viernes, 14 de noviembre de 2014

Parodia universitaria


La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley la creación de la Universidad de la Defensa Nacional, un proyecto impulsado por el Gobierno para instituir una casa de altos estudios sobre la base de los institutos de formación que tienen las Fuerzas Armadas. La ley prevé que el consejo directivo de la Universidad de la Defensa Nacional quedará conformado por el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Luis María Carena, los jefes del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada, entre otros.
Hebe y Milani tienen sus propias universidades, no autárquicas, dependientes de las decisiones presidenciales, con lo cual se registra un hecho inédito en el país. A poco de irse, el Gobierno quiere valorizar las universidades argentinas, tan en baja ultimamente en el concierto internacional. En realidad ambas son una parodia, la primera con catedráticos sin programas de estudio y designados a dedo por la inefable y reconocida decana, la segunda con abultado presupuesto y con profesores de las tres armas que no poseen balas, tanques, cañones, rifles ni uniformes.
A nadie se le escapa que la pseudo universidad de las madres es un refugio y entrenamiento mental de los montoneros militantes de la Presidente. Que la de Defensa es un centro de espionaje interno similar a los tristemente célebres Gestapo y Stasi. Todo lo cual viene a conformar los últimos y desesperados estertores de un fuerte autoritarismo que se ve derrotado.
Afortunadamente la reacción es tardía, como todas las que insinuó llevar a cabo el Gobierno, circunstancia que nos hace pensar en que no queda tiempo material suficiente para armar un estado policíaco. La universidad de las urnas puede voltearlo estrepitosamente.