lunes, 2 de noviembre de 2015

LA CAMPAÑA DE LAS MALAS ARTES



La  agresiva política del "vamos por todo" hace honor a su lema y, como una fiera herida, en su batalla final acomete contra su enemigo, con métodos inescrupulosos,  procurando aniquilarlo con malas artes, agravios y falsas acusaciones. A tales efectos ha contratado los servicios de un especialista en la materia.
Se trata de João Santana, periodista brasileño de 62 años,  ideólogo "experto en campañas sucias" que ya está trabajando con el quipo del candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, para generar desconfianza en torno a la figura del líder de Cambiemos, Mauricio Macri.
Sólo después de los magros resultados del oficialismo en la elección de la primera vuelta aceptó "dar una mano", y porque en forma más que insistente se lo pidió Lula Da Silva, el hombre al que le debe su fenomenal fortuna.
João pasó esta semana por Buenos Aires, se reunió con Oscar Parrilli y Alberto Pérez y  sus resultados ya están a la vista. El operativo de la Policía Bonaerense desbaratando "la más grande operación de tráfico de marihuana en la Argentina" del jueves por la tarde y la conferencia de prensa del viernes al mediodía de Sergio Berni con Parrilli y Francisco Mena, número uno y número dos de la Agencia Federal de Informaciones (AFI, ex SIDE), anunciando que la población no corría peligro de supuesto ataque terrorista en los shoppings salieron de su inventiva.
João es considerado el más efectivo experto en comunicación política de América Latina, un hombre culto, que se ve a sí mismo como un intelectual, con un excepcional talento para las campañas negativas que destruyen al enemigo. Su método es simple y descarnado. Para trabajar, exige contar con el respaldo del organismo de inteligencia del país donde se desarrolla la campaña. En Venezuela trabaja con el temible Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin),
 Ya con los detalles de la vida privada del candidato y su círculo íntimo, apunta directamente a las debilidades del contrincante, le suma la instalación del miedo en el electorado y el enemigo queda sin posibilidad de respuesta. La ventaja competitiva de João es que carece de escrúpulos.
 Pragmático, dice que "pierde quien no sabe atacar" y que "los candidatos son fáciles de atacar porque son tan humanos y muchas veces más frágiles que los electores".
Su particular concepción de la lucha política lo conminó a despreocuparse por la calidad de la democracia que promueven sus campañas agresivas, que fueron consideradas como "las más infames, más mentirosas y más dañinas para Brasil", según la revista Veja. "Feo es perder", le contestó a su biógrafo, cuando le preguntó por las críticas que cosechó por ayudar a fortalecer regímenes totalitarios como el Hugo Chávez primero, y de Nicolás Maduro después.
Estos corruptos movimientos populistas, como lo es el kirchnerismo, siembran el odio, la venganza y la lucha de clases para conservar el poder, y cuentan con la falta de resistencia de la sociedad que mansamente soporta sus embates autoritarios,
Sin embargo, el abusivo uso de la sinrazón puede ser muy duradero, pero no es eterno. Cuando la indignación supera a la paciencia se aproxima el peligro de la violencia. Afortunadamente, ésta puede ser contenida dado el corto espacio de veinte días que restan para que la ciudadanía exprese su voluntad democrática por medio del voto. Esperamos transitarlo pacíficamente, pero con firmeza, para lograr nuestro ansiado objetivo.