El periodismo acompañó con su criminal negligencia y colaboracionismo el silencio que puede convertirse en mortal.
Ante el sincrónico comienzo en América Latina de las graves revueltas y protestas en Perú, Ecuador, Chile y Argentina, los gobernantes de dichos países, comienzan recién ahora, un poco tarde, a reconocer públicamente que deben ser propiciadas y alentadas por el movimiento bolivariano, con el fin de destruir la democracia en el continente, según lo manifestara en su discurso el Dictador Maduro.
"Seguimos en América con todo éxito los planes del Foro de San Pablo".
El pueblo argentino invitado de piedra a esta dramática confirmación, de la cual recién se entera, debe depositar el domingo 27, en el sagrado cuarto oscuro, el sufragio más importante de nuestra historia presente, que decidirá el futuro del país: Libertad o Populismo.
Todavía existe la esperanza de que no sea el último acto eleccionario de nuestra ganada democracia.