miércoles, 7 de agosto de 2019

Estamos en presencia de una gravísima noticia judicial que responde a todos los interrogantes y denuncias que venimos efectuando en éste nuestro espacio con referencia a un magistrado judicial de conducta incalificable llamado Alejo Ramos Padilla, sobre la cual nuestro periodismo guarda el más sospechoso y comprometedor silencio. Ver abajo el link
Mientras la enorme mayoría de los juicios demora muchos años en el dictado de fallos, el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla llamativamente procesó sin prisión preventiva al periodista Daniel Santoro y le trabó un millonario embargo en el marco de la causa que investiga un presunto entramado de espionaje ilegal. Santoro había sido citado hace pocos días, presentándose de inmediato a prestar declaración
La medida del magistrado se dio por los delitos de “presunta tentativa de extorsión y coacción”, a la vez que le dictó la falta de mérito respecto de la supuesta comisión de asociación ilícita. Además, le trabó un embargo por 3 millones de pesos. 
Aunque el procesamiento es sin prisión preventiva, Ramos Padilla le prohibió a Santoro "ausentarse de su lugar habitual de residencia por un término mayor a los diez días sin previo aviso al tribunal". También deberá "dar aviso y requerir previa autorización para efectuar cualquier viaje al exterior del país". La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) había expresado su preocupación por las eventuales derivaciones del llamado a indagatoria al periodista. La entidad se pronunció en un comunicado, en el que cuestionó la decisión de la Justicia. 
"Estas derivaciones configurarían una criminalización de la tarea periodística sin antecedentes desde el regreso de la democracia.

lunes, 5 de agosto de 2019

VISTA LA FALTA DE RESPUESTA A MI CARTA ABIERTA Y LA CARENCIA DE COMENTARIOS A LA MISMA, DADO EL CARÁCTER IMPORTANTE  DE SU CONTENIDO, LA REPITO EN MI ESPACIO POR SI HUBIERAN MEDIADO DIFICULTADES TÉCNICAS
martes, 25 de junio de 2019
CARTA ABIERTA AL JUEZ ALEJO RAMOS PADILLA

Silvio Pedro Pizarro, matrícula DNI 1.738.044, argentino, nacido en Buenos Aires el 5 de junio de 1923, se dirige respetuosamente al señor juez federal en Dolores don Alejo Ramos Padilla para acusarlo de parcialidad manifiesta durante el proceso abierto al falso abogado Marcelo D’Alessio por ser miembro de una asociación ilícita paraestatal dedicada al espionaje político, ideológico y económico.
Usted llama también a indagatoria a Elisa Carrió, Mariana Zuvic, Paula Oliveto y Claudio Bonadío, con lo cual  deja al descubierto que su actuación obedece a la intención de apartar al fiscal Stornelli y al juez Bonadío de los juicios por corrupción, próximos al juicio oral. 
Todo su proceder lo lleva inevitablemente a esa situación, coronada en su momento con su insólita disertación en el Congreso Nacional donde expuso con la mayor indiscreción el caso sustanciado en su juzgado
Se robustece ahora la existencia de la denominada operación Puf  de la que usted es necesario partícipe con su llamado a indagatoria del periodista Daniel Santoro por haber tenido como fuente al extorsionador 
Marcelo D´Alessio.
No le queda más remedio que buscar la destrucción del periodismo, que, a pesar de sus serios defectos, viene mostrando la virtud de exponer las rutas del dinero de la corrupción, sus componentes con todos los detalles reflejados con asombrosa meticulosidad en los cuadernos escritos por un chofer arrepentido que dio paso a la iniciación de juicios de relevancia histórica que tienen como principales personajes a ex funcionarios miembros de una asociación ilícita que tiene por cabeza a la misma ex presidente de la nación. 
El periodista que usted quiere demoler es nada menos que uno de los investigadores de los hechos que he citado, es decir, el factor fundamental que se interpuso en su camino. 
Este ha sido su gravísimo error, pues desde el famoso caso Watergate todo ataque al periodismo buscando silenciarlo se ha constituido, en el orden internacional, en un ataque al Estado de Derecho, a la libertad de expresión, a la democracia, con mayor razón cuando proviene de la Justicia, llamada a su protección.
La Academia Nacional de Periodismo, el Foro de Periodistas Argentinos (FOPEA) y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) coincidieron en criticar la decisión de llamar a indagatoria a Santoro porque "compromete la libertad de expresión. el derecho a investigar y el secreto profesional".
Hago personal y pública esta carta porque desde hace varios años he criticado su actuación dentro de la Justicia, como miembro de Justicia Legítima y de La Cámpora, donde su ideología se ha reflejado impúdicamente en sus fallos. Usted, señor juez, ha cometido prevaricato.
Tómese la molestia de leer los escritos publicados en mi espacio blogspot "Habla la Experiencia"que responden a los siguientes lincks:

17/06/2019
https://silviopedropizarro.blogspot.com/2019/06/juez-alejo-ramos-padilla-los-archivos.html

17/01/2019

22/11/2015

jueves, 1 de agosto de 2019

LOS ARCHIVOS NO MIENTEN


¿Dónde quedaron los juicios prefabricados con delincuentes, presos inmediatos al juicio oral, corruptos con abundantes pruebas con procesos inconsistentes lanzados desde los despachos del juez prevaricador Alejo Ramos Padilla, anguila escabullida varias veces de juicios políticos en su contra gracias a las olorosas militancias con Justicia Legítima, La Cámpora y Gils Carbó procesos con los que conformaron la ampliamente reconocida Operación  Puff para arrasar con con todos los juicios por corrupción que constituyeron el caso judicial por excelencia que dejó absorto al mundo entero.?
¿Sequirán sigilosamente por canales secretos apoyados con quizá  menos vehemencia por las dos Cortes Supremas má  grandes del país?
En las enturbiadas ciénagas periodísticas ¿Quién habla ahora de tamaña acción que tuvo sus grandes titulares en abierta y vergonzosa exposición, mientras sonaban los clarines en pos de la pronta libertad de los “presos políticos.?
¿Nadie recuerda a Carrió, Martinez, Oliveto, Sornelli, Bonadío y tantos otros que permanecen en las letanías de las vagas remembranzas?








miércoles, 17 de julio de 2019

ENCUESTAS QUE CUESTA CREER


Según el último trabajo de la Universidad de San Andrés, Cristina Fernández de Kirchner es la candidata que más creció en imagen positiva.
¿Dónde realiza sus encuestas la Universidad de San Andrés?
La información oficial señala textualmente que Cristina Kirchner ya suma 13 procesamientos y 7 pedidos de prisión preventiva. 
No refleja evidentemente ninguna imagen "positiva" este frondoso prontuario. ¿Entonces...?

martes, 16 de julio de 2019

EL MANDATO DE LA AMBICIÓN, EL ODIO Y LA VENGANZA


¿Hay alguna duda sobre la cabeza de la operación Puff?
En su desesperación la jefe de la Maffia, con más de veinte procesos. varias condenas y media docena de pedidos de prisión saca a relucir abiertamente a sus mercenarios militantes de la Justicia para salvar su pellejo y su inconmensurable riqueza. gravemente comprometidos por la recuperada Justicia Argentina.
Ni un monstruo legendario de mil cabezas podridas podrá destrozar los juicios de los cuadernos K ya encaminados para la ejemplar condena que será histórica jurisprudencia penal en los anales de la justicia internacional

LANACION.COM.AR
Cristina sumó a otro juez a la polémica - Cristina Kirchner - LA NACION

lunes, 15 de julio de 2019

NADIE DETIENE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN



SE HACE NECESARIO PONER LAS COSAS EN SU EXACTO LUGAR
Ver link: https://silviopedropizarro.blogspot.com/2019/07/una-luz-en-el-periodismo.html
Con las firmas de más de 400 periodistas y docentes de periodismo, la solicitada que se publica a página entera en los principales diarios argentinos, reclama que "se respete el secreto profesional y la reserva de las fuentes, así como la privacidad del contenido de los datos, documentos e informaciones obtenidas para el desarrollo del trabajo periodístico". Se refiere la citación del periodista del diario Clarín Daniel Santoro que deberá presentarse este miércoles en el Juzgado Federal de Dolores, a cargo de Alejo Ramos Padilla, para prestar declaración indagatoria en el marco de la causa que investiga la existencia de una "supuesta red de espionaje ilegal y extorsión"
Hablemos claro, una causa armada en Dolores para descuartizar los juicios por corrupción del gobierno anterior, muy avanzados y con pruebas contundentes que los lleva a próximo juicio oral.
Dice la solicitada en un apartado de suma importancia que la campaña contra Santoro es, en realidad, una avanzada con motivaciones más profundas. Afectar el curso de la investigación sobre los Cuadernos K.como parte siniestra de la Operación Puf destinada con toda la artillería criminal a destrozar los juicios ya nuy avanzados y cercanos al juicio oral sobre la corrupción del gobierno kirchnerista constituido como asociación ilícita.
Ese apartado, agregado como quien no quiere la cosa, es el punto principal de la presurosa y publicitada acción del juez, Alejo Ramos Padilla nada menos que en el recinto del Congreso y debe prevalecer en toda solicitada que el periodismo publique de aquí en adelante. No disimular, no confundir, el trabajo periodístico debe ser respetado, pero en estos momentos lo que se juega es nada menos que el respeto a la Justicia.
Anoche, la Gobernadora Vidal le respondió al Presidente de la Corte Suprema de su Provincia. textualmente: "Cuando uno es responsable de un poder y sabe que hay un delito -persecución o armado de causas son delitos- está obligado a denunciarlo. Si no uno es cómplice y es un delito", dijo. Y añadió: "Si el presidente de la Suprema Corte cree que hay causas armadas o persecuciones está obligado a denunciarlo. Uno tiene que ser consecuente con lo que dice en la acción judicial".
Aparentemente, la insólita reacción de la señora Vidal, tiene una importancia y un fundamento que se le escapa al periodismo, y eso es lo que nuestro título remarca, ella puso las cosas en su lugar al colocarse en defensa de los fallos históricos de la Justicia Federal en los juicios de corrupción que buscan ser, repito, destrozados, por el prevaricato, por la política de la ambición y de la riqueza ilícita que han montado la corrompida e indecente Operación Puf.
Como diría el inolvidable presidente Bill Clinton en 1992 "es la operación Puf, estúpidos!

sábado, 13 de julio de 2019

UNA LUZ EN EL PERIODISMO


El artículo en el Clarín del periodista Nicolás Wiñazki nos reconcilia con el periodismo argentino. La gran preocupación de este humilde escritor que escribe sus líneas en las redes sociales, bajo su blogspot “Habla la Experiencia” tiene sólidos fundamentos porque los medios nunca  reaccionaron debidamente ante la incalificable operación que pretende borrar los juicios de la corrupción que se están librando hoy en día como los adalides de una histórica justicia basada en la verdad, en pruebas irrefutables que muestran al mundo el insólito caso de un gobierno constituido en una asociación ilícita proyectada por sus propios funcionarios para el apoderamiento de los bienes fiscales en su totalidad, en su propio beneficio. Algo de una insólita realidad que ha comprometido a la sociedad argentina. gobernantes, jueces, empresarios, periodistas, universitarios, narcotraficantes, y a casi toda la sociedad que durante 15 años, supo, toleró, justificó y tomó parte en el mayor desfalco producido en el orden mundial por un país denominado República Argentina.
 La inconcebible intervención actual de las dos Corte Supremas de la Nación y de la mayor provincia, Buenos Aires, que vienen a corroborar, desgraciadamente, la verdadera existencia de un complot de ex gobernantes, magistrados, presos que actúan abierta y desaprensivamente, narcotraficantes, financiado por millones de pesos provenientes de la incalificable defraudación al tesoro nacional, queda expuesta por la valiente denuncia del comentarista aludido, único que pudo barrer el ominoso silencio que vengo denunciando en mi columna y que lleva la fuerza irresistible de la verdad, de una trágica realidad devastadora que nos conmueve como ciudadanos víctimas de un estado de corrupción jamás presenciado, de una impudicia y venalidad que nos continúa azotando desde el fondo de la historia y que hoy podemos agradecer a un ciudadano de profesión periodista llamado Nicolás Wiñazki. 
Mi último comentario en Facebook decía: "¡Qué duda cabe! Continúan las siniestras pualadas desde la profundidad de la Justicia, otro de los pilares decididos a borrar los juicios por corrupción llevados por el juez Bonadío y el fiscal Stornelli.
Tengo el honor y la gran satisfacción de reproducir esta brillante y valiente exposición publicada en el Clarín bajo el expeditivo titular
"Corte Suprema. hipocresía-escuchas."
"La Corte Suprema de la Nación y la Suprema Corte de Buenos Aires han descubierto que existen difusiones de escuchas telefónicas ordenadas por jueces y fiscales. Según expresó explícitamente el presidente de la Corte bonaerense, Eduardo Di Lázzari, recién en los últimos tiempos se ha descubierto una mancha venenosa que invade los tribunales para generar negocios y prácticas espurias: habló de un “panorama deplorable”.
En las V Jornadas de la Red de Jueces Penales Bonaerenses, el jefe de todos los jueces de la provincia más populosa de la República Argentina, Buenos Aires, hizo una serie de acusaciones gravísimas. Que exceden la jurisdicción de la Suprema Corte que él integra.
Según consignó La Nación en base a información del sitio Infocielo, Di Lazzari denunció en forma oral que en el Poder Judicial existen “causas armadas”, que se vislumbra la acusación de “espías”, que hay complicidades supuestamente delictuales de “algunos jueces y fiscales”, que parte de los magistrados cometen “abuso procesal”.
Y se quejó de las “escuchas” telefónicas.
Coincidiendo con la defensa discursiva de los procesados por corrupción K, sus abogados defensores y también con la de políticos presos, con prisión preventiva o condenas firmes, el miembro de la Suprema Corte de Buenos Aires acusó a algunos de sus colegas de tribunales inferiores de utilizar de modo ilegal a la figura del “testigo reservado” (habría aludido a la de “imputado colaborador, según se identifica en el Código Penal), y mezcló el cambalache descripto por él mismo con la injerencia que la política tiene en los expedientes del Poder Judicial.
El presidente de la Suprema Corte de Buenos Aires realizó estas acusaciones de una gravedad institucional inusitada sin dar ningún nombre ni especificar a quién o quiénes se refería.
El “panorama”, dijo, “es deplorable”.
Y de algún modo dio a entender que esta ponzoña, según su saber, proviene del puerto de la Capital Federal. De Comodoro Py 2002. La sede de los tribunales federales.
Dijo así: “Hay otro dato de la realidad que se podría denominar 'el abuso del proceso judicial penal'. Es un dato que empezó a percibirse con mayor nitidez en el orden federal, pero que ahora muestra sus síntomas también en el ámbito de la provincia de Buenos Aires”.
Estos dichos, que por azar, se insiste, coinciden con denuncias retóricas de los defensores de los acusados, presos con figuras procesales variables y la dirigencia identificada con Cristina Fernández, con lo dicho por la Corte Suprema de la Nación en la acordada solo titulada con el número 17/2019 con voto unánime de sus miembros.
El máximo tribunal del país dejó expresado en ese texto que “ante la difusión de escuchas" y como “cabeza del Poder Judicial de la Nación” debía velar por los derechos de los ciudadanos, y que “como supremo custodio y último garante del goce de las garantías individuales”, el tribunal “sigue con preocupación los acontecimientos de público conocimiento vinculados a la difusión pública de la captación de comunicaciones”.
Después de esas palabras severas, la Corte Suprema de Justicia de la Nación explica que intervenir teléfonos de modo ilegal, es ilegal.
La “difusión” de “escuchas” que son de “público conocimiento” y que pusieron en alerta a los cortesanos son las que se dieron a conocer respecto a cómo los políticos y empresarios presos por casos de corrupción K estaban al tanto y alentaban a diferentes operadores que los visitaban o con los que hablaban por comunicaciones grabadas que se abriría una causa en la ciudad de Dolores que podría permitirles generar en ese expediente diferentes quejas jurídicas: según esas escuchas, o sus desgrabaciones, los presos K veían a Dolores, antes de que Dolores actuara bajo mando del titular de su juzgado federal, Alejo Ramos Padilla, como una luz de esperanza para recuperar su libertad.
La acordada 17/2019 de la Corte Suprema de la Nación, que tiene bajo su control a la oficina que genera la escuchas, llamada DAJUDECO, y que ya se había expresado sobre la legalidad de las intervenciones telefónicas de la cárcel de Ezeiza, algunas, muy pocas, dadas a conocer por la prensa, apunta también a quienes divulgaron esas conversaciones. Fue la prensa.
El máximo tribunal no lo dice así. Pero fue así. Incluso sus jueces advierten que aunque las escuchas telefónicas pudieran tener un “origen lícito”, es decir, legal, aun así en algún punto se trata de un “chantaje” o “amenaza”.
También se ocuparon de resaltar que las intervenciones telefónicas entre abogados y defensores no podrían jamás ser divulgadas ante la opinión pública porque de ese modo se estaría “vulnerando la garantía constitucional del derecho de defensa en juicio”.
Esta última frase engloba conceptos intachables para el buen funcionamiento de una Nación democrática.
Ocurre que la Corte, igual que la grave acusación de espionaje que hizo pública el presidente de la Suprema Corte de Buenos Aires, Di Lazzari, no especifica en ningún caso a qué escuchas en particular se está refiriendo.

¿Abogado o socio?

Uno de los máximos narcotraficantes de cocaína al exterior que se detuvieron en la Argentina de los últimos años es el doctor Carlos Salvatore, líder de la banda conocida por el operativo policial que suspendió sus actividades con ganancias multimillonarias: “Carbón Blanco”. Salvatore, cumpliendo prisión domiciliaria, fue escuchado en una intervención de su teléfono, en conversación con su mujer, diciendo que él se ocuparía de generar el asesinato de la jueza del Chaco que lo había encarcelado y que trabajó para que el tráfico de miles de kilos de cocaína de la banda se detenga para siempre. La magistrada se llama Zunilda Niremperger.
Así habló el abogado y narco, Salvatore, sobre su plan criminal: “Me voy a ocupar de la defensa de todos. Los voy a sacar. Después la mato a ella. Yo pago este homicidio, pero ella se muere. Te amo, mi vida. No me afloje ninguno, por favor. Yo cuido a los chicos”.
El doctor Salvatore, abogado al fin, se defendió diciendo que todo se había tratado de “una broma”.
Y luego se quejó de que sus diálogos con los socios de su mega red de narcotráfico fueron escuchados por el Poder Judicial. Su argumento: “Fui siempre abogado de personas. Nunca me dediqué a hacer absolutamente nada. Sí defendí a narcos, sí defendí a políticos, a comerciantes. También fui abogado de comerciantes”.
Era el jefe de la banda de Carbón Blanco y sus supuestos defendidos, sus socios.
En su acordada 17/2019, la Corte Suprema de la Nación les pide a los jueces que deben velar para que la cadena de custodias de los audios de las escuchas no trasciendan. Porque si ellos las filtraran cometerían un delito. Todos los jueces de la Nación saben de aquella posible ilegalidad.
Quizás el párrafo más llamativo de la Corte Suprema de la Nación sobre este tema es el que afirma que la divulgación, tráfico o comercio de los datos obtenidos en base a una finalidad originariamente lícita, la amenaza o el chantaje derivados de la posesión de datos íntimos que no resultan conducentes para el esclarecimiento de un delito, no solo deben ser prevenidos sino castigados por la ley.
Sobre como nombran los presos K a posibles contactos, detallados, con al menos dos jueces de ese tribunal, aseguran que son relaciones no probadas, dichos al pasar por gente que padece la prisión, capaces de ensuciar a cualquiera y por ende seguramente deslizadas a propósito para generar estrépito en el máximo tribunal.
Los cortesanos aseguraron en su escrito que la divulgación de las escuchas, realizada siempre a través de la prensa, cuyas fuentes son secretas por garantía constitucional, debía generar “el mayor repudio social”.
¿El mayor repudio social se debe generar por lo que la opinión pública no debe oír según la Ley?
¿O quizás se genere repudio social porque parte de la sociedad descubra por la filtración de audios la identidad de delincuentes multimillonarios súbitos, solo a través de ganar contratos con el Estado? O peor: ¿Qué ocurriría si las audiencias conocieran por escuchas que una minoría pero con influencia del Poder Judicial, que debe velar por el cumplimiento de las leyes, conforma en realidad una banda delictual que planificaba delitos generando zonas liberadas para secuestradores, barras bravas, rufianes armados, a los que se les garantizaba que no tendrían problemas ni con la policía, ni con la Justicia, si se repartían entre todos botines millonarios generados por el crimen organizado?
En la provincia de Buenos Aires, jurisdicción de la Corte de Di Lázzari, se conoció a través de escuchas cómo el ex juez César Melazo, de la Plata, junto a miembros ya escuchados de la Policía Bonaerense, e incluso tal vez un Camarista de Casación Penal de la Provincia, Ordoqui, se dedicaban a ganar dinero gracias a esos trabajos sucios.
Melazo hace temblar a La Plata. Ya ha dado a entender que podría hartarse de la cárcel y hablar, dar a conocer todo lo que sabe sobre sus ex colegas de los tribunales.
Algo similar se planteó con los testimonios de arrepentidos puestos en duda, generalizando, según hizo el presidente de esa Suprema Corte. Igual que generalizó la Corte Suprema sobre todo lo antes dicho.
Todos son lo mismo.
Cuando gracias a las escuchas los jueces y fiscales pueden determinar que no.
El juez correntino Soto Dávila, por ejemplo, guardaba más de 4600 cidís de narcotraficantes de su provincia, a los que posiblemente protegió.
Dejó su cargo.
Su juzgado ya no pudo actuar tras conocerse públicamente escuchas que vinculaban a sus empleados, y a él mismo, con el narcotráfico asesino.
Fue gracias a “arrepentidos”, también, que se pudo confirmar que magistrados federales como Norberto Oyarbide movía expedientes por orden de la política, de la Casa Rosada.
Y solo hace falta usar Google para darse cuenta que durante las últimas semanas, largas semanas, se dieron a conocer escuchas de teléfonos de delincuentes “comunes”, narcotraficantes de poca monta pero dañinos, “pibes chorros”, abogados potencialmente involucrados en delitos siniestros, secuestradores que cayeron en prisión.
En Google se encuentran muy rápido esas y otras escuchas similares, que no fueron reprochadas ni por la Suprema Corte de Buenos Aires ni por la Corte Suprema de la Nación.
Son tribunales, y no se incluye en esta afirmación a todos sus miembros, que se exaltan, se enojan, se preocupan, cuando las intervenciones de los teléfonos involucran a la política, o el Poder Judicial.
Está dicho y escrito por ellos mismos.
Todos somos iguales ante la Ley.
Es una de las premisas de la Constitución Nacional de la República Argentina.
Cumplir esa norma, esencial, suele ser, en general, una regla.
Y no la excepción denunciada.