El gobierno nacional sigue en el limbo, la
ingenuidad infantil de sus miembros hace pensar que todavía creen en Caperucita
Roja y el Lobo Feroz.
El 8 de febrero publicamos un artículo en el
Globspot “Habla la Experiencia, balo el título “El gobierno cayó en la trampa”
y las noticias de hoy en todos los medios no sólo confirman nuestra afirmación
sino que nos demuestran el hundimiento progresivo de los tontos de capirote en
la trampa tendida.
¿Sabían que el Gobierno evaluó como “muy positivo”
que la Corte suprema de Justicia de la Nación tome cartas en el caso de la
detención de Milagro Sala y planteó que ante la visita de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la Argentina “es de esperar que
haya una inmediata definición del máximo tribunal” sobre la situación de la
militante kirchnerista de la Tupac Amaru?
¿Qué la canciller Malcorra afirmó que el caso ha
generado muchísimas repercusiones y que daña la imagen internacional de la
Argentina? El mismo ex titular de AGN, embajador Despouy, entró en el pánico al
remarcar la necesidad de que la Corte se expida antes de la visita de la CIDH,
pues ante una indefinición, es de temer que el plenario de la Asamblea sea
usado por algunos organismos de derechos humanos para presionarla a dar una
respuesta en un ámbito en que no correspondería hacerlo.
Quedó claro que para la Casa Rosada el hecho de que
la detención de Sala esté en manos de la Corte es una suerte de alivio
momentáneo, ya que el Poder Ejecutivo no tendrá que dar explicaciones sobre el
caso ante los organismos internacionales.
¿Qué concepto de dignidad y soberanía tienen
nuestros gobernantes cuando sienten alivio porque se salvan de dar
explicaciones a organismos extranjeros?
Continúan inexplicablemente a hacerles el juego a
Verbitsky y Belski, y no caen en la cuenta de que el caso no está en la agenda
de la delegación y que deben definir todavía una medida cautelar sobre la
situación de Sala que fuera presentada precisamente por los dos tumultuosos
agitadores arriba citados.
Dijimos que el gobernador Gerardo Morales se
comportó en este caso con la entereza y dignidad que nos agradaría ver en otros
funcionarios, inclusive el presidente. Nuestra afirmación ha sido gratificada
por la acción que tomara el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo que traemos a colación pues involucra a dos
personajes comprendidos en esta verdadera saga del temor, los prejuicios y la
hipocresía diplomática.
El mandatario mendocino postuló la designación de
Carlos De Casas como comisionado del gobierno nacional ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos CIDH, impugnada por el titular de CELS
Horacio Verbitsky y Mariela Belski de Aministía Internacional, además de otros
organismos izquierdistas. A contramano de dicho planteo el gobernador denunció
una campaña de desprestigio en base a falsas afirmaciones, montada por el
periodista Verbitsky. No es la primera vez que sale al cruce del agitador, pues
en octubre del año pasado dijo textualmente que “La CIDH estaba tomada por
Zaffaroni, Verbitsky y las ONG”
Lo que habéis leído, amigos lectores, lo hallarán
en siete artículos anteriores acerca de esta tenebrosa maquinación que el
gobierno no se atreve a enfrentar, como lo han hecho estos dos gobernadores.
Faltan tres meses para la llegada de los
impostores, fingidos defensores de los derechos humanos que nuestros timoratos
y pusilánimes representantes recibirán con todos los honores
La abyecta sumisión a sus mandatos les permitirá un
andar majestuoso sin piedras en el camino y eso es lo que estamos obligados a
impedir. Desde hoy debemos conformar una legión de defensores de la dignidad y
de la soberanía de nuestra patria y luchar con todas nuestra fuerzas contra el enemigo que como el caballo de Troya llega a nuestras playas.
No nos
queda más nada para demostrar y denunciar, están los hechos reales, la anticipada
revelación de la felonía, los personajes maquinadores, todo descripto con
profusión de pruebas que no admiten dudas.