jueves, 4 de junio de 2015

LA PRESIDENTE QUIERE ESCUCHAR

Ayer por cadena nacional desde Mendoza la Presidenta manifestó que quiere escuchar de cada uno de los argentinos, propios y extraños, qué piensan hacer del Estado, y cuál es el rol que tiene en la vida y en la economía de todos los argentinos.
Como ciudadano de un país democrático, republicano y federal me arrogo el derecho de hacerle escuchar mi opinión como Ud. lo solicita, no sin antes manifestarle que yo también quiero escuchar qué quiso decir con argentinos propios y extraños. Posiblemente tenga tan arraigado su concepto de propietaria del país, que considera como propios a los que piensan como Ud. y extraños, por no decir enemigos, a los que difieren. No se confunda señora Presidente, argentinos somos todos y no pertenecemos a ningún ser sobre la tierra, sino únicamente a Dios, nuestro Creador..
En cuanto a qué pensamos hacer del Estado, la pregunta es ociosa pues nosotros, el pueblo, formamos la nación que políticamente y jurídicamente organizada es el Estado, aquí constituído como república democrática federal, con preferencia a una monarquía, a un sistema parlamentario o a una dictadura. El papel y las funciones del Estado están delimitadas por la Constitución Nacional. Podemos mantener polémicas sobre la intervención del estado en la administración pública, pero rigiendo siempre los preceptos constitucionales. Con esto quiero decir que el estado debe garantizar el orden público, la seguridad jurídica y física a sus habitantes, la educación, la salud y  el respeto a la división de los poderes, que en definitiva son los únicos medios que garantizan los derechos de todos los habitantes.
Usted indaga sobre el rol que tiene en la vida y la economía de todos los argentinos, y en mi opinión anterior ya está todo dicho. Sobre la vida , protegerla, nunca dirigirla, y asegurar las libertades individuales y el derecho a la propiedad., no permitir que exista un coordinador estratégico para el pensamiento nacional pues todos los argentinos somos libres y capaces de coordinar estratégicamente nuestros pensamientos, sean,  nacionales, extranacionales , marcianos, políticos, religiosos, filosóficos, sexuales, fantasiosos o extravagantes.  
 En la economía, respetar la iniciativa privada y el normal desarrollo de oferta y la demanda. En una palabra, señora Presidente no queremos la intervención estatal que dirija la economía del país. Debe actuar subsidiariamente en aquéllos rubros en que la actividad privada no puede llegar    Nada de economías planificadas, proyectos quinquenales burocráticos de ordenamiento comunista o de corporaciones fascistas. 
 Nada de proyectos faraónicos ni estatuas y monumentos de exorbitantes costos. Nada de homenajes fastuosos con nueva designaciones a calles, avenidas, plazas, museos, edificios públicos, estadios. Nada de espectáculos políticos populares y partidistas con todos los gastos pagados por el pueblo. Nada de propaganda oficial de corte nazista.
Pensamos en un Estado sobrio escrupuloso y honesto en el manejo  de las finanzas públicas con un gobierno que rinda cuenta de su gestión ante los organismos de control, en forma continua y permanente.
Pensamos y queremos el Estado fundado por nuestro antepasados, luego de sangrientas luchas civiles que finalmente desembocaron en la unión nacional, bajo los sagrados preceptos de una sabia Constitución que hoy nos rige.