Debo volver inevitablemente a
referirme a la famosa “inclusión” que incorporó el cristinismo a la vida
pública del país, en su perverso relato que todavía parece tener vigencia.
En este caso me referiré
exclusivamente a la obligación de imponer cupos para el ingreso a la
administración pública que, en un afán de igualar a cualquier precio, se deja
de lado la idoneidad, la capacidad y otros valores, que son desechados en
perjuicio de la calidad y del derecho a competir que tiene el ciudadano con un
verdadero sentido de igualdad ante la ley.
Sobre el proyecto de ley que acaba de
ser aprobado por unanimidad en el senado bonaerense se establece que todas las
listas electorales de la provincia deberán estar integradas `por partes iguales
de hombres y mujeres. En nuestro blogspot “Habla la experiencia “hemos dado
nuestra opinión desfavorable bajo el títlo “Suprema Corte - ¿Cupo femenino?”
afirmando que si bien se tiene el propósito de evitar la discriminación de la
mujer, la metodología propuesta de imponer porcentajes obligatorios a la
presencia de la misma en el Poder Judicial, es errónea toda vez que dicha
obligación de carácter legal es en sí misma una manifiesta discriminación a la
idoneidad exigida para ocupar un cargo público.
Entendemos que la tendencia
igualitaria que nos devora carece de elementos valederos que la justifiquen. En
el afán populista de igualar a cualquier precio, se deja de lado la idoneidad y
otros valores que son desechados, todo en perjuicio de la calidad, de la
competencia y del verdadero sentido de igualdad ante la ley. Lo comprobamos en
la educación con las nuevas disposiciones que desalientan la voluntad de
aprender y mejorar para el alumno que busca un premio y el reconocimiento de
sus aptitudes.Él advierte que por las nuevas regulaciones, alumnos desaplicados
y holgazanes pasan a un nivel superior sin ningún esfuerzo ni merecimiento. La
injusticia de ese acto le provoca un desengaño en su juventud muy difícil de
superar en el futuro.
Dados los nuevos soplos igualitarios
enquistados en nuestra política, será muy difícil rever este populismo tan
alejado del debate académico, del razonamiento lógico y del respeto a la
opinión ajena.
La mayoría de las mujeres no está de
acuerdo con esta ley de “igualdad” forzada. Hay una subestimación de la mujer a
la que le otorgan la posibilidad de ocupar un cargo, sin competencia leal, sólo
por una especie de reconocimiento de inferioridad, en cierto modo insultante.
Los ejemplos que vemos en el mundo y
en nuestro país de mujeres que llegan a cargos y posiciones de primer nivel,
sin necesidad de una ley de igualdad de género, son más que suficientes para
demostrar que el conocimiento, la fuerza de voluntad, la entereza y la dedicación.
son las armas que necesita un ser humano para triunfar en la vida. No hay ley
que pueda suplirlas. La lista expuesta más abajo ratifica nuestra opinión.
1. Portia Simpson-Miller, Jamaica:
sólo estuvo un año como primera ministra en 2006 antes de regresar al poder
tras ganar cómodamente en 2011.
2. Kamla Persad-Bissessar, Trinidad y
Tobago: se convirtió en la primera mujer en encabezar el gobierno de la isla
caribeña tras arrasar en las elecciones de 2010.
3. Dilma Rousseff, Brasil: hija de un
abogado y empresario de origen búlgaro, fue elegida en 2010 la primera mujer
presidenta de su país. En diciembre pasado, ganó la reelección.
4. Michelle Bachelet, Chile: volvió a
ser elegida presidenta de Chile en 2013 por un amplio margen para su segundo
mandato, tras el periodo 2006-2010.
Liberia: Ellen Johnson Sirleaf es
otra "dama de hierro". De 76 años, se convirtió en la primera mujer
elegida jefa de Estado al terminaron en 2005 los 14 años de guerra civil en
Liberia. Ganó el Nobel de Paz en 2011.
7. Catherine Samba-Panza, República
Centroafricana: fue nombrada alcaldesa de la capital, Bangui en 2013 y elegida
presidenta interina poco después, con lo que se convirtió también en la primera
mujer en tener el cargo en su país.
8. Erna Solberg, Noruega: La líder
del Partido Conservador Erna Solberg se convirtió en 2013 en la segunda primera
ministra a la cabeza de un gobierno de coalición.
9. Nicola Sturgeon, Escocia: asumió
el cargo de ministra principal de Escocia en noviembre de 2014. Aunque el país
es parte de Reino Unido, tiene competencias de autogobierno en salud, educación
y justicia.
10. Helle Thorning-Schmidt,
Dinamarca: fue la primera jefa del Partido Socialdemócrata en 2005 y después
primera ministra en 2011.
11. Angela Merkel, Alemania: se
convirtió en la primera mujer canciller de Alemania en 2005. Para la revista
Forbes la nombró en 2014 la mujer más poderosa del mundo.
12. Kolinda Grabar-Kitarovic,
Croacia: exministra de Relaciones Exteriores, la conservadora Kolinda
Grabar-Kitavori llega al poder tras ganar por un estrecho margen.
13. Marie Louise Coleiro Preca,
Malta: La sucesora de George Abela fue Marie Louise Coleiro Preca en la
presidencia de Malta para convertirse en la segunda mujer en ostentar el cargo.
14. Ewa Kopacz, Polonia: fue elegida como
su sustituta por el primer ministro Donald Tusk cuando este fue elegido
presidente del Consejo Europeo.
15. Atifete Jahjaga, Kosovo: la
primera mujer presidenta, con lo que se convirtió en la primera mujer en jefa
de un estado balcánico.
16. Laimdota Straujuma, Letonia:
cabeza de la coalición de centro-derecha en 2014, se convirtió en la primera
jefa del gobierno de su país.
17. Dalia Grybauskaite, Lituania:
llegó al poder en 2009 y fue reelegida en 2014, algo que tampoco había pasado
antes.
18. Sheikh Hasina Wajed, Bangladesh:
tomó posesión de su tercer mandato como primera ministra en 2014.
19. Park Geun-hye, Corea del Sur:
tomó posesión como la primera jefa de estado de la era moderna en su país en
2013. 6. Ellen Johnson Sirleaf, Liberia: Ellen Johnson Sirleaf es otra
"dama de hierro". De 76 años, se convirtió en la primera mujer
elegida jefa de Estado al terminaron en 2005 los 14 años de guerra civil en
Liberia. Ganó el Nobel de Paz en 2011.
20. 11/07/2016 17:14
Theresa May sucedió aDavid Cameron en
Gran Bretaña después de que Andrea Leadsomhaya abandonó su postulación.
En nuestro país
Solo citaremos algunas, como Alicia
Moreau de Justo, María Eugenia Estenssoro, Florentina Gómez Miranda, Juana
Manso, Julieta Lantieri, Lola Mora, Martha Argerich, Carola Lorenzini, Graciela
Ocaña, Lilita Carrió, Gabriela Michetti, María Rugenia Vidal, Norma Morandini.
Sorprende que la gobernadora de la
provincia, donde esta ley fue aprobada, muestre públicamente su adhesión a la
misma, cuando ella no precisó de ninguna ley de igualdad de género para arribar
a su mandato
Este gesto populista nacido del
relato, brinda ahora la oportunidad de que con la reciente aprobación de la ley
que impide la reelección indefinida de intendentes, legisladores y concejales se
facilite un acomodo femenino de familiares de aquéllos que ya no pueden acceder
a sus cargos.
Pero hay otra ley sancionada por el
kirchnerismo en septiembre de 2015 que establece la obligación del sector
Público de la Provincia de Buenos Aires de ocupar, en una proporción no
inferior al 1% de la totalidad de su personal, a personas travestis,
transexuales y transgénero. La gobernadora pide su regamentación para aplicarla.
Estas dos desatinadas piezas legales,
son discriminatorias y anticonstitucionales, productos del “relato”
“igualitario” y de “inclusión” que todavía prevalece en muchos políticos del
país.
¿Qué sucedería si en una eventual
consulta de género en el espacio de la docencia apareciera un porcentaje mayor
de mujeres que de hombres? ¿Se proyectaría la promulgación de una ley del 50%
como cupo obligado de varones?
Por si fuera necesario, y para mayor
abundamiento, nos permitimos destacar lo que reza un párrafo del artículo 16 de
la Constitución Nacional
“Todos sus habitantes son iguales
ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra "condición" que la
idoneidad”.
En esta ley se establece,
inconstitucionalmente, la ridícula "condición" de sexo, sobre una
base matemática de porcentaje. Estos comentarios deben ser considerados por los
legisladore
nacionales, pues ya está en discusión
una ley similar en el Senado de la Nación. Es hora de dar marcha atrás con
improvisaciones populistas que sólo buscan favoritismos electorales.