viernes, 22 de mayo de 2015

DESAGRAVIO A MI PATRIA

Durante la época ganada se fue borrando del calendario histórico argentino el 25 de Mayo de 1810, y fecha tan digna fue tomada por el kirchnerismo  para exaltar las bondades de su política con festejos y celebraciones que nos traen el recuerdo de las concentraciones populares del nazismo. Existe un enfermizo deterioro de nuestro pasado histórico, producto de un relato revisionista, que quiere engañar al pueblo con la existencia de un maravilloso nuevo orden que, en verdad, se basa en la mentira, en el fraude, en la consentida y defendida corrupción que llega a ilícitos enriquecimientos. En su enloquecida ambición sin freno ninguno,  seremos testigos el próximo 25 de Mayo de una semana de fiestas y homenajes con la Presidente como única oradora inaugurando el fastuoso Museo de la Cultura que llevará el nombre de Néstor Kirchner, cuyo retrato introdujo recientemente  en el Salón de los Patriotas de la Casa Rosada, conjuntamente con el de Chávez.
El pueblo pensante se pregunta azorado ¿Cuándo Cristina Kirchner evocó los históricos sucesos de tan memorable acontecimiento político, que fue el  antecedente de la independencia nacional,? ¿Cuándo se la oyó rememorar los nombres de nuestros primeros patriotas y el clamor de sus habitantes "¡El pueblo quiere saber de qué se trata!"  Jamás se le escuchó palabra alguna sobre nuestro 25 de Mayo de 1810. ¿A qué viene ahora a decretar una semana de rimbombantes  festejos que no son más que para  exaltar su arrogante figura monárquica y la de su ex esposo, como si en realidad fueran los fundadores de la patria?
Los hechos demuestran que no es al pueblo  a quien  convoca, es a sus militantes y  vacunos aplaudidores que serán  transportados como recua de animales  para formar,  unidos a los mantenidos de La Cámpora, murgas  con cánticos alusivos a su jefa. Se distribuirán choripanes a rolete y se celebrará ruidosamente a la Presidente de la República Argentina bailando el Himno Nacional al compás de una cumbia. Otro agravio a nuestros símbolos nacionales.
Uno de los festejos programados comprende un desfile patrio para realizar el traslado del sable de José de San Martín desde el Regimiento de Granaderos a Caballo hasta el Museo Histórico Nacional, del cual no participará la Presidente, fiel a sus vengativos sentimientos hacia las Fuerzas Armadas.
A nadie engaña con este último esfuerzo populista que responde a su ambición de poder e impunidad que busca mantener aún después de su mandato.  Desesperado y desesperante final de fiesta para una mujer traidora a sus principios, a los de sus funcionarios y a los  de su propio ex marido, de  cuyos cómplices y su política se apartó, quedando en la soledad de su ridícula y comprada majestuosidad.
El Gobierno ya no gobierna y se dedica a reforzar el modelo y el relato sin ningún ocultamiento. Ayer convocó a unos 20 intendentes del conurbano para instarlos a movilizarlos para hacer una última demostración de fortaleza política antes de las elecciones.
El encargado de hacer el llamado a los jefes comunales fue el secretario general de la Presidenta, Eduardo "Wado" De Pedro, que pidió presencia completa. Lo escucharon en el Salón Norte de la Casa Rosada unos veinte intendentes. Al encuentro se sumó, el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, armador principal de Cristina Kirchner para las elecciones. "Estos actos sirven para que rompamos la burbuja mediática y nos veamos tal cual somos", fueron sus palabras como un tácito reconocimiento de que la fecha sólo sirve para eso. ¿Y el 25 de Mayo, qué era?. Para garantizar presencia, el Gobierno habilitó el servicio gratuito de trenes y micros con el que cerrará la Semana de Mayo ideada por la Presidenta y que comenzó formalmente el día 19 con la inauguración del Espacio para la Memoria en la ex ESMA.
"Queremos una movilización potente", fue el mensaje de De Pedro, en presencia del jefe de Gabinete , Aníbal Fernández. La fecha del Cabildo Abierto, pasó realmente a la historia. Ahora se habla sin tapujos de "movilización".
Sería oportuno recordarle a la Presidente el Decreto de Honores de Mariano Moreno, en 1810, que prohibía:  "todo brindis, viva, o aclamación pública en favor de individuos particulares del Gobierno. Si éstos son justos, vivirán en el corazón de sus conciudadanos: ellos no aprecian bocas que han sido profanadas con elogios de los tiranos. No se podrá brindar sino por la patria, por sus derechos, por la gloria de nuestras armas, y por objetos generales concernientes a la pública felicidad.          
Las esposas de los funcionarios públicos políticos y militares no disfrutarán los honores de armas ni demás prerrogativas de sus maridos: estas distinciones las concede el estado a los empleos, y no pueden comunicarse sino a los individuos que los ejerce"
"Habiendo echado un brindis D. Atanasio Duarte, con que ofendió la probidad del Presidente, y atacó los derechos de la patria, debía perecer en un cadalso. Por el estado de embriaguez en que se hallaba, se le perdona la vida; pero se destierra perpetuamente de esta ciudad, porque un habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener impresiones contra la libertad de su país."
"No debe confundirse nuestra milicia nacional con la milicia mercenaria de los tiranos"
¿Habrá leído alguna vez este Decreto de Suspensión de Honores, redactado por Mariano Moreno, la que ahora entroniza con desvergüenza a su propio ex marido en el altar de la patria? ¿La que se hace colgar los atributos de su mandato por sus hijos, como si fuera la coronación de una reina?  ¿La que también por cadena nacional presenta a su perro en sociedad, como lo hiciera Calígula con su caballo Incitatus? ¿La que decide descartar la Catedral para los Te Deum como si fuera un teatro a su elección personal? ¿La que se arroga el título universitario de abogado sin presentación varias veces requerida del diploma habilitante? ¿La que por propia decisión y con fondos del Estado hace construir una costosa estatua de bronce de su ex marido para donarla a la Unasur en Ecuador? Se puede pensar que no, o que si lo hubiera conocido, lo echó a saco roto, como lo hizo con la constitución nacional y la leyes.
Sin ánimo de ser reiterativo, yo creo que todos recordamos nuestra niñez y nuestra juventud en la rememoración de aquellas fiestas de la Semana de Mayo, los niños con su delantal blanco almidonado, luciendo sus escarapelas azul y blanco con alegría y con orgullo. Se revivían las páginas de la historia, nombrando a los miembros de la Primera  Junta, su Presidente, su Secretario, a French y Berutti repartiendo cintas como como parte de una leyenda, los diarios engalanaban sus ediciones con la bandera impresa en sus páginas, las autoridades concurrían a pie desde la Casa de Gobierno hacia la Catedral para celebrar el Te Deum, con el Presidente a la cabeza; una cita de honor que la tradición y el protocolo conservaron hasta hace una quincena de años y que figuraría en la primera página de todos los diarios argentinos.
- Ningún interés o propósito espúreo salpicaba el sagrado homenaje a la Patria.-