He leído en su edición de hoy 29 de octubre la carta del señor Alejandro Bodart, diputado del partido Nueva Izquierda, un nuevo revisionista histórico, sin antecedentes ni estudios como historiador y que pretende menoscabar la memoria de Julio A. Roca, el mejor Presidente Argentino. Celebro que vuestro diario dé cabida a todas las opiniones, aunque no sean respetables y espero obviamente que publique la mía que sí espero sea respetable.
El señor Bodart dice que el homenaje a Roca en su centenario es faltar a la verdad histórica porque fue un "represor" al servicio de las clases dominantes, que en la campaña del desierto "asesinó" 15.000 indios para destruir una "clase social", y que las tierras se las repartió "la oligarquía" todo el entrecomillado como se ve, propio de un léxico muy de moda en el populismo actual.
Propone sustituir la estatua del prócer por otra de la "Mujer Originaria", como si la historia y los homenajes se manejaran a través de estatuas ambiguas y crípticas que responden a gustos personales. Por eso quiere también cambiar el nombre de la Avenida Roca por la de "Pueblos Originarios". Todo responde a la nueva moda estatuaria, pues es el autor de imponer el nombre de "che Guevara" a la plaza Ramón Falcón.
El análisis no da para un mayor abundamiento, y no considero que sea necesario rebatir las ideas revisionistas y reaccionarias del autor de la carta, pues es tradicional e histórico (por legítimos historiadores) el reconocimimiento a una de la figuras más prominentes de nuestro patrimonio nacional.
Saludo a Ud. atentamente,
Silvio Pizarro