El 3 de junio de 2016
decíamos en nuestro blog: “Es gracioso que durante un gobierno democrático se
juzgue a un general por delitos de lesa humanidad de hace más de 30 años. El
General Milani debió ser juzgado por otros delitos de importancia como su enriquecimiento ilícito”.
”Dijo en diciembre 2013:
“Históricamente los militares
han sido autoritarios y soberbios”
“Los militares retirados
tienen odio y resentimiento hacia las Madres de Plaza de Mayo y las
organizaciones de derechos humanos, mientras los que están en actividad las
simpatiza”
Deshonró al Ejército
Argentino sin que nadie tuviera el valor de exigir su inmediata degradación.
El 24 de junio de 2016
escribí en otro blog un real vaticinio:
“Estamos ante un hecho de
proyecciones desconocidas, ya que si los cambios observados en la
administración pública se proyectaran hacia la justicia, el acusado de lesa
humanidad, Milani, debería ser dejado en libertad (de haber sido
detenido) por el juez por un plazo no mayor a quince minutos. Ello si sus
defensores solo alegaran la ilegalidad del delito y las penas, la violación de
los principios de irretroactividad penal
y la prescripción. Dicha posible sentencia afectaría a los más de 2.100 juicios
a que están sometidos los presos políticos. Es decir, sentaría una
jurisprudencia que sería una terrible derrota a los falsos principios de los
derechos humanos enarbolados políticamente por el matrimonio Kirchner para
enquistarse eternamente en el poder y que extrañamente siguen vigentes con el
nuevo gobierno. Si, por el contrario se aceptara su enjuiciamiento y se
decretara prisión preventiva, que podría tener una duración sine die, como las
de sus viejos colegas en cautiverio, quedaría confirmada la decisión del
gobierno de no entrar en el fangoso tema del curro de los derechos humanos y la
consiguiente integración de “tribunales especiales.”
Como vemos, an ambos casos
estamos considerando la actuación de jueces y fiscales con finalidades
políticas que nada tienen que ver con la verdadera justicia imparcial basada en
la Constitución. Por eso la encrucijada del gobierno se viene tornando cada vez
más grave, y perentoria su definición.”
Fue en realidad un vaticinio
de lo que estamos presenciando, y se da la circunstancia especial de que los
partidarios de la prisión y condena del general, deben abogar por los delitos
de enriquecimiento ilícito, por abuso de autoridad y funciones, por su carácter
de militar militante oficialista, por declaraciones agraviantes y traicioneras
a las fuerzas armadas, pero nunca por un delito prefabricado de lesa
humanidad. Definitivamente, aunque les
pese, por el delito de lesa humanidad en que se le está juzgando, debe ser
dejado en libertad.
Aquellos desprevenidos
defensores del que fuera Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas , designado
por la expresidente que, en su juramento antepusiera la defensa de la política
oficial a la defensa nacional, estarán dando base y fundamento a la revisión de
los juicios de los presos políticos, cuya libertad debe ser justamente
considerada.
Esta encrucijada que enfrenta
el gobierno, debió evitarse con el cumplimiento de las promesas electorales de
terminar con el curro de los derechos humanos y la estricta obediencia a la ley
y a la Constitución Nacional y se viene a producir en un contexto de contradicciones, debido a la inesperada polémica del feriado
del 24 de marzo ya que se interpreta
como un homenaje a los terroristas o a los militares “represores”.
Se acentúa con la fogosa
tanda de discusiones acerca de la cantidad de desaparecidos; si existió o nó la sistemática aniquilación
planeada por la fuerzas armadas contra el pueblo.
Como todo tiene que ver con
todo, como solía decir Cristina Fernández mientras embolsaba euros, aparece en
escena la detención de Milagro Sala que ha motivado fuertemente al ultra
izquierdismo de las organizaciones de derechos humanos en su defensa a
ultranza, en las riendas de Verbitsky y Belski de Cels y Amnistía Internacional,
respectivamente, ambos denunciando ante los organismos internacionales la
injusta presión de la líder de
Tupac Amaru y exigiendo su libertad.
La actuación errática del
gobierno es en cierto modo justificable, si nos atenemos al panorama que hemos
descripto que viene acompañado de la
estruendosa publicidad de los juicios por corrupción de los funcionarios del
anterior gobierno, que en cantidades industriales encabeza la expresidente y
todos los miembros de su familia y los que la oposición y el periodismo están armando para los jóvenes funcionarios recién llegados a este antro de perdición y tortura que
llamamos democracia.
La madeja se va devanando lentamente y no nos permite avizorar inmediatas soluciones, aunque debemos asumir que ante la abismal diferencia de lo vivido en los últimos catorce años, una pequeña luz podemos ver al final del tunel.
La madeja se va devanando lentamente y no nos permite avizorar inmediatas soluciones, aunque debemos asumir que ante la abismal diferencia de lo vivido en los últimos catorce años, una pequeña luz podemos ver al final del tunel.