"Nuestro pueblo no carece de pan, sino de educación, pues aquí tenemos un pauperismo mental. Nuestro pueblo argentino muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos en el arte de enriquecer".
Sus graves y disputadas diferencias con Sarmiento constituyeron el crisol de la formación de nuestra República, cuyos habitantes desoyeron al punto de estar viviendo la tragedia de un país que supo estar entre los más avanzados del mundo.
Quizá la posterior vuelta a nuestras fuentes culturales y políticas salven a nuestra querida Patria del abismo en que la hundió la falta de educación, el odio, la venganza y la corrupción.
Hoy invocamos su memoria, enalteciendo su patriotismo, su cultura y su lucha valiente y continua volcada en sus ´Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina´
Hoy invocamos su memoria, enalteciendo su patriotismo, su cultura y su lucha valiente y continua volcada en sus ´Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina´