lunes, 13 de julio de 2020

EL NUEVO ORDEN

Resulta reconfortante advertir que lo que se viene anunciando como una tendencia social, sea política, racista, sexual o costumbrista, se va concretando cotidianamente en muchos lugares, pero dentro de los cánones previstos, como por ejemplo en este caso que se publica en los diarios:
"El equipo de fútbol americano Washington Redskins ("Los pieles rojas") confirmó este lunes que cambiará su nombre y su logo después de 87 años de historia, tras un resurgimiento de la polémica en Estados Unidos por el racismo y la ola de protestas tras el crimen de George Floyd".
Esta noticia irritó a los fans del equipo, al igual que a los hinchas de River o Boca si ocurriera lo mismo con sus clubes.
Lo curioso es que el nombre del equipo americano venía a ser un elogio a los pieles rojas por su reconocida fama de luchadores.
Esperemos que la industria del cine no retire las películas de pieles rojas que tanto nos divertían hace años.
Tener en cuenta que la muy famosa “Lo que el viento se llevó” una épica del cine americano fue retirada de los carteles de HBO, pese que el American Film Institute la eligió "La mejor película norteamericana de toda la historia" porque en ella se mostraban esclavos negros,
Lo curioso es que Hattie McDaniel, la impagable Mammy, en ese film, fue la primera actriz negra que ganó un Oscar.
Viene a colación también que la fiebre antirracista llegó a Europa, si recordamos los disturbios y destrucción de bustos de próceres ingleses en Londres.
Una famosa firma francesa, que no vamos a citar, retiró de todas las vidrieras de sus sucursales la publicidad y venta de un producto porque promocionaba un artículo de belleza que en los carteles y en sus envases llevaba la leyenda “su piel más blanca”.
En verdad estas manifestaciones son alentadas con la finalidad de imponer un falso “igualitarismo” que somete a juicio la cultura occidental para fomentar el pensamiento único de que todos somos iguales, hasta en la difusión de un lenguaje inclusivo que pretende igualarnos en el sexo, que ya sufre los embates de la pretendida educación sexual que ignora la biología para afirmar la autodeterminación de cada persona para elegir su sexo.
"Si todo el mundo se arrodilla ¿Quién se alzará en defensa de la historia y la cultura de Occidente"?