viernes, 4 de mayo de 2018

CARTA VALIENTE DE UNA MUJER VALIENTE

Con una cierta irreverencia que me permite la edad y con la autoridad moral de haber ejercido la magistratura con honor hasta el castigo de haber sido echada por ello (por decreto, sin jury de enjuiciamiento), y volver al cargo -concurso mediante- después de muchos años, me dirijo a los jueces federales para hacerles algunos reproches, sin otro ánimo que la búsqueda de vuestra rectitud perdida en una significativa cantidad de ustedes.
La Justicia es el último bastión del habitante de una nación para la defensa de sus derechos frente al propio Estado y a los otros individuos; aumenta la dimensión de su importancia en una república como la nuestra donde el Poder Legislativo es parcialmente un aguantadero de pícaros en busca de fueros para no ir presos y el Poder Ejecutivo es débil por diversas razones, tanto en su origen como en las posibilidades de ejercer con plenitud su autoridad. En medio de estas circunstancias extremas que nos toca vivir, el hombre común -que tiene no poca responsabilidad por esta situación por su indiferencia, su ignorancia de la historia y de la política y su falta de participación ciudadana- gira la cabeza para dirigir su mirada a los tribunales.
De tal modo, señores, que -por defecto- el peso del sostenimiento de nuestra República descansa sobre vuestros hombros a causa de la jurisdicción y la competencia que ostentan.
Pero hete aquí que un buen número de ustedes (algunos dicen que constituyen mayoría) no resiste un escrutinio sobre la génesis de su patrimonio, debilidad que les hizo perder la independencia y quedaron sujetos a la presión de cualquiera. Por eso, los que pertenecen a esa mayoría a la cual van dirigidas estas palabras, administran la ley en forma desigual, morosa o apresuradamente -según la conveniencia del momento- y obviamente injusta. Es cierto que los fiscales no les van en zaga, pero son los jueces los que tienen el cuchillo por el mango y, con mala fe -por simpatía ideológica, pago de favores o simplemente cobardía- confiados en aquello de que “el cuchillo no corta a quien lo maneja” pueden producir el más perverso de los daños: el que se hace simulando administrar justicia.
A los hechos me remito: En el fuero penal, que es la vidriera de los tribunales, vuestra indecencia -la de la mayoría- está a la vista de cualquiera que tenga ojos para mirar.
Alguien se tomó el trabajo de enumerar la lista de los vicios de ustedes y contó treinta (Tiempo Militar, Año XXIII, Nº 305 del 3/3/2016, pág. 18). Yo no seré tan exhaustiva, me limitaré a hacer un paralelo de algunos que considero suficientemente representativos de la situación. Haré una comparación entre el modo de administrar justicia para los imputados de delitos de lesa humanidad por hechos de la década del 70con la manera que lo vienen haciendo con la desenfrenada corrupción kirchnerista.
1.El principio de legalidad:  Mientras para el llamado terrorismo de Estado la Corte Suprema(con la excepción del vocal Fayt) imaginó una ingeniería jurídica que fundó en la violación del principio de legalidad y de una decena principios penales y procesales más, los inferiores no trepidaron en seguir con una improcedente obediencia debida (seguramente fundada en aquella falta de independencia a que aludí más arriba) que permitió abrir las causas penales treinta y cinco o cuarenta años después. En tanto que para la corrupción del período kirchnerista que viene denunciándose hace muchos años con abundantes hechos imputados, el tratamiento es bien diferente y se mueve con una morosidad sorprendente a pesar de tener entre media y una docena de tipos penales del Código Penal que los están esperando. Estamos hablando de centenares de causas de lento trámite cuando no directamente paradas, altísimos funcionarios implicados y cantidad de jueces comprometidosen esa inacción judicial que no tiene excusas pues, en este caso, tanto el derecho positivo como los principios generales del derecho penal y procesal penal los obliga a la acción; su omisión es una conducta que los hace oscilar entre el encubrimiento y la complicidad por la cantidad de implicados y los numerosísimos hechos denunciados, lo que parece exceder de un simple incumplimiento de sus funciones (de ustedes).- Tan escandaloso luce el tema que hoy, recién hoy, el Sr. presidente de la Corte los ha instado a moverse.
2. La no acumulación de causas( Mientras para los presos políticos (así denominados por ser ilegales sus procesos), la no acumulación de causas lleva en algunos casos a una ridícula suma de condenas a prisión perpetua, para los corruptos la dispersión en decenas de sumarios desperdigados en distintos juzgados viene teniendo un doble efecto beneficioso para ellos: a) facilita la parálisis de los sumarios y los sobreseimientos y b) evita la aplicación del delito de asociación ilícita y, sobre todo, llegar a la cúpula de los presuntos responsables, quedando los escarceos procedimentales para las figuras de segundo o tercer nivel.
3La prisión preventiva:  Para los presos políticos (los PP) no hay límite para permanecer en prisión preventiva (que sí lo hay para el delincuente común), con una cantidad de tiempo privados de su libertad, sin sentencia, de 8, 10 ó 14 años que causan estupor; y además la mayoría no goza de prisión domiciliaria siendo que ambos beneficios, dadas las condiciones legales, son de pleno derecho. Casos paradigmáticos no faltan, como la del anciano de 84 años que estuvo todo el tiempo en su casa a disposición de la justicia y hace poco fueron a detenerlo (el día de su cumpleaños) lo que podría ser sólo por dos razones que no parece presentar el caso: peligro de fuga o destrucción o entorpecimiento de la recolección de prueba En tanto que el criterio con relación a los funcionarios corruptos es inverso: la no acumulación de las causas que menciono en el punto anterior le facilita a cada juez argumentar en la suya (distraído de las otras que andan dando vuelta por los otros juzgados, aunque en realidad el informe sobre esto debería constar en su sumario), que “no advierte” que el individuo pueda burlar la acción de la justicia y así, imputados con numerosos sumarios abiertos desperdigados, son beneficiarios de la permanencia en libertad, cuando por la gravedad y número de hechos deberían estar en prisión preventiva por presumirse razonablemente que intentarán eludir la acción de la justicia (tienen mucho dinero para fugarse) o entorpecer la recolección de pruebas.
4.La autoría mediata en aparatos organizados de poder: En los juicios contra los PP se hizo abuso de la teoría del gran jurista alemán Claus Roxin sobre la responsabilidad penal de los superiores por los hechos de los inferiores, hasta el punto que el espectáculo argentino en la manipulación de su tesis lo obligó a realizar posteriores precisiones sobre el tema. Caso paradigmático fue la muerte del obispo Angelelli donde, sin haberse descubierto nunca si hubo -y en su caso quien fue- un autor inmediato y, por ende, nunca pudo establecerse con certeza si fue doloso, culposo o mero caso fortuito, se resolvió que los autores mediatos debían ser los jefes militares de La Rioja en aquella época por el odio que le tenían a la víctima; y se los condenó a cadena perpetua. Con los corruptos el tema se maneja de otra forma: si bien es cierto que la teoría roxiniana probablemente no sería aplicable en las organizaciones civiles del Estado, también es cierto que sistemáticamente, hasta ahora, la poca actividad judicial siempre se detuvo ante el vértice de la pirámide; maniobra ayudada, claro está, con la dispersión de expedientes a la que aludí más arriba, que dificulta la tipificación de la asociación ilícita cuya cabeza estaría en el pináculo del poder.
Colofón:
El tema de los PP hoy es una tragedia que lleva 349 muertos en cautiverio a los que se les ha adelantado dolosamente el final por las condiciones ignominiosas de detención de gerontes de hasta 94 años de edad, con juicios viciados en su origen por la ilegalidad y sentencias condenatorias sin otras pruebas que testimoniales producidas treinta o cuarenta años después de los sucesos. Los poderes públicos deberán resolver el asunto – otra pesada herencia del kirchnerismo- sin demora, so pena de quedar enredados en algún grado de complicidad de la cual no puede librarlos aquel “dejaremos actuar a la justicia”; sencillamente porque los que la administran, los jueces federales, son parte del problema.
En cuanto a los juicios por corrupción que parece que se avecinan, tengo mis dudas. El asunto es, señores jueces, que cuando se pierde la vergüenza que es el caso de muchos de ustedes, es difícil recuperarla. Cuando en estos días se los ve tan activos en los procesos a los corruptos que tuvieron paralizados o semiparalizados por años, hay que discernir si fueron tocados por el Espíritu Santo o simplemente se mueven al socaire de los nuevos vientos lo que tampoco sería recto. Como católica, obligada a cultivar la virtud de la esperanza, prefiero creer lo primero. Así sea.

Silvia E. Marcotullio
Jueza de Cámara jubilada


EMILIO NANI Y LOS PRESOS POLÍTICOS



Hoy se cumple un año en que el Coronel(R) Emilio Guillermo Nani se presentó detenido ante el Juzgado Federal de Mar del Plata acusado por delitos de lesa humanidad. Previamente, el 2 de mayo había solicitado asilo político al nuncio apostólico Monseñor Emil Paul Tscherring, pero no fue escuchado. En el párrafo principal de su carta decía:
"Tomo esta decisión por la ausencia casi absoluta, en mi país, de garantías constitucionales y procesales para quienes tuvimos la responsabilidad de participar en la guerra contraterrorista, ordenada por gobiernos democráticos, para liberar a la Nación Argentina del flagelo del terrorismo, impidiendo que se instalara en ella un régimen de tinte totalitario comunista".
Como era y es habitual en estos apócrifos juicios, su acusación fue por estar asignado en la década del 70 al grupo de artillería 601 en Mar del Plata. Pruebas, sólo testimoniales  ya preparadas.
El Cnel Nani luchó en las guerras de las Malvinas por la que fue condecorado como héroe y en la recuperación del cuartel de La Tablada, circunstancia que le valió una medalla impuesta por el presidente Alfonsín, que luego devolvió al presidente de la Rua en repudio por la conmutación de penas otorgada por dicho presidente a los guerrilleros del MTP que atacaron el Regimiento de La Tablada.
Como este artículo es un homenaje a nuestros presos políticos. quiero recordar que el día 9 de noviembre de 2015 recibí una información del Teniente Coronel ® Emilio Guillermo Nani, cuya lectura me conmovió. Me  comprometí a difundirla y de esa manera perseverar en la defensa de los Presos Políticos que emprendí en mi blog "Habla la experiencia."  Decía:
-"En la playa oscura de Malvinas se distinguía una pequeña luz: era el teniente de fragata Carlos Robbio, un buzo táctico que con su linterna marcaba el lugar para el desembarco de la tropa.
Según los registros oficiales de la “Operación Rosario”, la vanguardia tocó tierra malvinense exactamente a la Hora Hotel [las 6.30]...
El 2 de noviembre de 2015 el teniente fue sacado preso de su lugar de trabajo civil en Salta, como si fuese el más peligroso de los delincuentes, acusado por lesa humanidad.
Preguntas para pensar dice Nani ¿Qué responsabilidad de mando le podía caber a un teniente de fragata para ser acusado de semejante aberración? ¿Este es el reconocimiento para quienes con valor expusieron su vida por la Patria? Esto pasa mientras la Justicia no les llega a los responsables de saquear la República.-"
Este hecho aberrante como bien dice Nani, no es el único caso, ya que también a Horacio Losito, Carlos Arroyo, Enrique Stel, Eduardo Enrique Barreiro, Martín Sánchez Zinny, todos subtenientes en 1976, jóvenes de 20/21 años en esa época, los encarcelaron por el mero hecho de pertenecer al Ejército y así lo he publicado en este espacio. 
Con todos ellos mantengo un amigable contacto, a los que debo agregar al General(R) Naldo Dasso, al Comisario Mayor(R) de la prvincia de Buenos Aires, Claudio Kussman,  al General(R) Eduardo Rodolfo Cabanillas y al Coronel (R) Juan Carlos Alsina, de cuyo padre (a la sazón Subteniente) fui aspirante a oficial de reserva  (conscripto) arma de Comunicaciones en Campo de Mayo, año 1944.
Hace unos días cumplimos con el grato trabajo de publicar un documento basado en los derechos humanos que envió desde París, el Profesor Mario Sandoval y ésta es la oportunidad de recordar el mensaje que este defensor de los presos políticos les dirigió en el año 2015:
“A los hombres y mujeres, Prisioneros Políticos, muertos en cautiverio en las cárceles del pueblo del gobierno Argentino, por haber protegido frente a la barbarie, la sociedad, las libertades y las instituciones en los años 70. A esos padres, esposos, hijos, hermanos, ciudadanos…, 286 personas que a la fecha fueron exterminados por la justicia y por una política de Estado.
Queridos amigos: Sé que ya no están para escucharnos, pero espiritualmente están vivos, nos dejaron recuerdos imborrables en cada momento de sus vidas. Gracias, porque vuestra presencia sigue cerca de nosotros, siempre nos acompañará, nos dará fuerza, nos guiará para obtener justicia en nombre de todos los prisioneros y perseguidos políticos. Acepten el pedido de perdón por nuestra ausencia en los momentos cruciales, dado que no hicimos nada para impedir la persecución que ustedes vivieron, sufrieron y que abandonados por la sociedad murieron en silencio, en donde las obligaciones positivas del Estado fueron inexistentes. Sólo la familia y reducidos amigos, estuvieron hasta último momento. Tenemos una deuda con vosotros.
Asumieron con honor la discriminación, las numerosas violaciones jurídicas, los ataques virulentos de militantes y asociaciones radicalizadas, como también el sufrimiento infligido por un Estado totalitario quien actuando en nombre de los derechos humanos utilizó mecanismos y métodos contrarios a los principios esenciales de justicia. Otra forma de terrorismo. Esa conducta es un ejemplo, un honor para vuestras familias y la sociedad no debe olvidar que estos hombres y mujeres, deben ser recordados como víctimas de la venganza de un gobierno."  
No están solos amigos, en una carta magistral que la exjueza de Río Cuarto le dirigiera a sus colegas el 14 de abril de 2016, uno de sus párrafos contenía esta frase que les puede interesar:
"Alguien se tomó el trabajo de enumerar la lista de los vicios de ustedes y contó treinta (Tiempo Militar), Año XXIII, No. 305 del 3/3/2016, pág. 18. Yo no seré tan exhaustiva, me limitaré a hacer un paralelo  de algunos que considero suficientemente representativos de la situación. Haré una comparación entre el modo de administrar justicia para los imputados de delitos de lesa humanidad por hechos de la década del 70 con la manera que lo vienen haciendo con la desenfrenada corrupción kirchnerista"
Continúa luego con un desarrollo de cuatro puntos que demuestran la ilegalidad de los juicios y el prevaricato de los jueces. La transcripción íntegra de este documento de tanta importancia para ustedes la tienen en el blogspot que publico a continuación bajo el título "Una carta valiente de una mujer valiente"
Finalmente, como una contribución más a vuestro caso, les transmito mi pensamiento sobre la ilegalidad de los juicios de lesa humanidad a que son sometidos.
Si la aplicación de la ley llamada del 2x1, no mereció desde su promulgación la mínima atención pública, periodística ni política y el año pasado tomó las proporciones de una colosal polémica que se desató a lo largo de todo el país, con sesgos de violentos incidentes, la única razón que le asiste a este insólito comportamiento, es política.  ¿Alguien puede negarlo?.
Se discute únicamente cuando su aplicación se refiere a las causas de los juicios de lesa humanidad y se llega al colmo de modificar sus efectos por la legislatura, en sólo 24 horas, un verdadero disparate. 
Si hemos demostrado que lo que motivó esta apresurada modificación, sin observancia de los principios y requisitos que obligan a tratar su reforma,  fue política, llegamos a la lógica conclusión de que también los juicio obedecieron a razones políticas y por ende, son ilegales, pues tanto la política, como la ideología, la religión y todo tipo de discriminación invalidan las decisiones judiciales que deben responder exclusivamente a las leyes en vigencia, específicamente en el derecho penal. Es necesario exigir al gobierno que recapacite y desande el camino que lo está llevando al fracaso de una democracia republicana que tiene por antonomasia respetar la absoluta división de los tres poderes del Estado. La Justicia se halla peligrando en el terreno actual que hay que rectificar de inmediatoLa experiencia que está viviendo la ciudadanía en el ámbito de la Justicia, y nuestros presos políticos, así lo impone. 
Hemos rendido homenaje, todos los años, publicando la nómina de treinta y tres Veteranos de la Guerra de Malvinas que están presos en diferentes mazmorras del país.
A mis contactos, ruego informarme si tienen información sobre Veteranos en la misma situación, a fin de actualizar mi lista.