lunes, 28 de diciembre de 2020

EL ABORTO Y LA AVIACIÓN

 

Veo la foto de mi biznieta en el seno materno, a cinco meses de su nacimiento, ya formadita, con su manito izquierda sobre la frente, y me estremece pensar en el crimen del aborto libre y gratuito que ofrece nuestro gobierno como una ley en vistas de aprobación. No exagero en decir que se me revuelve la sangre sabiendo que con el recuento de votos se decide el futuro de un niño por nacer, y que según las consultoras, la mitad de la población lo aprueba, incluso con festejos.

Es posible que a mis 97 años no haya podido comprender el avance del progresismo que enceguece e idiotiza a la gente, pero me he sabido adaptar a la marcha y bondades que el mismo  posee y una de mis  aficiones, debido a lo que fue mi trabajo profesional, es estudiar el prodigioso adelanto de la técnica de los aviones y su influencia en la importancia de la comunicación humana, el comercio, el transporte en general e irónicamente, por el contexto de mi comentario, la guerra, algo tan inhumano como el aborto. El materialismo sepulta al humanismo.