martes, 11 de noviembre de 2014

Mis cartas y el editorial de La Nación

Hace casi un año que escribo a cartas de lectores de La Nación sobre la destrucción del monumento al Gran Almirante, solicitando acciones urgentes para evitar su remoción y traslado, dispuesto injusta y autoritariamente por el mero capricho de la Presidente y no conseguí su interés y publicación.
Hoy en el editorial pareciera hacerse eco de la correspondencia desechada, pues sus argumentos son el compendio de la misma. Quizá el giro que está tomando la política y la vulnerabilidad que muestra ahora la Presidente, animó al prestigioso matutino a lanzar sus dardos, aunque bastante tarde, por cierto.
Fueron doce cartas, pero transcribo solo tres de ellas.
1 de mar
Señor Director:
REMOVIERON POR COMPLETO EL MONUMENTO A COLÓN
La Justicia no dio lugar a la ampliación de la medida cautelar pedida por los demandantes; hay trozos de la estatua tirados
No alcanzó con que la Justicia prohibiera su desmantelamiento , ni bastaron los intentos de las asociaciones italianas para protegerlo: finalmente, el Monumento a Cristóbal Colón fue removido por completo. Todas las partes que componían la obra creada por Arnaldo Zocchi, hace casi un siglo, se encuentran tiradas en el suelo de la plaza que está a espaldas de la Casa Rosada.
Se produjo finalmente un acto de barbarie que se venía condenando desde un principio
por su significado. Donado por la colectividad italiana por el centenario de nuestra independencia, fue un agravio injustificado que no merece calificativo.
Aparte de lo expresado, los pormenores de este hecho nos pone en evidencia que en el pais actual en que vivimos, puede más el intolerable capricho de una mujer vengativa, que todas las órdenes y mandatos judiciales, que todas las leyes existentes, emanadas de la constitución, que todas las razonables protestas y pedidos de la ciudadanía y dela colectividad italiana. La sociedad está anestesiada, sin reacción ante este hecho y otros similares. Y qué decir del periodismo, silencioso ante esta iniquidad.
Le pido perdón a nuestros hermanos italianos por la destrucción de su honorable legado, pero les ruego omitir, en su dolor, las circunstancias políticas del caso.
Ese dolor lo sufrimos nosotros, culpables de la elección de nuestros representantes.
14/04/14
El gobierno y el pueblo italianos donaron la estatua de Cristóbal Colón conmemorando el Centenario de la República Argentina. Sus condiciones de lugar y emplazamiento de la misma recibieron la sanción de una ley nacional en 1921. El actual Gobierno dispuso por voluntad de su mandataria, sin ley alguna, y contrariando órdenes judiciales, desplazarla. 
Dio comienzo a su cometido derribando el monumento y dejándolo partido en añicos en el suelo, lo que constituye un incalificable agravio, tanto al navegante genovés, como a los donantes y a las colectividades italianas del país, cuyas razonables y enérgicas protestas fueron ignoradas.
¿Qué sucede si el gobierno italiano exige la devolución delmonumento, debidamente restaurado, al no haberse cumplido las leyes nacionales e internacionales respecto a una donación? ¿Y si insinuara su emplazamiento en el lugar donde se ha erigido la estatua de San Martín?
Desde luego, como decía Alfonsín, es una fantasía sustanciosa y divertida, en primer lugar, porque el gobierno italiano es incapaz de adoptar una venganza al estilo Kirchner. En segundo lugar, su experiencia diplomática es legendaria y conoce todos los avatares de la política internacional, cosa que el nuestro ignora por completo, lamentablemente.
30 de abril 201
Señor Director: 
Lamentablemente no fue publicada mi carta que les enviara oportunamente, con respecto al agravio abierto y descarado del gobierno nacional al Gran Almirante. Los hechos confirman que esta acción despreciable tiene un fundamento de carácter personal frívolo y caprichoso. No sólo derribaron y destruyeron la estatua de Cristobal Colón, ahora en añicos y por el suelo desparramada. sino que lo desalojan del salón que hace añares vestía nuestra Casa Rosada.
Lo rebautizan Salón de los Pueblos Originarios, como represalia a la "colonización", despectivamente así llamada por la Presidente. El ultraje degradante con que termina esta tragicomedia es la violación con total desenfado, sin autorización ninguna de un cofre legado por los mismos donantes, depositado en el mismo monumento.
Hay hechos que son polémicos, otros reprobables, otros injustos, pero lo que estamos presenciando es una incalificable acción del gobierno nacional que avasalla con todos los conceptos que se tienen sobre la cultura, la diplomacia y el respeto a todos los seres humanos, estén vivos o muertos.
Saludo a Ud. muy atentamente,

Discriminación a la Idoneidad

 
En el año 1988 se sancionó la Ley No 23.592 sobre Actos Discriminatorios que en su Artículo 1o reconoce como discriminación cualquier impedimento o restricción del pleno ejercicio “sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional [...] por motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos”Se define como una práctica discriminatoria establecer cualquier distinción legal, económica, laboral, de libertad de movimiento o acceso a determinados ámbitos o en la prestación de servicios sanitarios y/o educativos a un miembro de un grupo humano del tipo que fuere, con el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos o libertades fundamentales
La Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados debatirá un proyecto de ley que presentó el oficialismo para instaurar el cupo femenino en la Corte Suprema de Justicia; propone que de los cinco miembros del alto tribunal al menos dos deben ser mujeres.
En ningún caso la participación de mujeres en la Corte Suprema de Justicia podrá ser inferior al 30 por ciento de su composición", reza el proyecto y, para dejar bien en claro que el reemplazante de Zaffaroni debe ser una mujer, añade como cláusula transitoria la siguiente: "La totalidad de las vacantes que se produzcan en la Corte Suprema a partir de la vigencia de la presente (ley) deberán ser cubiertas por mujeres hasta tanto se cumpla con lo dispuesto en el artículo 1º".
Este proyecto indudablemente lleva por propósito evitar la discriminación de la mujer.
Al imponer porcentajes obligatorios a la presencia de mujeres en el Poder Judicial, para evitar la discriminación, se incurre en en error, ya que esa obligación legal constituye en sí una discriminación.
En efecto, hablando en términos generales, podemos señalar que en supuestos concursos que especifiquen conocimientos, experiencia, idoneidad, idiomas, títulos, se pueden producir situaciones imprevisibles, como por ejemplo concursantes con calificaciones óptimas, digamos 10 puntos, son relegados y privados de acceder al cargo por razones de un porcentaje establecido por ley y por ende, se designa a un miembro de otro género con calificaciones menores, que pueden ser 4 puntos. Obsérvese que no se habla de masculino y femenino, ya que esa restricción matemática puede afectar a cualquier sexo. Pongamos como ejemplo que en un concurso como el señalado una mujer obtiene 10 puntos y excelentes antecedentes, pero ya quedó completado el porcentaje asignado a su sexo, por lo que queda descartada y se designa un participante masculino que apenas llega 4 puntos de calificación
La tendencia igualitaria que nos devora carece de elementos valederos que la justifiquen. En el afán populista de igualar a cualquier precio, se deja de lado la idoneidad y otros valores que son desechados, todo en perjuicio de la calidad, de la competencia y del verdadero sentido de igualdad ante la ley. Lo comprobamos en la educación con nuevas disposiciones que desalientan la voluntad de aprender y mejorar para el alumno afanoso que busca, lógicamente, un premio y el reconocimiento de sus aptitudes. Advierte que por las nuevas regulaciones, alumnos desaplicados y holgazanes pasan a un nivel superior sin ningún esfuerzo ni merecimiento. La injusticia de ese acto provoca un desengaño en su juventud muy difícil de superar en el futuro.
Por otra parte, si lo que se quiere lograr es la defensa de la mujer, en su condición de tal, para ocupar cargos públicos, no queda muy en claro ese 30% en vez de un 50%. Lo justo y equitativo es la selección por calidad e idoneidad y aquí sí en un caso de igualdad exacta de condiciones entre un hombre y una mujer, se puede decidir por esta última.
En un aspecto figurado podríamos afirmar que este proyecto de ley es en verdad discriminatorio para con la Justicia. Ella con la venda en sus ojos y la balanza en sus manos espera la conformación de una Corte Suprema y sus Cámaras a través de una selección jerárquica y de calidad institucional, donde todos sus funcionarios reúnan la idoneidad y la capacidad que garantice la sana administración de justicia.
No es aceptable una ecuación matemática que nada tiene que hacer con la justicia, son otros los parámetros a tener en cuenta y el manejo de los porcentajes por sexo no son los más indicados.
Dados los nuevos soplos igualitarios enquistados en nuestra política, será muy difícil rever este populismo tan alejado del debate académico, del razonamiento lógico y del respeto a la opinión ajena.