Estamos viviendo momentos inquietantes en nuestra América Latina, provocados por un ataque a nuestras instituciones democráticas que se viene realizando sistemáticamente por la izquierda revolucionaria marxista. Lejos de prever este peligro para combatirlo, los Gobiernos de Perú, Ecuador, Chile y Argentina han puesto de manifiesto una extrema debilidad que parece obedecer a la necesidad de adoptar medidas políticamente correctas para evitar denuncias de "represión" y de "autoritarismo," conceptos a los que indudablemente temen y desean evitar.
Alberto Fernández viaja a México en su primer viaje como presidente electo.
Con una agenda centrada en la política regional, la situación de Venezuela y la segunda reunión del Grupo de Puebla, se reunirá el próximo lunes con el mandatario de ese país, Andrés Manuel López Obrador.
Este encuentro con AMLO se concretó durante la visita que hizo a Buenos Aires el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería de México, Maximiliano Reyes Zúñiga.
Resulta llamativo que después de las Paso haya optado por viajar a España, Portugal, Bolivia, países gobernados por el socialismo, y haya eludido países democráticos.
La relación con Brasil está cortada debido a la campaña de Fernández por la libertad de Lula da Silva.
Entre el viaje a México y un posible desembarco en Houston, Fernández presidirá la reunión del Grupo de Puebla, suerte de hijo del Foro de Sao Paulo, que aglutina al sector de líderes de izquierda y se realizará en Buenos Aires del 8 al 10 de noviembre. Entre los invitados figuran José Luis Rodríguez Zapatero (España), Pepe Mujica (Uruguay), Dilma Rousseff (Brasil), Ernesto Samper (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay) y Leonel Fernández (República Dominicana).
Ayer decíamos : "Una verdad que estremece y no tiene explicación. El presidente electo Alberto Fernández nunca fue claro en sus definiciones políticas durante la campaña electoral. Y a tres días de su elección seguimos esperando que se expida con total franqueza sobre el rumbo definitivo de su política en el orden internacional y en el nacional."
Y continúa sin definiciones necesarias y obligadas a sus electores y a toda la ciudadanía del país.
Pero los vicios que dominan a nuestros políticos, la hipocresía en primer término, vuelven a manifestarse en la conducta del presidente electo, ya que los contactos programados que hemos detallado hablan claramente que encamina al país por el sendero peligroso del bolivarismo. la sujeción a los foros y organizaciones que comprometen a la Argentina con extrañas ideologías izquierdistas ya perimidas en el orden mundial.
Con estos importantes antecedentes y otros similares que se irán sumando a medida que se acerca la fecha de su efectivo mandato, se justifica una fuerte oposición que pueda frenar un autoritarismo que ya conocemos.
En principio, nuestro país debe permanecer en el seno de países democráticos que la diplomacia de este gobierno logró restaurar, luego de un alejamiento irrazonable que produjo el kirchnerismo.
No podemos volver al aislamiento sufrido que tanto mal nos ha causado.
Sigamos ofreciendo nuestras fuerzas para reconquistar la libertad, la democracia, la dignidad y la honestidad que nuestro gobierno no supo lograr plenamente en su solo período de cuatro años.
¡Nuestra querida Argentina nuevamente de pie!