En el
programa periodístico “Desde el llano” conducido por Joaquín Morales Solá fue
entrevistado el titular del PAMI Carlos Regazzoni. Se tuvo la oportunidad de conocer por sus
declaraciones el estado desastroso en que recibió dicho organismo, con un déficit
de cinco mil millones de pesos y lo que,
en sus propias y agudas palabras, conformó una serie tenebrosa de actos
fraudulentos en perjuicio de cinco millones de jubilados, consistente en la
adquisición de prótesis y elementos sanitarios, a través de fingidas
licitaciones, por valores tres y cuatro veces superiores a su costo para su
reventa y que les era negado a los incapacitados aduciendo carencia de presupuesto. Venta ficticia de medicamentos a
cuatrocientos mil fallecidos, pagos de facturas millonarias a establecimientos
y clínicas inexistentes y el conocido descubrimiento de diez y seis mil sillas
de ruedas abandonadas.
El
funcionario reveló que no bien asumió el cargo lo primero que hizo fue un
relevamiento completo, auditorías en la sede central y en los más de
setecientos locales en el interior del país. Reiteradas veces manifestó que el
propio presidente le exigió que fuera a fondo en las investigaciones y que a menudo se interesaba por el resultado
de las mismas. Se comprometió a informar el estado en que se recibieron todos
los organismos, uno por uno, como lo afirmó en su discurso del 1 de marzo en el Congreso.
Ante estos
hechos repudiables que son difundidos públicamente, resulta
inevitable entrar a considerar, cuáles serán
los motivos para que se continúe manteniendo el silencio sobre ANSES. Los dos
organismos atienden a los jubilados de todo
el país. Si el PAMI hizo uso de cuatrocientos mil fallecidos para sus estafas
millonarias ¿De cuántos se habrá servido ANSES?
Si este organismo maneja valores
millonarios, que superan ampliamente a los del PAMI, como que es la caja más
fuerte de la administración pública, ¿a cuánto puede llega la defraudación y
malversación de fondos, que ya ha sido auditada y denunciada en más seis
oportunidades por la AGN con el archivo de las mismas ordenado por la expresidente?
Durante el
anterior gobierno, todos los medios publicaban regularmente la apropiación, por
no decir el saqueo permanente del gobierno a la caja de jubilaciones, como si
ello fuera un acto administrativo normal y legal. Por eso fue denominada la
caja del Tesoro Nacional, la caja de Aerolíneas Argentinas y hasta la caja de
la presidente. Tal es así que, en un momento dado, quizá dando vueltas en su
pensamiento, el periodista le preguntó a Regazzoni si el PAMI no era la caja
del gobierno.
Sobre este
particular ya hemos escrito y difundido en esta columna, más de treinta
publicaciones, la mayoría de ella con el mismo título de la presente ¿Y la ANSES?, además de dos cartas abiertas al
director Emilio Basavilbaso. Nos sigue
aleteando la sospecha de que es un pago de servicios de impunidad al exdirector
Diego Bossio, por su oportuno y
disimulado gatopardismo, al provocar una grieta en el FPV muy favorable al PRO
en la Cámara de Diputados. Nos
preguntamos también, ¿Habrá razones de Caja?