sábado, 18 de febrero de 2017

LA ENCRUCIJADA MILANI

El 3 de junio de 2016 decíamos en nuestro blog:  “Es gracioso que durante un gobierno democrático se juzgue a un general por delitos de lesa humanidad de hace más de 30 años. El General Milani debió ser juzgado por otros delitos de importancia  como su enriquecimiento ilícito”.
”Dijo en diciembre 2013:
“Históricamente los militares han sido autoritarios y soberbios”
“Los militares retirados tienen odio y resentimiento hacia las Madres de Plaza de Mayo y las organizaciones de derechos humanos, mientras los que están en actividad las simpatiza”
Deshonró al Ejército Argentino sin que nadie tuviera el valor de exigir su inmediata degradación.
El 24 de junio de 2016 escribí en otro blog un real vaticinio:
“Estamos ante un hecho de proyecciones desconocidas, ya que si los cambios observados en la administración pública se proyectaran hacia la justicia, el acusado de lesa humanidad, Milani, debería ser dejado en libertad (de haber sido detenido) por el juez por un plazo no mayor a quince minutos. Ello si sus defensores solo alegaran la ilegalidad del delito y las penas, la violación de los principios de irretroactividad  penal y la prescripción. Dicha posible sentencia afectaría a los más de 2.100 juicios a que están sometidos los presos políticos. Es decir, sentaría una jurisprudencia que sería una terrible derrota a los falsos principios de los derechos humanos enarbolados políticamente por el matrimonio Kirchner para enquistarse eternamente en el poder y que extrañamente siguen vigentes con el nuevo gobierno. Si, por el contrario se aceptara su enjuiciamiento y se decretara prisión preventiva, que podría tener una duración sine die, como las de sus viejos colegas en cautiverio, quedaría confirmada la decisión del gobierno de no entrar en el fangoso tema del curro de los derechos humanos y la consiguiente integración de “tribunales especiales.”
Como vemos, an ambos casos estamos considerando la actuación de jueces y fiscales con finalidades políticas que nada tienen que ver con la verdadera justicia imparcial basada en la Constitución. Por eso la encrucijada del gobierno se viene tornando cada vez más grave, y perentoria su definición.”
Fue en realidad un vaticinio de lo que estamos presenciando, y se da la circunstancia especial de que los partidarios de la prisión y condena del general, deben abogar por los delitos de enriquecimiento ilícito, por abuso de autoridad y funciones, por su carácter de militar militante oficialista, por declaraciones agraviantes y traicioneras a las fuerzas armadas, pero nunca por un delito prefabricado de lesa humanidad.  Definitivamente, aunque les pese, por el delito de lesa humanidad en que se le está juzgando, debe ser dejado en libertad.
Aquellos desprevenidos defensores del que fuera Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas , designado por la expresidente  que,  en su juramento antepusiera la defensa de la política oficial a la defensa nacional, estarán dando base y fundamento a la revisión de los juicios de los presos políticos, cuya libertad debe ser justamente considerada.
Esta encrucijada que enfrenta el gobierno, debió evitarse con el cumplimiento de las promesas electorales de terminar con el curro de los derechos humanos y la estricta obediencia a la ley y a la Constitución Nacional y se viene a producir en un contexto de contradicciones,  debido a la inesperada polémica del feriado del 24 de marzo  ya que se interpreta como un homenaje a los terroristas o a los militares “represores”.
Se acentúa con la fogosa tanda de discusiones acerca de la cantidad de desaparecidos;  si existió o nó la sistemática aniquilación planeada por la fuerzas armadas contra el pueblo.
Como todo tiene que ver con todo, como solía decir Cristina Fernández mientras embolsaba euros, aparece en escena la detención de Milagro Sala que ha motivado fuertemente al ultra izquierdismo de las organizaciones de derechos humanos en su defensa a ultranza, en las riendas de Verbitsky y Belski de Cels y Amnistía Internacional, respectivamente, ambos denunciando ante los organismos internacionales la injusta presión de la líder  de Tupac  Amaru y exigiendo su libertad.
La actuación errática del gobierno es en cierto modo justificable, si nos atenemos al panorama que hemos descripto que viene acompañado de la estruendosa publicidad de los juicios por corrupción de los funcionarios del anterior gobierno, que en cantidades industriales encabeza la expresidente y todos los miembros de su familia y los que la oposición y el periodismo están armando para los jóvenes funcionarios recién llegados a este antro de perdición y tortura que llamamos democracia.
La madeja se va devanando lentamente y no nos permite avizorar inmediatas soluciones, aunque debemos asumir que ante la abismal diferencia de lo vivido en los últimos catorce años, una pequeña luz podemos ver al final del tunel.