¿Dónde
quedaron los juicios prefabricados con delincuentes, presos inmediatos al
juicio oral, corruptos con abundantes pruebas con procesos inconsistentes lanzados desde los
despachos del juez prevaricador Alejo Ramos Padilla, anguila escabullida varias
veces de juicios políticos en su contra gracias a las olorosas militancias con
Justicia Legítima, La Cámpora y Gils Carbó procesos con los que conformaron la
ampliamente reconocida Operación Puff para
arrasar con con todos los juicios por corrupción que constituyeron el caso
judicial por excelencia que dejó absorto al mundo entero.?
¿Sequirán sigilosamente
por canales secretos apoyados con quizá menos vehemencia por las dos Cortes Supremas
má grandes del país?
En las enturbiadas
ciénagas periodísticas ¿Quién habla ahora de tamaña acción que tuvo sus grandes
titulares en abierta y vergonzosa exposición, mientras sonaban los clarines en
pos de la pronta libertad de los “presos políticos.?
¿Nadie recuerda a Carrió, Martinez, Oliveto, Sornelli, Bonadío y tantos otros que permanecen en las letanías de las vagas remembranzas?