Ayer por cadena nacional
desde Mendoza la Presidenta manifestó que quiere escuchar de cada uno de los
argentinos, propios y extraños, qué piensan hacer del Estado, y cuál es el rol
que tiene en la vida y en la economía de todos los argentinos.
Como ciudadano de un país
democrático, republicano y federal me arrogo el derecho de hacerle escuchar mi
opinión como Ud. lo solicita, no sin antes manifestarle que yo también quiero
escuchar qué quiso decir con argentinos propios y extraños. Posiblemente tenga
tan arraigado su concepto de propietaria del país, que considera como propios a
los que piensan como Ud. y extraños, por no decir enemigos, a los que difieren. No se confunda señora Presidente, argentinos somos todos y no pertenecemos a
ningún ser sobre la tierra, sino únicamente a Dios, nuestro Creador..
En cuanto a qué pensamos
hacer del Estado, la pregunta es ociosa pues nosotros, el pueblo, formamos la
nación que políticamente y jurídicamente organizada es el Estado, aquí
constituído como república democrática federal, con preferencia a una monarquía, a un
sistema parlamentario o a una dictadura. El papel y las funciones del Estado
están delimitadas por la Constitución Nacional. Podemos mantener polémicas
sobre la intervención del estado en la administración pública, pero rigiendo
siempre los preceptos constitucionales. Con esto quiero decir que el estado
debe garantizar el orden público, la seguridad jurídica y física a sus
habitantes, la educación, la salud y el
respeto a la división de los poderes, que en definitiva son los únicos medios
que garantizan los derechos de todos los habitantes.
Usted indaga sobre el rol
que tiene en la vida y la economía de todos los argentinos, y en mi opinión
anterior ya está todo dicho. Sobre la vida , protegerla, nunca dirigirla, y
asegurar las libertades individuales y el derecho a la propiedad., no permitir
que exista un coordinador estratégico para el pensamiento nacional pues todos
los argentinos somos libres y capaces de coordinar estratégicamente nuestros
pensamientos, sean, nacionales,
extranacionales , marcianos, políticos, religiosos, filosóficos, sexuales,
fantasiosos o extravagantes.
En la economía, respetar la iniciativa privada
y el normal desarrollo de oferta y la demanda. En una palabra, señora
Presidente no queremos la intervención estatal que dirija la economía del país.
Debe actuar subsidiariamente en aquéllos rubros en que la actividad privada no
puede llegar Nada de economías planificadas, proyectos
quinquenales burocráticos de ordenamiento comunista o de corporaciones fascistas.
Nada de proyectos faraónicos ni estatuas y
monumentos de exorbitantes costos. Nada de homenajes fastuosos con nueva
designaciones a calles, avenidas, plazas, museos, edificios públicos, estadios. Nada de espectáculos políticos populares y partidistas con todos los gastos pagados por el pueblo. Nada de propaganda oficial de corte nazista.
Pensamos en un Estado
sobrio escrupuloso y honesto en el manejo
de las finanzas públicas con un gobierno que rinda cuenta de su gestión
ante los organismos de control, en forma continua y permanente.
Pensamos y queremos el
Estado fundado por nuestro antepasados, luego de sangrientas luchas civiles que
finalmente desembocaron en la unión nacional, bajo los sagrados preceptos de
una sabia Constitución que hoy nos rige.