lunes, 15 de diciembre de 2014

MASSA DIXIT (IV)

El que fuera director de Anses, diputado testimonial, intendente de Tigre,jefe de gabinete y ahora "autocandidato a presidente" se luce en la campaña proselitista
con declaraciones que voy archivando por el valor que tiene su raciocinio, sus bien redactados argumentos y la faz didáctica de los mismos.
"Yo creo que la Argentina tiene que cerrar la etapa de derechos humanos, pero no podemos dejar de mirar que en el país hubo treinta mil desaparecidos." dijo.
Recordemos que en 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas promulgó la Declaración Universal de los Derechos Humanos que son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
No fueron establecidos en el país por el kirchnerismo en el año 2003, como lo dijo Cristina Kirchner, ya que son inherentes a la naturaleza humana y se promulgan, no se establecen. Estos principios de carácter universal fueron los peldaños que subió el ex presidente Néstor Kirchner como plataforma política y de ellos se sirvió de manera espuria. Su jefe de gabinete, cargo asumido por Sergio Massa en julio del año 2008, compartió obviamente esa política y pareciera querer despegarse al tenor de su declaración.
Cabe preguntarle cuantas etapas tienen los derechos humanos, como él afirma y qué criterio se puede aplicar para cerrarlas y abrirlas. ¿Serán como los actos de una comedia teatral?
Luego dice, justificando su actuación kirchnerista, "pero no podemos dejar de mirar que en el país hubo treinta mil desaparecidos"
La correcta interpretación del "pero" agregado, sería la siguiente: "Cerremos la aplicación de los derechos humanos que reclaman las víctimas del terrorismo montonero, "pero" mantengamos la prisión indefinida de los enjuiciados ancianos militares represores, hacinados en cárceles nauseabundas".
El candidato que asuma el nuevo gobierno tendrá la llave maestra para reabrir y cerrar a su antojo, la etapa que le venga en gana.