martes, 22 de septiembre de 2020

ACTUALL

 

¡Hola, silvio!

Como sabes, los herederos del Frente Popular de 1936 han aprobado esta semana en consejo de ministros el proyecto de ley de la “memoria democrática”.

Estamos ante una nueva ley de partido (o partidista, si lo prefieres) que en esta ocasión no se refiere a los hechos, a lo sucedido, a la Historia, como pretende aparentar, sino a los sentimientos que producen esos hechos, a la memoria.

No es una ley, es una sensación

De nuevo la izquierda nos va a colar otra ley de sensaciones al estilo de la abundantísima legislación sobre igualdad, LGTB o feminismo. 

La izquierda está construyendo un entramado legal de rasgos profundamente reaccionarios, pues se sustenta en recuerdos, narraciones sentimentales, impresiones, sentimientos.  

He desmenuzado para ti, silvio, la ley de memoria democrática, para que en unos pocos minutos puedas apreciar el riesgo que corremos con esta norma. Puedes leerlo pinchando aquí: Lo que oculta la ley de memoria histórica y democrática.

Una ley para la ruptura 

Con la ley de la “memoria democrática” se acaba el juego. Porque esta ley rompe el consenso de la transición, deroga de facto la ley de amnistía y con ello, todo vuelve al punto de partida: 1975

Y todo vuelve a abrirse.

Se acabó la transición pacífica que habíamos conocido. Llega la ruptura, la total división, el enfrentamiento. 

Como en 1934 y 1936, de nuevo es la izquierda quien va empujando el país a la confrontación.

La izquierda, al banquillo 

Si la ley se carga el pacto de la transición y apuesta por la voladura del sistema constitucional, por la división y el enfrentamiento, la Historia queda de nuevo abierta y a partir de este momento cualquier cosa puede suceder.

Por ejemplo, la ilegalización de PSOE, UGT y CNT:

  1. Por su actividad criminal y genocida durante toda la década de los 30 del pasado siglo. 

  2. Por el golpe de Estado fallido de 1934.

  3. Y como inductores del asesinato de Calvo Sotelo (Indalecio Prieto, PSOE, y Dolores Ibárruri, PCE).

Por ejemplo, la revisión del papel histórico de personajes como Santiago Carrillo (PCE), Francisco Largo Caballero (PSOE) o Luis Companys (ERC). Todos ellos son responsables de golpismo, genocidio y crímenes de lesa humanidad, por lo que habrá que modificar todos los libros de texto.

De hecho, con la nueva ley en la mano, será preciso revisar toda la Historia española del siglo XX para que las nuevas generaciones conozcan los miles de crímenes cometidos por los partidos del Frente Popular de 1936, los mismos que hoy gobiernan España:

PSOE, el partido de la dictadura

En aplicación de la ley de memoria ahora promovida por el PSOE, es perfectamente legítimo y legalmente imperativo ilegalizar al Partido Socialista por más motivos. Por ejemplo, su participación en el Gobierno de la dictadura militar del capitán general Miguel Primo de Rivera. 

Será preciso asimismo eliminar toda imagen, monumento, estatua, callejero, etc., que exalte la memoria del PSOE en tanto que partido cómplice que formó parte de una dictadura.

En los colegios y universidades se enseñarán hechos como el narrado a continuación y se promoverá la investigación de la actividad criminal del PSOE y del PCE, representado por Podemos:

Todas las fosas

En Alcalá de Henares, en el acuartelamiento de la Brigada Paracaidista, se encontró en 2008 una fosa con los restos de varios cuerpos. Al amparo de la ley de memoria histórica (entonces la de Zapatero) se procedió a investigar el hallazgo y empezaron desenterrar los cadáveres.

Cuando se comprobó que se trataba de víctimas de la represión republicana la fosa se volvió a cubrir y los cuerpos permanecen allí, olvidados, "porque no hay memoria para todos, según los herederos del Frente Popular de 1936".

Borrar la memoria

El Padre Juan Félix Molina, cura de Almedina, provincia de Ciudad Real, decidió ofrecer una Misa por el alma de José Calvo Sotelo, asesinado por socialistas. Corría el año de 1936. 

En cuanto se enteraron, los miembros de los partidos republicanos de la localidad asaltaron su vivienda. El párroco abandonó el pueblo y se refugió en Montiel. Allí los colegas de sus violentos vecinos le capturaron y le lincharon.

La ley del PSOE condena a estas víctimas a una nueva pena: su memoria debe ser borrada, la ley se aplica solo a los hechos sucedidos a partir de 1939.

Bueno, hasta es lógico, ¿no? Los hijos están tratando de tapar los crímenes de sus padres.

silvio, hoy te ofrezco una síntesis de los riesgos que representa la ley de memoria democrática, puedes leerla pinchando aquí:  Lo que oculta la ley de memoria histórica y democrática.

Que pases un buen domingo... ¡a pesar de los herederos del Frente Popular de 1936!