lunes, 24 de noviembre de 2014

Ley Federal de las Culturas


En el Segundo Congreso Argentino de Cultura que se realizó en Tucumán  el 19 de octubre del 2008  se había acordado la redacción de una Ley Federal de la Cultura.
En el Congreso se dijo: Este encuentro es la prueba concreta de "´vivir con lo nuestro´ ya que no necesitamos traer artistas extranjeros para lograr éxitos como el de esta noche."  "No tenemos que someternos al dictado de la moda para traer disertantes encumbrados del exterior cuando tenemos expositores de la cultura brillantes en nuestro país"
Una de las premisas de la "autosuficiencia" de la que habláramos en un artículo anterior con respecto a la "soberanía nacional". Mañana la Ministra de Cultura Teresa Parodi  presentará la iniciativa de una Ley Nacional de las Culturas en un acto político a realizarse en el Teatro Cervantes.
Ya no hay más espacio para tanta ignorancia. Cuando el nazismo fue derrotado al igual que el fascismo, y el vergonzoso muro de Berlin fue derribado, cuando el comunismo se desterró de Polonia y la Unión Soviética se pulverizó, nos encontramos con que los funcionarios argentinos de la cultura, designados a dedo por la Presidente, siguen los mismos lineamientos de esas perimidas doctrinas.
Primero fue la creación de la secretaría de la Coordinación Estratégica del Pensamiento Argentino, el último disparate "cultural" del cristinismo, ahora una Ley Federal de las Culturas (así en plural) que viene a completar un panorama realista de las consecuencias de un régimen arbitrario y despótico que busca premeditadamente todo lo contrario de lo que pregona, es decir, destrozar la conciencia de un pueblo que deberá tener unanimidad de pensamiento para endiosar a su líder. Prevalecer el obcecado y delirante capricho de una Presidente, es la meta obligada. A ella nos conducen Parodi, Forster, Bonafini, D´Elía, Milani, La Cámpora y demás mercenarios del cristinismo.