viernes, 26 de febrero de 2016

PRESOS POLÍTICOS, MACRI Y ANSES



Por supuesto que todo el país estará pendiente del discurso que pronunciará el Presidente Mauricio Macri el primero de marzo en el Congreso de la Nación  Se especula que puede finalmente informar al pueblo sobre la tremenda herencia que le dejó su antecesora en todos los órdenes de la Administración Nacional, tanto en la economía como en la infraestructura, en la educación, en la Justicia, en las relaciones exteriores, en las Fuerzas Armadas, en la inflación, en la línea aérea internacional, en los organismos y oficinas públicas, en la seguridad, en la lucha contra el narcotráfico, todo ello infectado con la corrupción generalizada en todo el ámbito gubernamental.
Hay opiniones en conflicto sobre el grado de hecatombe con que se puede informar a la  sociedad acerca de una realidad que se extiende día a día con el hallazgo de nuevos desfalcos, fraudes y estafas de características alarmantes, como en el caso del PAMI que figuraba la venta de medicamentos a 7.500 afiliados muertos.
Es comprensible y loable que el Presidente se extienda en los planes futuros a emprender por el nuevo gobierno, a fin de encarar  la recomposición económica, cultural e internacional del país totalmente paralizado por la siniestra acción de su expresidente Cristina Fernández de Kirchner. Pero hasta qué punto puede llegar sin el riesgo de provocar el pesimismo de un pueblo castigado por la mentira, la inseguridad, la pobreza, la droga  y el soborno.
¿Existe un catálogo de prioridades a que debe ajustarse para conformar a toda la sociedad?. No. Entonces, ¿cuál será el meollo de su primera disertación como Presidente ante el Congreso Nacional, Poder Legislativo, y el Poder Judicial? 
Hay dudas y desconcierto con respecto a la inclusión del importante tema de los Derechos Humanos, pues a pesar de que  Macri se refirió al mismo en su campaña, con su recordada frase “terminar con el curro de los Derechos Humanos”, comportamientos posteriores del secretario de dicho organismo, el señor Claudio Avruj, dio por tierra con todas las esperanzas. Son muchos los que consideran sus declaraciones inoportunas y faltas del conocimiento necesario en la materia. Su innecesaria polémica con el funcionario de Caba, Lopérfido, a raíz de una opinión sobre  la cantidad de desaparecidos, y por  la cual tuvo la imprudencia de solicitar su cesantía al Jefe de Gobierno de la ciudad, lo colocó en una desairada situación. Para rematar su despropósito tuvo la ocurrencia de asumir como exacta la cifra de 7.800 citada por Lopérfido, pero reiteró la de 30.000 que mantuvo como simbólica
No se esperaba una amnistía del primer mandatario, ni mucho menos, sólo que cumpliera con la Constitución y las leyes emanadas, para que los juicios inválidos por manifiesta ilegitimidad fueran revisados por un tribunal ad hoc a fin de que simplemente se ajustaran a derecho. Hay declaraciones de reconocidos juristas que prueban su inconstitucionalidad.
Y aquí viene la pregunta obligada; ¿Hablará el Presidente sobre el mencionado tema que envuelve la vida de miles de presos políticos acusados de delitos de lesa humanidad? Por lo menos supo recodar a los presos políticos venezolanos desoyendo agravios de Maduro. 
 ¿Continuará guardando un sospechoso silencio sobre el trágico legado que deja ANSES , organismo que maneja el presupuesto más alto del país y cuya práctica destrucción consistió en la malversación de fondos por sumas millonarias, en la financiación al Estado, al Banco Central, a Aerolíneas Argentinas, a entes privados como Fútbol para Todos, con un abandono total de sus funciones naturales en la protección del dinero de los jubilados y en la substanciación de medio millón de juicios que fueron apelados y obstaculizados con la maliciosa intención de no pagar las sentencias?
Esta opinión puede ser considerada como un alegato político, en ayuda del nuevo Gobierno y en franco apoyo al Cambio prometido en la campaña electoral, y se publica cuatro días antes del importante discurso presidencial, con el compromiso y el propósito de volver nuevamente para su comentario final.