? Estamos atrapados por un gigantesco lavado de cerebro y tras
más de doce años no conseguimos reaccionar como gente razonable, culta y
civilizada. El primer atrapado es nuestro presidente Mauricio Macri que parece
sufrir el síndrome de Estocolmo, luego de su rapto en la época siniestra de los
70. Sus curadores. al mando de Avruj no cejan en su intento de mantenerlo en
una catarsis donde debe justificar piadosamente el accionar de los
"jóvenes idealistas". Si hasta flores derrama en su honor en compañía
de sus invitados colegas extranjeros que, por diplomática cortesía, acceden al
acto ritual frente al Museo de la Memoria y al Río de la Plata.
Dante Alighieri tendría una Segunda
Divina Comedia en su mente y en sus manos, si resucitara en nuestra querida
ciudad de Buenos Aires.