En las redes
sociales estamos leyendo una denuncia de María Irene Capurro, quien en defensa
de su madre política dice “ Quiero hacer público lo que le está sucediendo a mi
suegra. Ella cobra una pensión mínima hace 36 años. De casualidad, por tomarse
el tiempo de leer el recibo hasta el final se encontró con un comunicado que
dice “Presentarse en Anses a actualizar datos de matrimoniio o convivencia con
titular del que deriva la pensión”. El viernes pasado se presentó en Anses y le
informaron que tiene 60 días para presentar todo nuevamente, sino le cortan la
pensión. Menos mal que lo leyó porque no se hace público para que no se venga
todo el mundo encima. No la notificaron por medio de una carta ¿se entiende? Es
una vergüenza, hay que poner en alerta a los abuelos porque se van a encontrar
que en dos meses no tienen más pensión. Yo me pregunto ¿no tienen un registro
de todos los papeles que presentó al momento de solicitarla?”.
La explicación que dan los
funcionarios de Anses es que:“Con
la información requerida se busca actualizar los expedientes previsionales para
mejorar los controles de las pensiones derivadas para evitar fraudes”
Con sólo leer la carta
transcripta y la explicación proporcionada, podemos tener una idea de la
enormidad que se comete contra los ancianos, sin ningún miramiento por parte
del organismo previsional. Es increíble que después de tantos años, que pueden
ser cualquier cantidad, se obligue a reiniciar trámites burocráticos de mayúscula
complejidad a una persona de edad avanzada que ya los realizó oportunamente, en
los tristes momentos del fallecimiento de su ser querido. Esto,
definitivamente, es monstruoso.
Si se quiere averiguar la legitimidad de los registros antiguos cuyo control y verificación es responsabilidad plena de los funcionarios de Anses, realícese una investigación interna, pero no acudan al expediente de que los beneficiarios de la pensión son los culpables del delito contra el Estado.
La solución es una completa auditoría de Anses lo que venimos reclamando en este espacio reiteradamente desde hace años, pero que por causas desconocidas se ha negado, con el resultado de que es el único organismo del Estado y, significativamente, el de mayor “caja”que el gobierno no investigó. Tenemos registrados más de diez pedidos que nunca tuvieron respuesta. Ver http://silviopedropizarro.blogspot.com.ar/2017/06/seguimos-presenciando-la-revelacion-de_8.html
Si se quiere averiguar la legitimidad de los registros antiguos cuyo control y verificación es responsabilidad plena de los funcionarios de Anses, realícese una investigación interna, pero no acudan al expediente de que los beneficiarios de la pensión son los culpables del delito contra el Estado.
La solución es una completa auditoría de Anses lo que venimos reclamando en este espacio reiteradamente desde hace años, pero que por causas desconocidas se ha negado, con el resultado de que es el único organismo del Estado y, significativamente, el de mayor “caja”que el gobierno no investigó. Tenemos registrados más de diez pedidos que nunca tuvieron respuesta. Ver http://silviopedropizarro.blogspot.com.ar/2017/06/seguimos-presenciando-la-revelacion-de_8.html
Todas las irregularidades,
estafas, falsedad de documentos, expoliaciones, malversaciones, se van
descubriendo y conociendo desde ámbitos ajenos a Anses, lo cual hemos
destacado en un artículo. Ejemplos menores, el otorgamiento de cientos de miles
de jubilaciones a extranjeros de países limítrofes, con fines electorales, las
malversaciones millonarias, la innumerable cantidad de camporistas que en los
últimos meses del mandato kirchnerista ingresaron en Anses, la venta de
acciones del fondo de garantía de sustentabilidad con la responsabilidad
directa de sus titulares, el pago millonario por falsa publicidad de los
canales oficialistas. Y no hablemos de la matufia de Futbol para todos,
denunciada por la AGN y durmiendo en los tribunales y tantas otras compras
millonarias sin licitación,
Salen a relucir después de 18
meses de instalado el nuevo gobierno, cuando una legítima y urgente auditoría
los hubiera detectado de inmediato, además de todo lo que hubiera surgido del
allanamiento del organismo más corrupto del gobierno que goza de absoluta
impunidad. Incluso se dio el lujo de rechazar la intervención de un organismo
destinado a evitar delitos previsionales.
Estimados amigos, lectores y
contactos, sabrán ustedes excusar el hastío que puedo provocarles con mi
insistencia y con la innumerable cantidad de hojas que podrían formar un libro
(no es mala idea) con que he llegado a molestar vuestra atención.
¡Exijo la intervención de
Anses!