El Banco Central dio marcha atrás a un autorización a los bancos para no enviar los resúmenes de tarjetas en papel. Ello obedeció a una exigencia del gremio de camioneros que amenazó con medidas de fuerza.
Con
referencia a este tema publicábamos el 10 de febrero en el blogspot “Habla la
experiencia”, lo siguiente:
"Camioneros
rechazó la propuesta del Banco Central que permite a los bancos no enviar los
resúmenes de tarjetas en papel, lo.que afectaría a cerca de 4.000 trabajadores.
Hugo Moyano amenaza con pegar el faltazo a la reunión convocada por Macri.
El
gremio seguirá en asamblea permanente y no descartó que haya "paros
sorpresivos" en los próximos días en la rama de transporte de
caudales." Esto se leyó en los periódicos el día de la fecha 10/02/16
Las
noticias deben publicarse con opiniones, comentarios y explicaciones que
ilustren adecuadamente al lector. Al leer fríamente esta noticia debo suponer
que al autorizar el Banco Central a los bancos a no enviar los papeles a sus
clientes, cuatro mil trabajadores camioneros que realizan el trabajo de
transportarlos, quedan en la calle. Al reconocer mi ignorancia sobre el
particular, recuerdo que hace unos años dejé de recibir los balances de mi
cuenta porque los bancos implantaron el correo electrónico y los recibía en mi
computadora. ¿Es éste un caso similar?
Si
así fuera, se produciría un ahorro de tiempo, de papel , de combustible, de
posibles pérdidas y sobre todo de congestión vehicular, en beneficio del medio
ambiente, ya que más o menos 10.000 camiones dejarían de recorrer calles y
avenidas llevando los aludidos papeles.
No
estoy argumentando contra el gremio de los camioneros, simplemente quiero saber
si mi interpretación es errónea.
Es
sabido que el avance de la técnica constituye un adelanto maravilloso para las
grandes fábricas, empresas e instituciones financieras, pero que al mismo
tiempo ha reducido la mano de obra ya que, por ejemplo, el trabajo de diez o
quince operarios se puede realizar con solo uno o dos de ellos. por la ayuda de
la máquina.
Hilando
fino y ya en forma fantasiosa podríamos pensar en la resistencia de los pilotos
de aviones comerciales, a la utilización de aviones Jumbo, ya que con sólo dos
pilotos se pueden transportar más de 300 pasajeros, que en pequeñas aeronaves
significaría realizar 10 vuelos dando trabajo a 20 pilotos.
Quizá
la noticia publicada como un latigazo me ha inducido a dar mi opinión escribiendo
sandeces, pues no se informa acerca de las medidas que pueden adoptarse para ir
mitigando las consecuencias, es decir, el gremio no da muestras de sugerir
nuevas inventivas para suplir el transporte de papelitos por otro material, ni
el gobierno aparece proponiendo un debate generalizado que halle solución al
problema.”
Últimamente
leo un artículo muy ingenioso y malicioso de Juan Carlos de Pablo que tiene una
relación cercana a nuestro tema, pues con motivo de la marcha atrás del Banco
Central, razonablemente se pregunta ""si el sindicato de camioneros
frenará la emisión de billetes de mayor denominación, pues este caso tiene que
ver con el hecho de que, cuando se ponga en circulación el billete de 500
pesos, determinada suma de dinero estará "contenida" en la quinta
parte de los billetes o, si se prefiere, una misma cantidad de billetes
contendrá cinco veces determinada cantidad de dinero. Lo cual implica, en
números redondos, que la demanda de los camiones de caudales que reponen el
efectivo en los cajeros bancarios se reducirá en un 80%, con el consiguiente
impacto en la ocupación de los choferes y personal de seguridad."
A
mayor abundamiento, se pueden presentar casos similares que resulta interesante
señalar y no puedo menos que recordar la película Tiempos Modernos de 1936 con
el genio de Charles Chaplin, en donde se exponen los problemas que produce el
avance de la industrialización.
Un
caso patético inducido y maquinado por el sindicato de camioneros, es la
desarticulación del sistema ferroviario, cuyas tarifas de carga son muy
inferiores a las del transporte vial. Un tren de carga con cien vagones en las
vías puede reemplazar a cien camiones en las rutas. Con el ferrocarril, los
costos se reducen un 50% . El 90% de la producción argentina se traslada en
camiones y apenas el 5% se transporta por vía férrea.
Esta
semana una ley en el Estado de Israel prohíbe la comercialización de pieles en
todo el país (¿incluirá calzado?). En el nuestro esta ley originaría una serie
de paros y piquetes organizados por sindicatos afines a este comercio e
inclusive a camioneros privados de su transporte.
Con
el tiempo, podemos padecer medidas de fuerza por el poderoso sindicato, ante el
avance tecnológico del periodismo que irá reduciendo hasta eliminar la impresión
de diarios, que se leerán en las redes sociales. ¿pretenderán con medidas de
fuerza evitar la emisión de diarios digitales?
Una
firme reglamentación del tránsito que lleve a una reducción total de las
accidente viales, ¿será objeto de oposición por los choferes de ambulancias? Me
disculpo por este ejemplo fantasioso de dudoso mal gusto.
También
generó desocupación la producción de velas, la invención de la lamparita
eléctrica; y crisis en la industria naval, la apertura del canal de Suez. Ni
qué hablar de la demanda de caballos de tiro cuando se inventó el tractor y el
uso de coches de lujo en los servicios fúnebres.
La
evolución técnica y económica afecta generalmente fuentes de trabajo. pero
paulatinamente va creando otras que equilibran finalmente la balanza. ¿Acaso
había técnicos y empleados en la fabricación y mantenimiento de televisores y
celulares a principios del siglo pasado?
Es
inútil que se trate de negar o ignorar el tremendo atraso cultural, educativo,
ético, moral que el país ha sufrido a lo largo de doce largos años; es una
realidad que se comprueba en todos los sectores de la vida ciudadana. Esto nos
permite afirmar que el argentino ha perdido la capacidad de buscar alternativas
para enfrentar los inconvenientes de la vida diaria.
En
el caso que motivó la redacción de este artículo nos hemos preguntado si los
recurrentes a la amenaza de medidas de fuerza, no pensaron qué alternativas
habían para contrarrestar dichos inconvenientes.
Valga
esta reflexión porque son muchas las barreras que se opondrán al debate
razonable y moderado que busque soluciones a tantos males y perjuicios que no
pueden ser arreglados por la fuerza.