domingo, 12 de marzo de 2017

SEÑOR PRESIDENTE

Estimado Presidente:
El 23 de febrero le envié una carta abierta, con copia a la Jefatura de Gabinete, bien explícita y respetuosa, con referencia  a la situación de cientos de jubilados mayores de 90 años que vienen siendo engañados desde hace muchos años en el trámite de sus juicios de reajustes de haberes,  al no efectivizarse el pago  de las sentencias ordenado por los jueces de las causas.
Ninguna respuesta he recibido, a pesar de los razonables argumentos invocados, que sería ocioso repetirlos,.
La intención que usted debe ver reflejada en dicha carta, no es sólo una necesidad angustiosa de que se escuchen los justos reclamos en busca de una humana solución a los mismos, sino una sincera colaboración a su gestión frente a los nuevos tiempos que, felizmente gracias a su consagración como presidente, estamos enfrentando.
Me atrevo a dirigirme a Usted con la confianza que me merece su personalidad de hombre de bien, francamente intencionado a terminar con un largo proceso  de demencia y corrupción que llevó a nuestro país a un paso de una hecatombe total.
En esa confesada ubicación, me atrevo a preguntarle:
-¿Tomó conocimiento, directa o indirectamente de mi carta?
-¿Sabía que es totalmente falso el pago de las sentencias?
-¿Está al tanto de que la publicitada Reparación Histórica es una extorsión que reviste mayor gravedad por ser del Gobierno?
-¿Nadie le ha informado que la respuesta de ANSES a nuestras consultas es una explícita extorsión? Nos dicen:
“Ud. aún no recibió una propuesta de “Reparación Histórica” porque continuamos analizando su caso. En la primera semana de abril nos estaremos comunicando con Ud. para indicarle como prosigue el trámite y la fecha estimada en la cual estará resuelto. Recuerde tener actualizados sus datos para poder aceptar el acuerdo de “Reparación Histórica”, una vez que ANSES le efectúe la propuesta.”
La propuesta consiste señor Presidente en una quita porcentual que llega al 50% de lo ordenado por la justicia.
En mi caso, luego de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de julio de 1997, luego de 20 años de burocráticas y perversas obstaculaciones, ¿necesitan unos días más para analizar mi caso? ¿Y hacerme una propuesta, cuando la  majestad de la ley y el máximo tribunal ordenan el pago de la sentencia?
-¿Le acercaron a Usted semejante resolución para un ser humano de 93 años que queda descartado de la justicia y de la cacareada asistencia social?  No, señor Presidente, a Usted lo engañan con lo que llaman “políticamente correcto” y que para mí es“definitivamente inhumano”
¿Llegará a su conocimiento, se lo llevarán, se lo soplarán al oído, se lo ocultarán, lo harán partícipe de la extorsión a un anciano?  Estoy ansioso por conocer una respuesta a estos  interrogantes quizá “políticamente incorrectos”.
Lo saludo con el merecido  respeto y el aprecio que le tengo,

Silvio Pizarro

(Mis datos ya los tiene)