sábado, 28 de febrero de 2015

UN INCENDIO APAGADO, POR LA PRENSA

Tengo frente a mí la edición digital del diario La Nación encabezada con una gran foto y un comentario de Alex Freyre, que habla sobre su matrimonio arreglado: "Reivindico la lucha por la igualdad que dimos juntos". Sobre la importancia que se otorga a esta desagradable noticia del matrimonio de dos homosexuales ya me he referido en varias oportunidades.El caso es que en la misma página, de más reducida foto y tres espacios más abajo, se lee:
"Desesperante avance del fuego en Chubut: el incendio se acerca a una población".
Continúo con mi lectura y me sorprende la publicación de la carta de un lector que deseo trascribir, por compartir plenamente su preocupación. Dice:
"Los repetidos incendios de nuestras reservas forestales ponen de manifiesto el poco interés, tanto del gobierno nacional como de los provinciales, por prevenir y por revertir la carencia de fondos financieros adecuados que podrían destinarse al diseño de contrafuegos, a la compra de elementos útiles y a tener brigadas rápidas y eficientes para conjurar rápidamente estos siniestros.
Tenemos miles de millones para Fútbol para Todos y al mismo tiempo carecemos de presupuestos adecuados para proteger nuestras reservas. Desconozco la cantidad de aviones hidrantes disponibles y si están en buen estado, pero seguramente contrasta con el uso abusivo de la flota aérea puesta a disposición de los integrantes del gobierno nacional, con el costo que implica cada despegue y aterrizaje, por cualquier causa, por insignificante que sea. Un abuso imperdonable del que deberían dar cuenta algún día los responsables. "
Es la cruda realidad que vive el país y que tan bien resume en su carta el señor Juan José Varrone.Es la desidia y la negligencia del gobierno para la protección de los bienes naturales del país, frente a la dilapidación de los dineros públicos en gastos millonarios de proselitismo oficial, subsidios populistas, uso abusivo de la flota aérea, como bien cita el lector, que hace notar aún más, la dramática carencia de aviones hidrantes.
En los comienzos de mi comentario destaco la importancia que da el periodismo a noticias banales y el desinterés en dar ubicación primordial, como las circunstancias lo exigen, a hechos de suma gravedad que como el presente tienen mayor difusión en la prensa extranjera que advierte con horror que es uno de los incendios forestales más grandes observado en los últimos tiempos.
No se atreve el periodismo a colocar en blanco y negro la criminal falta de acción del gobierno por carencia de elementos fundamentales con que debe proveerse al país para combatir desastres producidos por fenómenos naturales. Su conducta ha sido siempre displicente ante inundaciones, incendios, accidentes ferroviarios, falta de medicamentos por políticas erradas de importación.
Finalmente deberíamos asumir que la indolencia y desinterés del “a mí qué me importa” es lamentablemente de raigambre nacional.