Tengamos en cuenta que los dos rivales al sillón de Rivadavia, ocuparon altas funciones en el gobierno kirchnerista, uno como vicepresidente y el otro como director verdugo en Anses y jefe de gabinete después. Sus postulaciones son un "revival", un más de lo mismo, ya que vienen del seno materno que hoy nos tiene ajusticiados sin piedad.
La elecciones están cerca y estos antecedentes son muy valiosos para tenerlos como guía en el abanico de más de quince candidatos que ya comenzaron sus campañas. No podemos ni debemos equivocarnos nuevamente. Analicemos con inteligencia, con sentido común la personalidad de cada uno de ellos, sus presentaciones, sus programas, sus plataformas, su idoneidad para tan importante gestión. Desechemos lo fatuo, los actos populistas, opuestos a los populares, las fotos con distintas personalidades, la sonrisas fingidas, la chabacanería, las promesas de imposible cumplimiento y las doctrinas elípticamente esbozadas de un nuevo orden contrario a nuestra Constitución Nacional, a nuestras costumbres y a nuestras
tradiciones familiares. Llevemos un cuadernito orientador para el momento decisivo.